lunes, 11 de agosto de 2014

NUEVO NACIMIENTO PARTE 4



NUEVO NACIMIENTO
Privilegio, realidad, responsabilidad
Parte 4
  
El primer registro en el que  alguien haya recibido el don de espíritu santo y lo haya manifestado; se encuentra en el libro de Hechos donde Dios documenta lo ocurrido en el día de Pentecostés[1].

Hechos 1:1-5:1 En el primer tratado, oh Teófilo, hablé [quien habla es Lucas quien escribió el Evangelio y el libro de Hechos] acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, 2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;

Donde dice: “hasta el día que fue recibido arriba” se refiere a los registros en el Evangelio de Lucas que llegan hasta la ascensión del señor Jesucristo, o sea diez días antes de Pentecostés. Los últimos registros del Evangelio de Lucas son coincidentes con los primeros de Hechos. Por eso estaremos un poco en cada uno.

v. 3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. 4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.

No dice aquí cuánto debían esperar solamente dice que esperasen la promesa del Padre que ya habían oído de el. El ya les había contado que esto pasaría. Este registro documenta los momentos previos a la ascensión del señor Jesucristo. Seguramente de todas las cosas que siempre les dijo a sus discípulos estas que les estaba diciendo ahora, tenían un singular peso por que después de decírselas el ya no iba a estar mas presente frente a ellos. Así de importante era este momento y así de importantes debieron haber sido las palabras.

v.5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas [en contraste] vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

Una cosa iba a venir y ellos tenían que quedarse en Jerusalén para recibirla. Eso que iba a venir es llamado en estos registros de dos maneras diferentes: La promesa del Padre (en el versículo cuatro) y ser bautizados con espíritu santo (en el versículo cinco). Es importante recalcar que ellos debieron esperar por que era la primera vez que este regalo iba a ser entregado a la humanidad. Luego de aquel  día ya no hay que esperar mas para recibir el don de espíritu santo.

Lucas 24:49:He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

Un nuevo y valioso aporte de este versículo para nosotros: “La promesa del Padre” era lo mismo que decir ser “investidos con poder desde lo alto.”

La promesa del Padre era lo mismo que ser bautizados con espíritu santo lo que a su vez era igual a ser investidos con poder desde lo alto. Estas tres cláusulas se refieren a la misma cosa que iban a recibir. Eso iba a ocurrir después de transcurridos diez días del momento en que Jesucristo se despedía de sus discípulos instantes antes de su ascensión.

Dios da lo que El es. Dios es Espíritu y Dios es Santo. El don que el Padre hizo disponible a partir del día de Pentecostés para todos los que creen es espíritu santo que una vez que la persona confiesa y cree según la instrucción de Romanos 10:9 recibe sin esperar a que sea un día en particular.

La palabra “poder” es la traducción de la palabra griega dunamis[2] que básicamente quiere decir poder inherente. Éste poder iba a venirles a ellos “desde arriba”, o sea de Dios en el día de Pentecostés.

Lucas 24:50-52:50 Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo. 51 Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo. 52 Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo

Eso hicieron. Siguieron las instrucciones de Jesucristo: retornaron a Jerusalén y además lo hicieron con gran gozo. Totalmente comprensible. Esto significa que ellos obedecieron, es decir creyeron por que actuaron sobre lo que fueron instruidos por eso recibieron como veremos mas adelante y tuvieron gran gozo. Cada vez que uno cree, recibe de Dios y tiene gran gozo.

Hechos 1:8:pero recibiréis poder [dunamis], cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Ese poder interno listo para ser manifestado lo iban a tener disponible una vez que hayan recibido sobre ellos el espíritu santo. No antes. Por eso dice: “cuando haya venido sobre vosotros” Lo mismo ocurre con nosotros con una diferencia: ellos tuvieron que esperar y nosotros no tenemos que esperar. Cuando una persona confiesa y cree, recibe, entonces de inmediato pueden manifestar el poder de Dios en su vida. Éste poder manifestado les iba a dar la posibilidad extra de ser testigos. Igual con nosotros por que donde sea que uno se encuentre está dentro de lo que el registro llama lo último de la tierra.

Hechos 1:9-13:9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. 10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11 los cuales también les dijeron: Varones galileos [once de ellos eran galileos. Judas Iscariote era de Kerioth], ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. 12 Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. 13 Y entrados, subieron al aposento[3] alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo.

La Palabra de Dios nos informa que ellos moraban o habitaban en el aposento alto. Mantengamos en mente que aun no había llegado el día de Pentecostés. Ellos estaban allí mientras ese día llegaba.

Hechos 1:14:Todos éstos [los once que habían quedado después de la partida de Judas] perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.

Aquí hay una información útil. Dice que todos estaban “unánimes con las mujeres y con María”. El aposento alto era la habitación de los once y en aquella época no se les permitía a las mujeres y a los varones mezclarse. Muy parecido a lo que ocurre en nuestros días en algunos países de oriente. De tal manera que el evento registrado en este versículo catorce no pudo haber ocurrido en el aposento alto.

En esos diez días previos al día de Pentecostés ellos tenían que completar el apostolado que había dejado vacante Judas.

Hechos 1:15:En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo:

Pedro se levantó entre los algo así como ciento veinte reunidos para referirse al reemplazo de Judas que se había retirado del oficio en cumplimiento de la misma Escritura.

Hechos 1:20-26:20 Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, Y no haya quien more en ella; y: Tome otro su oficio. 21 Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, 22 comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. 23 Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. 24 Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, 25 para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar. 26 Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.

Así es que en el aposento alto solamente moraban, pasaban parte del tiempo de espera pero no todo el tiempo. En algunos momentos estaban en el templo y se reunían con otras personas.

Lucas 24:53:y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.

Ahí es donde estaban en algunos momentos del día: en el templo. Siempre no quiere decir que llevaban a cabo todas sus actividades en el templo como tampoco decir que moraban en el aposento alto significa que estaban todo el tiempo allí.

El relato completo del derramamiento del don de espíritu santo en el día de Pentecostés está registrado en el libro de Hechos capítulo dos comenzando en el versículo uno hasta el versículo cuatro. Pero primero, antes de ir allí, vamos a estudiar cuándo y dónde ocurrió. Momentos después del derramamiento de espíritu santo, en el versículo 15 Pedro se dirige a la multitud reunida y les explica lo que acababa de ocurrir.

Hechos 2:15:Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.

La gente reunida pensaba que los apóstoles estaban borrachos por hablar en lenguas que no eran las lenguas que los galileos hablaban. La tercera hora[4] del día era una de las horas de oración y coincidía con nuestras 9 de la mañana. Así que ¿Dónde fue derramado el don de espíritu santo por primera vez? No en el aposento alto por que allí moraban los apóstoles, difícilmente cabrían ciento veinte personas y seguramente no podría entrar una multitud, ni podrían entrar las mujeres; sino en el templo, en la casa de Dios, el lugar donde ellos estaban de continuo en las horas de oración. Al decir la tercera hora del día documenta el momento del día en que ocurrió y el lugar donde fue la recepción de espíritu santo por primera vez en las personas. Ellos se encontraban en el templo. Mas aún, veremos en un momento que en Hechos 2:2 dice que un viento recio llenó toda la casa no toda la habitación. En cuanto a esa “casa” hay dos registros que aportan mucha luz a este tema.

Lucas 19:46a:diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración;…

Isaías 56:7:yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.

Dios prometió que se encontraría con Su gente en el templo, así que en el día de Pentecostés El fue a Su casa y dio Su don de espíritu santo a los apóstoles que esperaron según fueron instruidos por el señor Jesucristo. La gente del lugar se enteró de esto y se reunieron para saber qué era lo que había ocurrido. Tanta gente no hubiese cabido en el aposento alto.

Ahora que sabemos con certeza qué recibieron, dónde, quiénes y cuándo, vamos directamente al día de Pentecostés.

Hechos 2:1:Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.

¿Quiénes eran todos? Los doce o para hacerlo mas claro los once mas el reciente añadido: Matías. ¿Dónde estaban estos doce unánimes juntos? En el Templo en el momento que ocurrió lo que este registro documenta.

Hechos 2:2-4:2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa [el Templo] donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos [sobre los doce]. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

En ocasión del primer derramamiento de espíritu santo en el día de Pentecostés solamente los doce apóstoles recibieron en manifestación el don proveniente del Espíritu Santo.

Hechos 2:6 y 7:6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. 7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?

Matías y los otros once  apóstoles eran galileos. Lo que sorprendió a las personas fue que estos galileos estaban hablando en lenguas diferentes a las propias de ellos y sin embargo eran entendidas por los presentes. No existe garantía en la Palabra de Dios que cada vez que una persona hable en lenguas los que estén presentes con ella entiendan lo que dice. Aquí ocurrió que los que estaban presentes si entendieron y reconocieron que lo que estaban diciendo los apóstoles eran las maravillas de Dios. Lo que si garantiza la Palabra de Dios que cada vez que una persona renace del espíritu de Dios puede hablar en lenguas.

v. 7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? v.8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? v.9 Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, v.10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, v.11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas [no las de ellos] las maravillas de Dios. v.12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? v.13 Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.v.14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.

Pedro se puso en pie junto con los otros que recibieron espíritu santo: doce en total. No cabe lugar a dudas acerca de dónde, quién, cuándo y qué fue recibido en el día de Pentecostés.

En Hechos 2:2 dice que de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba…El mismo señor Jesucristo antes del día de Pentecostés instruyó a sus apóstoles acerca de este evento.

Juan 20:22:
Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

No estaban recibiendo el don de espíritu santo en el momento de esta instrucción pues aun no estaba disponible. Jesucristo los estaba instruyendo para que cuando llegara el momento de Pentecostés ellos supieran qué hacer y pudieran actuar en consecuencia. Ellos respiraron lo cual llenó toda la casa o mas bien todo el templo y comenzaron a hablar en lenguas.

Hechos 2:22 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados.

Ellos estaban sentados en el templo en silencio por que era el momento de oración entonces cuando se hizo la hora de Pentecostés respiraron para poder hablar en lenguas y esa respiración llenó el templo. Una simple cuestión acústica.

Hechos 2:3:y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.

No dice que las lenguas fueran fuego sino como de fuego y dice que se asentaron sobre cada uno de ellos, es decir sobre los doce. Una vez que pasó esto de recibir espíritu santo y que las lenguas se asentaron sobre ellos ¿qué ocurrió?...

Hechos 2:4:Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

¿Quiénes fueron llenos de Espíritu Santo? Los doce y ¿qué hicieron como inmediata consecuencia de ello? Comenzaron a hablar en otras lenguas ¿lo que se les ocurría? No. Lo que el Espíritu les daba que hablasen. Lo hacían ellos, no Dios pero las palabras que ellos hablaban por su propia voluntad eran las que el Espíritu les daba que hablasen.

Una vez  que habían recibido el don de espíritu santo entonces ellos igual que cualquier otra persona ahora mismo tiene la habilidad en sí y la realidad de la presencia interna del poder de Dios que puede manifestar a su voluntad. Fue Dios quien los llenó de espíritu santo pero fueron ellos quienes tuvieron la voluntad de comenzar a hablar. Hoy día es igual. Cuando una persona confiesa con su boca que Jesús es el señor y cree en su corazón que Dios lo levantó de los muertos, en ese preciso instante la persona renace del espíritu de Dios, es salva, pasa de muerte a vida y puede manifestar -mediante el hablar en lenguas- el poder interno de Dios en Cristo en el.

Es importante recalcar que el don que recibieron fue el de espíritu santo no el de hablar en lenguas. El hablar en lenguas es una de las manifestaciones del don, no es el don.

Ellos habían sido bautizados con un bautismo superior que nunca antes había estado disponible: habían sido bautizados con espíritu santo, habían sido investidos con poder desde lo alto, habían sido llenos del poder de Dios, es decir que habían recibido la promesa de Dios en manifestación. Éste era el nuevo nacimiento disponible por primera vez a la humanidad. Ellos hablaron en lenguas.

Este registro tiene un singular peso sobre la historia de la humanidad y sienta un precedente, coloca un estándar. Cuando una persona renace del Espíritu de Dios, lo mas natural y normal es que hable en lenguas.


Fin


Nota del  Autor

Toda la Escritura utilizada en este artículo es de la Versión Reina Valera 1960[5] a menos que se especifique algo en contrario.

Toda vez que se utilice una palabra de origen Griego será escrita en minúscula cursiva (Ej.: dunamis). Y si se usara una palabra hebrea o aramea será escrita en mayúscula cursiva (Ej.: YARE). En ambos casos se puede utilizar la palabra raíz como cualquier otra forma gramatical de esa palabra en representación de la familia de palabras.

Debido a que los paréntesis se utilizan en el texto Bíblico; cada vez que exista una nota del autor estará colocada entre corchetes para diferenciarla.

Todas las citas de fuentes externas se notarán en esta otra tipografía para diferenciarlas del resto. Asimismo cuando la cita de la fuente sea de mayor longitud que la presentada en este artículo; se resumirá usando “...” indicando que hay mas información disponible para consulta en dicha fuente.

Las notas al final son una parte integral y necesaria del Estudio. Tienen el propósito de documentar, respaldar, ampliar, aclarar, o reforzar el tema que se trate.

Esta enseñanza somete a consideración del lector el tema que trata. Es mas bien en algunos casos un punto de partida que propone, orienta y -desde ya- concluye con lo que el autor ha estudiado y debido a eso presentado de las Escrituras. No obstante, la Palabra de Dios es simplemente inagotable. El único que no necesita revisión es Dios mismo y Su Palabra según fue originalmente inspirada. Pero nuestro conocimiento y entendimiento  de las distintas maravillas presentadas en la Palabra de Dios siempre pueden ser sometidas al escrutinio[6] del estudiante. Entonces, el presente trabajo es presentado al estudiante Bíblico como una ayuda, una fuente mas de consulta, de referencia y de estudio de la Palabra de Dios. La obra está lejos de pretender ser la única ni mucho menos la más sobresaliente obra de este tipo que exista. Ella no posee eminencia sobre ninguna otra ni es autoridad última sobre el tema. La autoría de la Palabra de Dios es la exclusividad del Padre Celestial y como tal es la fuente de conocimiento y autoridad única.

Consulte si esta enseñanza se encuentra grabada en audio. También consulte si se encuentra disponible en el sitio web: http://misitio.fibertel.com.ar/wordsiteedn/ . Dios lo bendiga.

AUTOR: Eduardo Di Noto
EDITOR: REV. RUBEN DARIO DAZA 


NOTAS AL FINAL. BIBLIOGRAFIA UTILIZADA Y/O RECOMENDADA:
Receiving the Holy Spirit Today, Victor Paul Wierwille, American Christian Press, 1972, especialmente los Capítulos 6 al 10.



[1] Del mismo autor: Cristo nuestra Pascua Parte 5 (El día de Pentecostés). Puede encontrarse en el sitio web: http://misitio.fibertel.com.ar/wordsiteedn/
[2] Poder inherente, capacidad natural, capacidad para cualquier cosa, habilidad de llevar a cabo cualquier cosa… A Critical Lexicon and Concordance to the English and Greek New Testament, Ethelbert W, Bullinger, Zondervan Publishing House, 1979, Página 593
[3] Probablemente el mismo que figura en Marcos 14:15 y Lucas 22:12
[4] Apéndice 51, IV, (16), The Companion Bible, Ethelbert W. Bullinger, Samuel Bagster and Sons Ltd., 1979, Página 74
[5] La Santa Biblia Antiguo y Nuevo Testamentos, Antigua Versión de Casiodoro de Reina (1569) Revisada por Cipriano de Valera (1602) Revisión de 1960. Sociedades Bíblicas Unidas, 1993
[6] Hechos 17:11

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