NUEVO NACIMIENTO
Privilegio,
realidad, responsabilidad
Parte 4
El primer
registro en el que alguien haya recibido
el don de espíritu santo y lo haya manifestado; se encuentra en el libro de
Hechos donde Dios documenta lo ocurrido en el día de Pentecostés[1].
Hechos 1:1-5:1 En el primer tratado, oh Teófilo, hablé [quien habla es Lucas quien escribió el Evangelio y el libro de Hechos] acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, 2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;
Donde dice:
“hasta el día que fue recibido arriba” se refiere a los registros en el
Evangelio de Lucas que llegan hasta la ascensión del señor Jesucristo, o sea
diez días antes de Pentecostés. Los últimos registros del Evangelio de Lucas
son coincidentes con los primeros de Hechos. Por eso estaremos un poco en cada
uno.
No dice aquí
cuánto debían esperar solamente dice que esperasen la promesa del Padre que ya
habían oído de el. El ya les había contado que esto pasaría. Este registro
documenta los momentos previos a la ascensión del señor Jesucristo. Seguramente
de todas las cosas que siempre les dijo a sus discípulos estas que les estaba
diciendo ahora, tenían un singular peso por que después de decírselas el ya no
iba a estar mas presente frente a ellos. Así de importante era este momento y
así de importantes debieron haber sido las palabras.
v.5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas [en contraste] vosotros
seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Una cosa iba
a venir y ellos tenían que quedarse en Jerusalén para recibirla. Eso que iba a
venir es llamado en estos registros de dos maneras diferentes: La promesa del
Padre (en el versículo cuatro) y ser bautizados con espíritu santo (en el
versículo cinco). Es importante recalcar que ellos debieron esperar por que era
la primera vez que este regalo iba a ser entregado a la humanidad. Luego de
aquel día ya no hay que esperar mas para
recibir el don de espíritu santo.
Lucas 24:49:He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
Un nuevo y
valioso aporte de este versículo para nosotros: “La promesa del Padre” era lo
mismo que decir ser “investidos con poder desde lo alto.”
La promesa
del Padre era lo mismo que ser bautizados con espíritu santo lo que a su vez era
igual a ser investidos con poder desde lo alto. Estas tres cláusulas se refieren
a la misma cosa que iban a recibir. Eso iba a ocurrir después de transcurridos
diez días del momento en que Jesucristo se despedía de sus discípulos instantes
antes de su ascensión.
Dios da lo
que El es. Dios es Espíritu y Dios
es Santo. El don que el Padre hizo
disponible a partir del día de Pentecostés para todos los que creen es espíritu santo que una vez que la persona confiesa y cree según la
instrucción de Romanos 10:9 recibe sin esperar a que sea un día en particular.
La palabra “poder”
es la traducción de la palabra griega dunamis[2]
que básicamente quiere decir poder inherente. Éste poder iba a venirles a ellos
“desde arriba”, o sea de Dios en el día de Pentecostés.
Lucas 24:50-52:50 Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo. 51 Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo. 52 Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo
Eso hicieron.
Siguieron las instrucciones de Jesucristo: retornaron a Jerusalén y además lo
hicieron con gran gozo. Totalmente comprensible. Esto significa que ellos
obedecieron, es decir creyeron por que actuaron sobre lo que fueron instruidos
por eso recibieron como veremos mas adelante y tuvieron gran gozo. Cada vez que
uno cree, recibe de Dios y tiene gran gozo.
Hechos 1:8:pero recibiréis poder [dunamis], cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Ese poder interno
listo para ser manifestado lo iban a tener disponible una vez que hayan
recibido sobre ellos el espíritu santo. No antes. Por eso dice: “cuando haya
venido sobre vosotros” Lo mismo ocurre con nosotros con una diferencia: ellos
tuvieron que esperar y nosotros no tenemos que esperar. Cuando una persona
confiesa y cree, recibe, entonces de inmediato pueden manifestar el poder de
Dios en su vida. Éste poder manifestado les iba a dar la posibilidad extra de
ser testigos. Igual con nosotros por que donde sea que uno se encuentre está
dentro de lo que el registro llama lo último de la tierra.
Hechos 1:9-13:9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. 10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11 los cuales también les dijeron: Varones galileos [once de ellos eran galileos. Judas Iscariote era de Kerioth], ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. 12 Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. 13 Y entrados, subieron al aposento[3] alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo.
La Palabra de
Dios nos informa que ellos moraban o habitaban en el aposento alto. Mantengamos
en mente que aun no había llegado el día de Pentecostés. Ellos estaban allí
mientras ese día llegaba.
Hechos 1:14:Todos éstos [los once que habían quedado después de la partida de Judas] perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
Aquí hay una
información útil. Dice que todos estaban “unánimes con las mujeres y con María”.
El aposento alto era la habitación de los once y en aquella época no se les permitía
a las mujeres y a los varones mezclarse. Muy parecido a lo que ocurre en nuestros
días en algunos países de oriente. De tal manera que el evento registrado en
este versículo catorce no pudo haber ocurrido en el aposento alto.
En esos diez días
previos al día de Pentecostés ellos tenían que completar el apostolado que
había dejado vacante Judas.
Hechos 1:15:En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo:
Pedro se
levantó entre los algo así como ciento veinte reunidos para referirse al
reemplazo de Judas que se había retirado del oficio en cumplimiento de la misma
Escritura.
Hechos 1:20-26:20 Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, Y no haya quien more en ella; y: Tome otro su oficio. 21 Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, 22 comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. 23 Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. 24 Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, 25 para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar. 26 Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.
Así es que en
el aposento alto solamente moraban, pasaban parte del tiempo de espera pero no
todo el tiempo. En algunos momentos estaban en el templo y se reunían con otras
personas.
Lucas 24:53:y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.
Ahí es donde
estaban en algunos momentos del día: en el templo. Siempre no quiere decir que
llevaban a cabo todas sus actividades en el templo como tampoco decir que
moraban en el aposento alto significa que estaban todo el tiempo allí.
El relato
completo del derramamiento del don de espíritu santo en el día de Pentecostés
está registrado en el libro de Hechos capítulo dos comenzando en el versículo
uno hasta el versículo cuatro. Pero primero, antes de ir allí, vamos a estudiar
cuándo y dónde ocurrió. Momentos después del derramamiento de espíritu santo, en
el versículo 15 Pedro se dirige a la multitud reunida y les explica lo que
acababa de ocurrir.
Hechos 2:15:Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.
La gente
reunida pensaba que los apóstoles estaban borrachos por hablar en lenguas que
no eran las lenguas que los galileos hablaban. La tercera hora[4]
del día era una de las horas de oración y coincidía con nuestras 9 de la
mañana. Así que ¿Dónde fue derramado el don de espíritu santo por primera vez?
No en el aposento alto por que allí moraban los apóstoles, difícilmente cabrían
ciento veinte personas y seguramente no podría entrar una multitud, ni podrían
entrar las mujeres; sino en el templo, en la casa de Dios, el lugar donde ellos
estaban de continuo en las horas de oración. Al decir la tercera hora del día
documenta el momento del día en que ocurrió y el lugar donde fue la recepción
de espíritu santo por primera vez en las personas. Ellos se encontraban en el
templo. Mas aún, veremos en un momento que en Hechos 2:2 dice que un viento
recio llenó toda la casa no toda la habitación. En cuanto a esa “casa” hay dos
registros que aportan mucha luz a este tema.
Lucas 19:46a:diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración;…
Isaías 56:7:yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.
Dios prometió
que se encontraría con Su gente en el templo, así que en el día de Pentecostés
El fue a Su casa y dio Su don de espíritu santo a los apóstoles que esperaron
según fueron instruidos por el señor Jesucristo. La gente del lugar se enteró
de esto y se reunieron para saber qué era lo que había ocurrido. Tanta gente no
hubiese cabido en el aposento alto.
Ahora que
sabemos con certeza qué recibieron, dónde, quiénes y cuándo, vamos directamente
al día de Pentecostés.
Hechos 2:1:Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
¿Quiénes eran
todos? Los doce o para hacerlo mas claro los once mas el reciente añadido:
Matías. ¿Dónde estaban estos doce unánimes juntos? En el Templo en el momento
que ocurrió lo que este registro documenta.
Hechos 2:2-4:2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa [el Templo] donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos [sobre los doce]. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
En ocasión
del primer derramamiento de espíritu santo en el día de Pentecostés solamente
los doce apóstoles recibieron en manifestación el don proveniente del Espíritu
Santo.
Hechos 2:6 y 7:6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. 7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?
Matías y los
otros once apóstoles eran galileos. Lo
que sorprendió a las personas fue que estos galileos estaban hablando en
lenguas diferentes a las propias de ellos y sin embargo eran entendidas por los
presentes. No existe garantía en la Palabra de Dios que cada vez que una
persona hable en lenguas los que estén presentes con ella entiendan lo que
dice. Aquí ocurrió que los que estaban presentes si entendieron y reconocieron
que lo que estaban diciendo los apóstoles eran las maravillas de Dios. Lo que
si garantiza la Palabra de Dios que cada vez que una persona renace del
espíritu de Dios puede hablar en lenguas.
v. 7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? v.8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? v.9 Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, v.10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, v.11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas [no las de ellos] las maravillas de Dios. v.12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? v.13 Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.v.14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
Pedro se puso
en pie junto con los otros que recibieron espíritu santo: doce en total. No
cabe lugar a dudas acerca de dónde, quién, cuándo y qué fue recibido en el día
de Pentecostés.
En Hechos 2:2
dice que de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que
soplaba…El mismo señor Jesucristo antes del día de Pentecostés instruyó a sus
apóstoles acerca de este evento.
Juan 20:22:
Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
No estaban
recibiendo el don de espíritu santo en el momento de esta instrucción pues aun
no estaba disponible. Jesucristo los estaba instruyendo para que cuando llegara
el momento de Pentecostés ellos supieran qué hacer y pudieran actuar en
consecuencia. Ellos respiraron lo cual llenó toda la casa o mas bien todo el
templo y comenzaron a hablar en lenguas.
Hechos 2:22 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados.
Ellos estaban
sentados en el templo en silencio por que era el momento de oración entonces
cuando se hizo la hora de Pentecostés respiraron para poder hablar en lenguas y
esa respiración llenó el templo. Una simple cuestión acústica.
Hechos 2:3:y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
No dice que
las lenguas fueran fuego sino como de fuego y dice que se asentaron sobre cada
uno de ellos, es decir sobre los doce. Una vez que pasó esto de recibir
espíritu santo y que las lenguas se asentaron sobre ellos ¿qué ocurrió?...
Hechos 2:4:Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
¿Quiénes
fueron llenos de Espíritu Santo? Los doce y ¿qué hicieron como inmediata
consecuencia de ello? Comenzaron a hablar en otras lenguas ¿lo que se les
ocurría? No. Lo que el Espíritu les daba que hablasen. Lo hacían ellos, no Dios
pero las palabras que ellos hablaban por su propia voluntad eran las que el
Espíritu les daba que hablasen.
Una vez que habían recibido el don de espíritu santo
entonces ellos igual que cualquier otra persona ahora mismo tiene la habilidad
en sí y la realidad de la presencia interna del poder de Dios que puede
manifestar a su voluntad. Fue Dios quien los llenó de espíritu santo pero
fueron ellos quienes tuvieron la voluntad de comenzar a hablar. Hoy día es
igual. Cuando una persona confiesa con su boca que Jesús es el señor y cree en
su corazón que Dios lo levantó de los muertos, en ese preciso instante la
persona renace del espíritu de Dios, es salva, pasa de muerte a vida y puede
manifestar -mediante el hablar en lenguas- el poder interno de Dios en Cristo
en el.
Es importante
recalcar que el don que recibieron fue el de espíritu santo no el de hablar en
lenguas. El hablar en lenguas es una de las manifestaciones del don, no es el
don.
Ellos habían
sido bautizados con un bautismo superior que nunca antes había estado
disponible: habían sido bautizados con espíritu santo, habían sido investidos
con poder desde lo alto, habían sido llenos del poder de Dios, es decir que habían
recibido la promesa de Dios en manifestación. Éste era el nuevo nacimiento
disponible por primera vez a la humanidad. Ellos hablaron en lenguas.
Este registro
tiene un singular peso sobre la historia de la humanidad y sienta un
precedente, coloca un estándar. Cuando una persona renace del Espíritu de Dios,
lo mas natural y normal es que hable en lenguas.
Fin
Nota del Autor
Toda la Escritura utilizada en
este artículo es de la
Versión Reina Valera 1960[5]
a menos que se especifique algo en contrario.
Toda vez que
se utilice una palabra de origen Griego será escrita en minúscula cursiva (Ej.:
dunamis). Y si se usara una palabra
hebrea o aramea será escrita en mayúscula cursiva (Ej.: YARE). En ambos casos se puede utilizar la palabra raíz como
cualquier otra forma gramatical de esa palabra en representación de la familia
de palabras.
Debido a que
los paréntesis se utilizan en el texto Bíblico; cada vez que exista una nota
del autor estará colocada entre corchetes para diferenciarla.
Todas las citas de fuentes externas se
notarán en esta otra tipografía para diferenciarlas del resto. Asimismo cuando la cita de la fuente sea de mayor
longitud que la presentada en este artículo; se resumirá usando “...” indicando
que hay mas información disponible para consulta en dicha fuente.
Las
notas al final son una parte integral y necesaria del Estudio. Tienen el propósito
de documentar, respaldar, ampliar, aclarar, o reforzar el tema que se trate.
Esta
enseñanza somete a consideración del lector el tema que trata. Es mas bien en
algunos casos un punto de partida que propone, orienta y -desde ya- concluye
con lo que el autor ha estudiado y debido a eso presentado de las Escrituras.
No obstante, la Palabra de Dios es simplemente inagotable. El único que no
necesita revisión es Dios mismo y Su Palabra según fue originalmente
inspirada. Pero nuestro conocimiento y entendimiento de las
distintas maravillas presentadas en la Palabra de Dios siempre pueden ser
sometidas al escrutinio[6]
del estudiante. Entonces, el presente trabajo es presentado al estudiante
Bíblico como una ayuda, una fuente mas de consulta, de referencia y de estudio
de la Palabra de Dios. La obra está lejos de pretender ser la única ni mucho
menos la más sobresaliente obra de este tipo que exista. Ella no posee
eminencia sobre ninguna otra ni es autoridad última sobre el tema. La autoría
de la Palabra de Dios es la exclusividad del Padre Celestial y como tal es la
fuente de conocimiento y autoridad única.
Consulte si
esta enseñanza se encuentra grabada en audio. También consulte si se encuentra
disponible en el sitio web: http://misitio.fibertel.com.ar/wordsiteedn/
. Dios lo bendiga.
AUTOR: Eduardo Di
Noto
EDITOR: REV. RUBEN DARIO DAZA
NOTAS AL FINAL. BIBLIOGRAFIA UTILIZADA Y/O RECOMENDADA:
Receiving the Holy Spirit Today, Victor Paul Wierwille, American
Christian Press, 1972, especialmente los Capítulos 6 al 10.
[1] Del mismo autor: Cristo nuestra Pascua Parte 5 (El día de Pentecostés).
Puede encontrarse en el sitio web: http://misitio.fibertel.com.ar/wordsiteedn/
[2] Poder inherente, capacidad
natural, capacidad para cualquier cosa, habilidad de llevar a cabo cualquier
cosa… A Critical Lexicon and
Concordance to the English and Greek New Testament, Ethelbert W, Bullinger,
Zondervan Publishing House, 1979, Página 593
[3] Probablemente el mismo que
figura en Marcos 14:15 y Lucas 22:12
[4] Apéndice 51, IV, (16), The Companion Bible,
Ethelbert W. Bullinger, Samuel Bagster and Sons Ltd., 1979, Página 74
[5] La Santa Biblia Antiguo
y Nuevo Testamentos, Antigua Versión de Casiodoro de Reina (1569) Revisada por
Cipriano de Valera (1602) Revisión de 1960. Sociedades Bíblicas Unidas, 1993
[6] Hechos 17:11
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