miércoles, 18 de marzo de 2015

EL PROBLEMA NO ESTÁ EN LA BENDICIÓN, SINO EN EL MANEJO...



(II Samuel 6:3-12) 3 Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, y la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en el collado; y Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo.
4 Y cuando lo llevaban de la casa de Abinadab, que estaba en el collado, con el arca de Dios, Ahío iba delante del arca.
5 Y David y toda la casa de Israel danzaban delante de Jehová con toda clase de instrumentos de madera de haya; con arpas, salterios, panderos, flautas y címbalos.
6 Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes tropezaban.
7 Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.
8 Y se entristeció David por haber herido Jehová a Uza, y fue llamado aquel lugar Pérez-uza, hasta hoy.
9 Y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová?
10 De modo que David no quiso traer para sí el arca de Jehová a la ciudad de David; y la hizo llevar David a casa de Obed-edom geteo.
11 Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa.
12 Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y llevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David.

Esta interesante historia cuenta el anhelo que David tenÍa de llevar el arca a Jerusalen.  Y la intención era buena, así es que  emprenden el viaje procediendo a colocar el arca en un carro nuevo (v.3) y los que conducían  el carro eran Uza y Ahìo y todo aparentemente estaba bien, hasta que los bueyes tropezaron y Uza extendió su mano para sostener el Arca, atrayendo sobre sí muerte por aquel acto de imprudencia. El temor se apodera de David, quien rehúsa seguir llevando consigo el Arca, enviándola a la era de Obed-Edom Geteo y durante los tres meses que estuvo en su casa el Arca , Dios bendijo a Obed-Edom y a toda su familia.(v.11).

La pregunta sería:  Que representaba tener el Arca de Dios con ellos?.  Definitivamente era tener la misma presencia de Dios con ellos.    Qué Representaba la presencia de Dios?. Bendición, vida, paz y todo lo que puedas imaginar para el bien de los que la tuvieran.

Entonces?  Por qué, si  tener el arca representaba vida, bendición y seguridad, Por qué trajo temor y muerte?

Cómo se explica que en las manos de David trajera muerte, temor y tristeza y en las manos  de Obed-Edom  llevara bendición?

Que fue lo que hizo que causara efectos diferentes si se trataba de la misma Arca?

RESPUESTA:

Definitivamente el problema no estuvo en el Arca como tal sino en el manejo.  Me explico: Si notamos la forma como David y el pueblo pretendían llevar el Arca, no difería en la forma como los filisteo la manejaron cuando la capturaron y cómo la  habían devuelto, y por supuesto contradecía por completo las instrucciones que para tal fin el Señor habìa dado.  “Esta debìa ser cargada sobre los hombros de los levitas”.

REFLEXIÓN:  Cuántas veces como David, recibimos la bendiciòn pero la echamos a perder porque no la manejamos según sus instrucciones sino como lo hace la gente del común –del mundo- y, luego, cuando los bueyes tropiezan queremos sostenerla con nuestras fuerzas, terminando frustrados, amargados y hasta resentidos con Dios y  queremos tirar o , entregar a otro eso que me trajo tantos problema, sin detenerme a pensar que el problema  no està en la bendiciòn que Dios me entregò, sino en la manera carnal, liviana e impropia  como la manejè y, que la soluciòn no es devolver el regalo, sino corregir los errores que han acompañado el manejo.

Obed-Edom, por su parte supo apreciar el bien que le había sido entregado a su cuidado y lo hizo según las instrucciones del dador y por eso recibió el beneficio que el Arca estaba llamada a dar al que la tuviera.

No se con qué o con quién Dios te ha bendecido, y tampoco  sé si ahora mismo los bueyes estén tropezado y tu estés intentando sostener con tus fuerzas la situación, y le estés reclamando a Dios por lo que está pasando  y hasta sientas deseos de devolverle lo que te dio.  Yo te digo detente!,  todo  lo que Dios da es bueno (Santiago 1:17) ; haz un alto en el camino y revisa la forma como has administrado ese regalo y  cìñete a las instrucciones de manejo que el Señor ha establecido  y tú veras como todo será sanado  y restaurado, brindándote los beneficios que dicho regalo está llamado a darte.

Bendiciones.

SOLI DEO GLORIA

REV. RUBEN DARIO DAZA B.