miércoles, 28 de enero de 2015

SALMO 23




Los nombres de Dios revelados 

en el Salmo 23


Introducción


Por casi 30 siglos el Salmo 23 has sido uno de los pasajes más amados de la Biblia. Spurgeon lo llamó la "perla de los salmos". Miles han memorizado estas sencillas palabras escritas por un humilde pastor de ovejas. Este salmo se usa en bodas, bautismos y funerales. En él se encuentra UN ESTADO de bienestar, esperanza, paz y protección. El salmo está compuesto por solamente 104 palabras, sin embargo, estas 104 palabras penetran lo más profundo de nuestro ser y es la fundación sólida que nos sostiene durante los momentos más difíciles de nuestra vida.
Para una persona urbana del siglo 21, la figura de un pastor y un rebaño puede no ser algo con significado o que cause inspiración, sin embargo, creo que no hay otra generación que más haya necesitado de un Buen Pastor. El mundo en que vivimos hoy, los problemas que individual y colectivamente enfrentamos es alarmante. La humanidad busca y necesita un refugio, busca algo que satisfaga sus almas, algo que llene el gran vacío que hay.
La posición del salmo es digna de notar. Sigue al Salmo 22, que peculiarmente es el salmo de la cruz. Allí no hay pastos verdes, ni aguas de reposo. Nuestra atención se enfoca en las palabras "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" Entonces está enseguida éste salmo preciado con sus palabras "Jehová es mi pastor..." Tenemos que  experimentar y saber el valor de la sangre que fue derramada. Debemos ver la espada que salió en contra del Buen Pastor antes que podamos entender la dulzura del Salmo 23.
¿Qué fue lo que impulsó a David a escribir este "canto"?


Si miramos detalladamente, encontramos que el salmo encierra algo más profundo que palabras de bálsamo emocional. Este salmo encierra una gran verdad teológica que, sin duda, David había experimentado y por consiguiente, supo expresarlo en forma poética. Aquí se encuentra la naturaleza de Dios expresa por ocho de sus nombres.
El primero:
1. Jehová Rahah o Rohi (Jehová es mi pastor) ¿Por qué le compara David con un pastor? David tenía buen conocimiento de lo que encierra el ser pastor.
a. El pastor conoce a sus ovejas: "Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas, y las mías me conocen" (Juan 10:14).
b. El pastor se relaciona con sus ovejas. "...Las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre,... y las ovejas le siguen, porque conocen su voz" (Juan 10:3,4).
c. El pastor ama sus ovejas. "...tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor" (Mateo 9:36).
d. El pastor las alimenta y cuida de ellas para que tengan buena calidad  de vida. "yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10).
e. El pastor se sacrifica por ellas. "el buen pastor su vida da por las ovejas" (Juan 10:11). "pongo mi vida por las ovejas" (Juan 10:15).
Enseguida de Adonai Rohi tenemos:

2. Jehová Jireh (Jehová proveerá) ... nada me faltará...
El Pastor alimenta y sacia la sed de sus ovejas. "Yo soy el Pan de Vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que a en mí cree, no tendrá sed jamás." (Juan 6:35).
Porque Jehová es el Pastor, sabemos que Él satisface nuestro ser completamente. No necesitamos más que al Pastor. Aquella persona que tiene a Cristo como el Buen Pastor no necesita buscar nada en otro lado. El llena, satisface. Aún el más pobre materialmente puede descansar y saber que Dios provee todo lo necesario, tanto material como espiritualmente. El salmista lo dice tan elocuentemente en el Salmo 37:25 "joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan." Cuente todas las veces que el Pastor ha satisfecho sus necesidades.
Y si satisface, podemos tener paz...
3. Jehová Shalom (Jehová es paz) "en lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará."
Es tan interesante que las ovejas no pueden reposar a menos de que suceda lo siguiente. Necesitan estar:

a. libres de temor, o sea, de fieras.
b. libres de contiendas entre ellas mismas.
c. libres de cosas que les molesten, como moscas u otros parásitos.
d. libres de hambre, deben haber ya comido y estar llenas.
Todo esto se traduce a "paz". Las ovejas necesitan descansar para digerir lo que han comido. Pero para poder "descansar" necesitan tener paz. El pastor provee tal paz. Nosotros tenemos paz en medio de todo porque Cristo es nuestro pastor de pastores. Viene el león rugiente, o un desacuerdo con un hermano, o cosas que nos molestan, inclusive la necesidad de comida espiritual. Cristo dijo que Él es nuestro pan, pero también nos asegura que Él nos da paz, no como el mundo la da. Su paz es tal que podemos dejarle todas nuestras cargas: Porque Él es nuestra paz... Efesios 2:14, pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz... 1ª Corintios 14:33
El tener paz nos lleva a la salud, tanto física como espiritual. Vemos pues al v. 4. Jehová Rafa (yo soy Jehová tu sanador) "Confortará mi alma..." (En la Biblia de las Américas dice, restaura mi alma). Un alma decaída es la que necesita ser restaurada.

La palabra "decaída" es usada por los pastores y significa que la oveja se ha volteado y está sobre sus espaldas y no puede restaurarse por sí misma.
1. Esto le sucede con frecuencia a las ovejas engordadas, de lana larga o preñada y precisamente cuando están "descansando". Allí está la ovejita muy en paz. Busca un hueco en la tierra, una cunita por decir, se recuesta y estira sus patitas para relajarse pero no se da cuenta que se ha estirado demás y pierde el equilibrio y se cae de espaldas. Ha perdido el centro de gravedad y se queda desvalida e indefensa.
2. Si el pastor no interviene, puede suceder algo desastroso. La oveja se llena de pánico y su estómago comienza a crear gases por la tensión y nervios. La circulación de la sangre hacia sus patitas se detiene, y puede morir la oveja en unas cuantas horas, sobre todo si está caliente.
El pastor mira que una oveja está "decaída", en peligro de muerte, corre y comienza a mecerla para que pueda pararse. Entonces le comienza a sobar las piernas para que la sangre comience a fluir otra vez y dar vida. "Le sana sus rodillas paralizadas". Al principio está muy temblorosa, pero luego se le pasa y regresa al pasto, feliz de estar presa y sale contenta. Este es el cuadro de "restaurar el alma". El alma que está al borde de la muerte necesita ser restaurada, necesita sanidad completa.
Por esto podemos decir como el salmista, "Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades y sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida".
Cuando el Pastor restaura, la oveja es hecha "justa". Vemos su función en el v. 5. Jehová Tsidkenu (Jehová justicia nuestra) "...Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre."
La palabra justicia puede que asuste a la gente o que no signifique nada para ellos. La palabra originalmente significaba "la senda correcta". Hay una senda correcta. Las ovejas no tienen buen sentido de dirección. Se pierden fácilmente. Necesitan la dirección del pastor. La Palabra del Señor claramente nos dice "que como ovejas nos hemos descarriado, cada cual por su camino". También las ovejas necesitan dirección pues si se dejan solas, siguen comiendo y pasando por las mismas sendas y devastan el terreno, lo dejan casi muerto. Necesitan moverse de lugar en lugar. Es  "por amor de su nombre", el nombre de Dios que equivale a tener por cierto lo que Él dice. Es que Él nos dirige por sendas de justicia, por la senda correcta. Y nos apacienta en lugares deleitosos.
Este nombre revela la faceta del carácter de Dios que opera la redención por medio de la cual la humanidad queda plenamente restaurada en su relación con Dios. Jesucristo, nuestro Jehová-tsidkenu, tomó nuestro lugar (Romanos 5:17-19). El nombre 'Jehová nuestra justicia' revela el cómo somos aceptados por Dios, "El que no conoció pecado fue hecho pecado por nosotros", y la medida que sería tomada para nuestra aceptación "para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él" (2ª Corintios 5:21). Las promesas del Salmo 23 son veraces por Dios lo promete. Él pone su nombre como sello sobre ellas para decir "así será" y es auténtica la obra que se hizo.
Y porque el Pastor nos lleva, podemos decir que estamos bajo... 6. Jehovah Nissi (Jehová mi bandera o victoria) "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores."
La palabra Nissi significa bandera, cobertura, protección, estandarte o victoria. La palabra estandarte también puede traducirse como "mástil, emblema o pendón". Entre los judíos esta palabra también denota 'milagro'. Era costumbre que como insignia o estandarte se levantaba una señal que representaba la causa de Dios, su batalla, y era señal de liberación.
Phillip Keller en su libro, The Shepherd Looks at the 23rd Psalm, explica que al llegar el invierno, hay que mover a las ovejas de la montaña a los valles; y es un tiempo sumamente peligroso. Una oveja puede dar un mal paso, y puede caer al precipicio, puede ser atacada por una fiera escondida en una hendidura oscura, o puede ser arrasada por inundaciones repentinas. Y porque las montañas tapan al sol es que se le denomina "el valle de sombra o muerte". Pero Jehová-Nissi saca victoriosamente a su rebaño del valle de sombre o muerte".
El Pastor usa su vara de una manera experta para sacar su rebaño del valle de al sombre y muerte y llevarla a los pastos deleitosos. Para nosotros es difícil entender como la vara y el cayado puede infundir aliento. Al estudiar me di cuenta que David usaba su vara y cayado de esta manera: las ovejas pasaban por debajo de su cayado para ser contadas. (Levítico 27:32). Usaba su vara (vara por un lado y cayado por el otro) para espantar a los perros o animales que podrían asustar a las ovejas. Es de aliento a saber  que "Jehová enviará desde Sion la vara de su poder; Domina en medio de tus enemigos" (Salmo 110:2).
Pero la vara se usaba de otra manera también. En ella se grababa toda victoria que Dios les daba al líder del clan y a su familia. La vara servía como un testimonio escrito del poder y cuidado de Dios. Tenemos el ejemplo de la vara de Aarón que estaba en el arca de testimonio, estaba allí porque precisamente estaba grabado en ella TODO lo que Dios hizo por el pueblo durante los 40 años en el desierto. Es por esto que dice David "tu vara y tu cayado me infundirán aliento". Porque podía ver en retrospectiva todas las veces que Dios había estado con él y lo había librado. A nosotros nos infunde aliento el testimonio, escrito en nuestros corazones, en nuestras mentes. Otra cosa interesante, el "legislador" o vara se pasaba del padre al hijo mayor como testimonio de Dios por todas las generaciones. Su testimonio nos da aliento cuando estamos en el valle de sombra y muerte porque sabemos que Él nos sacará victoriosos por Él es el Gran Vencedor. Es por eso que Pablo nos dice Palabra, "Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, o muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?" Porque aún la muerte misma, para nosotros, las ovejas de su prado, es victoria. ¡El vivir es Cristo y morir es ganancia!
En el ver. 5 sigue "Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores".
El cuadro sigue con victoria. El enfoque aquí está en el Pastor que prepara el terreno donde apacentará las ovejas. Quita cualquier cosa que pueda lastimar a las ovejas, rocas ásperas, plantas venenosas, y predadores. Luego las trae a comer. Las fieras están entre los peñascos mirando con hambre al rebaño que está en banquete. Es así que el Pastor nos alimenta a sus ovejas, en presencia del enemigo. El hecho de que "adereza mesa" significa que no hay prisa ninguna. Significa que el Pastor quiere permanecer con su rebaño y con calma. Así nos nutre, nos apacienta, nos da un banquete, hay celebración. Para mostrarle a tus enemigos que Dios es tu proveedor. Para celebrar que Él es tu Sustentador. Para que tus enemigos vean que Dios es tu cobertura. Para que puedas tener paz que sobrepasa todo entendimiento. Pues tus enemigos, tanto humanos como espirituales, te pueden ver pero no te pueden tocar. Es testimonio a los demás, porque así como tú tienes alimento, otros también pueden tener si se amparan bajo el cuidado del Pastor, el victorioso.
Es tan maravilloso saber que el banquete trae otra costumbre bella... 7. Jehovah M'Kaddesh (Jehová el santificador) El Pastor hace una mezcla de aceite de oliva, azufre, y especias para proteger a las ovejas de los insectos y para promover la salud de la piel y evitar infecciones de la piel y la unge. El aceite era algo muy significativo para los del medio oriente. El tener abundancia de aceite era señal de riqueza. Cuando se hacían grandes fiestas se usaban aceites aromáticos para ungir a los invitados de honor. (Isaías 61:1-3) El santificar significa apartar, hay que recordar que también se ungían a los reyes y los sacerdotes.
El Pastor te ha ungido con el Espíritu Santo para llevar las buenas nuevas. En la Biblia judía este versículo dice "me unges de una copa que rebosa", o sea, que la copa de la unción no se terminará, que rebosa siempre.
Porque la copa de la unción es perenal, podemos decir... 8. Jehovah Shama (Jehová está presente) "Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días."
Jehová-Shama es la palabra hebrea que significa el omnipresente, el Uno que todo lo llena. Esta es la promesa de un Dios santo que habita en medio de su pueblo. Es la promesa de su presencia. La presencia misma de Dios está en los creyentes, que son el templo del Espíritu Santo (Efesios 2:20-22). La palabra que se usa para 'templo' en el verso 21 no se refiere al templo en general, sino al santuario. En el santuario se levantaba el altar del incienso, y en el lugar santísimo estaba el propiciatorio, cubierto por la presencia divina o shekinah. Ahora, nosotros somos templo de barro, llenos de la gloriosa presencia de Dios. Y eso no es todo, Jesús ha prometido, "No te desampararé ni te dejaré" (Hebreos 13:5).
En este salmo, David afirma, "Jehová, Tú has estado conmigo toda mi vida. Estuviste allí cuando cuidaba el rebaño de mi padre y luché con el león y el oso. Estuviste presente cuando me enfrenté al gigante filisteo. Estuviste allí cuando Saúl trató de quitar mi vida. Estuviste allí cuando traje el arca a Jerusalén. Estuviste conmigo en cada batalla que peleé.
Estuviste allí cuando cometí adulterio y necesité tu perdón. Durante toda mi vida, tú has estado allí. En el Salmo 139 David habla con tanta precisión de la presencia de Dios.
Y hace la pregunta ¿a dónde huiré de tu presencia? Dios está presente en todo lugar y David lo sabía muy bien. Dios mira lo más profundo de nuestro corazón. A Él no le podemos engañar.
Pero también David sabía que Dios estaría presente en la eternidad. Sus últimas palabras de este Canto del Pastor, dicen que moraría en la Casa de Jehová por largos días. El no estaba hablando de la morada terrenal. David bien sabía de la morada celestial.
En Juan 14:3 "Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que done yo estoy, vosotros también estéis." David creía en las promesas de Dios. No fue con arrogancia o presunción que David escribió estas palabras. Más bien las escribió con fe y firmeza.
Conclusión.
David tenía una relación especial con el Yo Soy—Jehová Ra'ah (Jehová es mi pastor), Jehová Yireh (Jehová proveerá), Jehová Shalom (Jehová es paz), Jehová Rafa (yo soy Jehová tu sanador), Jehová Tsidkenu (Jehová justicia nuestra), Jehovah Nissi (Jehová mi bandera o victoria), Jehovah M'Kaddesh (Jehová el santificador) y Jehovah Shama (Jehová está presente). David pudo aplicarse los nombres de Dios y los expresó tan elocuentemente en el Salmo 23.
LLAMADO: Si como una oveja descarriada no puedes encontrar las sendas de justicia, espera allí que el Pastor venga para cogerte en sus brazos. El te redimirá y pondrá tus pies en las sendas de justicia. El te nutrirá, estará contigo en los tiempos de dificultad, te dará abundancia y te mostrará su misericordia y su amor eterno y algún día podrás morar en la casa de Jehová todos los días. ¿Está listo? Acepta la invitación del Señor.
Si Dios es tu Pastor, ven y agradece todo lo que Él ha hecho. La mesa está servida en presencia de nuestros enemigos. Aquí en el altar no nos puede tocar el diablo.

SOLI DEO GLORIA
REV. RUBEN DARIO DAZA

domingo, 18 de enero de 2015

Salmo 85, Inclina tu oído, Señor, escúchame



Salmo 85, Inclina tu oído, Señor, escúchame

Invocación
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Dios mío, ven a mi auxilio. Señor date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como eran en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos amen.


 SALMO 85


 Oración de un pobre ante las dificultades

v.1 Inclina tu oído, Señor, escúchame,
que soy un pobre desamparado;
v.2 protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu siervo, que confía en ti.

v.3 Tú eres mi Dios, ten piedad de mí, Señor,
porque a ti te estoy llamando todo el día;
v.4 alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti;

v.5 porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
v.6 Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.

v.7 En el día del peligro te llamo,
y tú me escuchas.
v.8 No tienes igual entre los dioses, Señor,
ni hay obras como las tuyas.

v.9 Todos los pueblos vendrán
a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
v.10 «Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios».

v.11Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad;
mantén mi corazón entero
en el temor de tu nombre.

v.12 Te alabaré de todo corazón, Dios mío;
daré gloria a tu nombre por siempre,
v.13 por tu gran piedad para conmigo,
porque me salvaste del abismo profundo.

v.14 Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí,
una banda de insolentes atenta contra mi vida,
sin tenerte en cuenta a ti.

v.15 Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,
lento a la cólera, rico en piedad y leal,
v.16 mirame, ten compasión de mí.

Da fuerza a tu siervo,
salva al hijo de tu esclava;
 v.17 dame una señal propicia,
que la vean mis adversarios y se avergüencen,
porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.


 Oración a Dios ante las dificultades.


1. PRIMERA LECTURA: CON ISRAEL

* Este salmo es una SUPLICA, mediante palabras muy sencillas. Hagamos el ensayo de repetir, seguidamente los quince imperativos (quince "peticiones") contenidas en este poema, tal como lo hemos indicado más arriba. ¡Qué maravilloso! ¡Qué súplica! Pero este salmo es también un HIMNO, que canta, con igual ritmo, al absoluto de "Dios-sólo", y el amor-fiel de Dios. Observemos y recitemos las trece repeticiones de la palabra "Señor", "Dios"... ¡Qué insistencia! ¡Qué conversación!

"¿Quién" es este hombre que suplica y alaba? Se presenta él mismo mediante dos características. Es ante todo un "Hassid", un "fiel", un "servidor de Dios", es alguien que se siente de Dios, totalmente "orientado hacia" Dios, mediante la fe y la confianza. Es igualmente un "Anawim" un "pobre", un "desgraciado", que ora desde su situación: angustia, opresión por parte de los orgullosos y los poderosos. Alguien que pide ser liberado del mal, de todo mal, es decir de sus "enemigos", pero también del "sheol" (abismo de los muertos), y del pecado (todo lo que se opone a Dios).

¿A qué Dios se dirige? Al Dios "lleno de HESSED", el Dios lleno de "AMOR" (expresión que se repite dos veces). Las dos palabras "hessed" y "hassid" son correspondientes: todo se resume así: hay un Dios que es "amor", y un hombre que está "enamorado"...

SEGUNDA LECTURA: CON JESÚS

** El salmo culmina con una última "súplica": "Señor, haz conmigo un signo de bondad...". Imaginémonos a Jesús recitando este salmo. Sí, Jesús es el verdadero "signo" de Dios. El que nos saca del abismo de la muerte"... El que nos "libera de nuestros enemigos"... Quien manifiesta la "Hessed" de Dios.

En el "Padrenuestro", Jesús tomó varias peticiones de esta oración. "Santificado sea tu nombre... Todas las naciones glorificarán tu nombre...". "Perdona nuestras ofensas... Tú, que eres bueno y perdonas...". Los padres de la Iglesia, y los místicos de todos los tiempos, recitaron gustosos los salmos "con Jesús", y "en nombre de Jesús".

Recitemos este salmo, poniéndolo en labios de Jesús a lo largo de la Pasión: "Inclina tu oído, Señor, escúchame que soy un pobre desamparado... En el día del peligro te llamo... Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí, una banda de insolentes atenta contra mi vida; mírame, ten compasión de mí, haz de mi un ser que sea 'SEÑAL' de bondad... que lo vean mis enemigos y se avergüencen, porque tú, Señor, me ayudas y consuelas"... 

Una vez más, somos llevados a la "resurrección", a SER "señal", al único cuya "señal" es por el que siente y hace Jesús. "Esta generación pide señales: no se le dará otro que el de Jonás, que permaneció tres días en el seno del monstruo marino..." (Mateo 12,39-40).


TERCERA LECTURA CON NUESTRO TIEMPO ORAS/FORMALISTAS

*** "Escucha, responde, mira, oye". Oración familiar, que utiliza las palabras más sencillas del diálogo humano. En la oración, estamos ante "alguien". ¡Alguien que nos mira! ¡Alguien que nos escucha! ¡Alguien que nos ama! Es el balbuceo de la oración. Nuestras oraciones son a menudo vacías y formalistas porque nos contentamos con repetir mecánicamente palabras y palabras y palabras... Cuando lo que necesitamos es tomar conciencia de una "presencia".

"Soy pobre, te llamo el día de mi angustia". Cada uno de nosotros tenemos pobrezas y angustias personales... Desde allí debemos orar. No debemos ser altivos ante Dios, ni poner nuestras pruebas entre paréntesis. Dios mismo nos invita a transformarlas en oraciones.

"Todas las naciones se postrarán ante Ti". La oración más íntima, la oración más individual (aquí domina el "yo" y el "mí") nunca debe excluir una dimensión de solidaridad más amplia. Aun cuando me encuentro solo, en mi habitación, "todas las naciones" del planeta están allí, conmigo, ante Ti.

"Unifica mi corazón...". La oración más original de este salmo. Dejemos resonar esta petición en el fondo del corazón. "¡Unifica mi corazón!". Que mi corazón todo entero sea para Ti. Que Dios haga en mí ia unidad. Una de las causas de desequilibrio en nuestro mundo moderno es la dispersión, la tensión en todo sentido. ¡Qué apacible es la vida de quien ha encontrado la unidad en su ser!



2. «Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad».

Hoy pido que me guíes, Señor. Me encuentro a veces tan confuso, tan perplejo, cuando tengo que decidirme y dejar al lado una opción para tomar otra, que he comprendido al fin que es mi falta de contacto contigo lo que me hace perder claridad y perderme cuando tengo que tomar decisiones en la vida. Pido la gracia de sentirme cerca de ti para ver con tu luz y fortalecerme con tu energía cuando llega el momento de tomar las decisiones que marcan ¡ni paso por el mundo.

A veces son factores externos los que me confunden. Qué dirá la gente, qué pensarán, qué resultará... y luego, todo ese conjunto de ambiente, atmósfera, prejuicios, modas, críticas y costumbres. No sé definirme, y me resulta imposible ver lo que realmente quiero, decirlo y hacerlo. Te ruego, Señor, que limpies el aire que me rodea para que yo pueda ver claro y andar derecho.

Y más adentro, es la confusión interna que siento, los miedos, los apegos, la falta de libertad, la nube de egoísmo. Allí es donde necesito especialmente tu presencia y tu auxilio, Señor. Libérame de todos los complejos que me impiden ver claro y elegir lo que debería elegir. Dame equilibrio, dame sabiduría, dame paz. Calma mis pasiones y doma mis instintos, para que llegue a ser juez imparcial en mi propia causa y escoja el camino verdadero sin desviaciones.

Guíame en las decisiones importantes de mi vida y en las opciones pasajeras que componen el día y que, paso a paso, van marcando la dirección en la que se mueve mi vida. Entréname en las decisiones sencillas para que cobre confianza cuando lleguen las dificiles. Guía cada uno de mis pasos para que el caminar sea recto y me lleve en definitiva a donde tú quieres llevarme.

«Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad».





3. Oración a Dios ante las circunstancias desfavorables

1. El salmo 85, que se acaba de proclamar y que será objeto de nuestra reflexión, nos brinda una sugestiva definición del orante. Se presenta a Dios con estas palabras: soy "tu siervo" e "hijo de tu esclava" (v. 16). Desde luego, la expresión puede pertenecer al lenguaje de las ceremonias de corte, pero también se usaba para indicar al siervo adoptado como hijo por el jefe de una familia o de una tribu. Desde esta perspectiva, el salmista, que se define también "fiel" del Señor (cf. v. 2), se siente unido a Dios por un vínculo no sólo de obediencia, sino también de familiaridad y comunión. Por eso, su súplica está totalmente impregnada de abandono confiado y esperanza.

Sigamos ahora esta plegaria que el Salmista nos propone al inicio de una jornada que probablemente implicará no sólo compromisos y esfuerzos, sino también incomprensiones y dificultades.

2. El Salmo comienza con una intensa invocación, que el orante dirige al Señor confiando en su amor (cf. vv. 1-7). Al final expresa nuevamente la certeza de que el Señor es un "Dios clemente y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad y leal" (v. 15; cf. Ex 34, 6). Estos reiterados y convencidos testimonios de confianza manifiestan una fe intacta y pura, que se abandona al "Señor (...) bueno y clemente, rico en misericordia con los que te invocan" (v. 5).

En el centro del Salmo se eleva un himno, en el que se mezclan sentimientos de gratitud con una profesión de fe en las obras de salvación que Dios realiza delante de los pueblos (cf. vv. 8-13).

3. Contra toda tentación de idolatría, el orante proclama la unicidad absoluta de Dios (cf. v. 8). Luego se expresa la audaz esperanza de que un día "todos los pueblos" adorarán al Dios de Israel (v. 9). Esta perspectiva maravillosa encuentra su realización en la Iglesia de Cristo, porque él envió a sus apóstoles a enseñar a "todas las gentes" (Mt 28, 19). Nadie puede ofrecer una liberación plena, salvo el Señor, del que todos dependen como criaturas y al que debemos dirigirnos en actitud de adoración (cf. Sal 85, v. 9). En efecto, él manifiesta en el cosmos y en la historia sus obras admirables, que testimonian su señorío absoluto (cf. v. 10).

En este contexto el salmista se presenta ante Dios con una petición intensa y pura: "Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad; mantén mi corazón entero en el temor de tu nombre" (v. 11). Es hermosa esta petición de poder conocer la voluntad de Dios, así como esta invocación para obtener el don de un "corazón entero", como el de un niño, que sin doblez ni cálculos se abandona plenamente al Padre para avanzar por el camino de la vida.

4. En este momento aflora a los labios del fiel la alabanza a Dios misericordioso, que no permite que caiga en la desesperación y en la muerte, en el mal y en el pecado (cf. vv. 12-13; Sal 15, 10-11).

El salmo 85 es un texto muy apreciado por el judaísmo, que lo ha incluido en la liturgia de una de las solemnidades más importantes, el Yôm Kippur o día de la expiación. El libro del Apocalipsis, a su vez, tomó un versículo (cf. v. 9) para colocarlo en la gloriosa liturgia celeste dentro de "el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero": "todas las naciones vendrán y se postrarán ante ti"; y el Apocalipsis añade: "porque tus juicios se hicieron manifiestos" (Ap 15, 4).

Lutero dedicó a este salmo un largo y apasionado comentario en sus Exposiciones sobre los Salmos, transformándolo en un canto de Cristo y del cristiano. La traducción latina, en el versículo 2, de acuerdo con la versión griega de los Setenta, en vez de "fiel" usa el término "santo": "protege mi vida, pues soy santo". En realidad, sólo Cristo es santo, pero -explica Lutero- también el cristiano se puede aplicar a sí mismo estas palabras: "Soy santo, porque tú me has santificado; porque lo he recibido (este título), no porque lo tuviera; porque tú me lo has dado, no porque yo me lo haya merecido". Por tanto, "diga todo cristiano, o mejor, diga todo el cuerpo de Cristo; clame por doquier, mientras sufre las tribulaciones, las diversas tentaciones, los innumerables escándalos: "protege mi vida, pues soy santo; salva a tu siervo que confía en ti". Este santo no es soberbio, porque espera en el Señor".

5. El cristiano santo se abre a la universalidad de la Iglesia y ora con el salmista: "Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor" (Sal 85, 9). Y Lutero comenta: "Todos los pueblos en el único Señor son un solo pueblo y forman una unidad. Del mismo modo que existen la Iglesia y las Iglesias, y las Iglesias son la Iglesia, así ese "pueblo" es lo mismo que los pueblos. Antes eran pueblos varios, gentes numerosas; ahora forman un solo pueblo. ¿Por qué un solo pueblo? Porque hay una sola fe, una sola esperanza, una sola caridad, una sola espera. En definitiva, ¿por qué no debería haber un solo pueblo, si es una sola la patria? La patria es el cielo; la patria es Jerusalén. Y este pueblo se extiende de oriente a occidente, desde el norte hasta el sur, en las cuatro partes del mundo".

Desde esta perspectiva universal, nuestra oración litúrgica se transforma en un himno de alabanza y un canto de gloria al Señor en nombre de todas las criaturas.


 Oración I: Inclina tu oído, Señor, a nuestras súplicas y ten piedad de nosotros, tú que eres bueno y clemente; ten piedad, Señor, de nosotros, pues a ti estamos llamando todo el día; salva a los hijos de tu esclava, ayúdanos y consuélanos. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.


Oración II: Escúchanos, Señor, que somos unos pobres y desamparados; enséñanos tu camino y haz que nos mantengamos durante todo el día en el temor de tu nombre; que, aunque nos veamos sumergidos en el abismo profundo, sepamos confiar en tu grande piedad para con nosotros y bendecir tu nombre por los siglos de los siglos.

Amen !!



 REV. RUBEN DARIO DAZA


miércoles, 14 de enero de 2015

Liturgia Domingo 18 de enero 2015




Domingo, 18 de enero de 2015

SEGUNDO DOMINGO – TIEMPO ORDINARIO – Ciclo B
  1. Vengan y Vean
  2. Nosotros También Somos Llamados

Saludo:
Los cuerpos de ustedes
son miembros que conforman el cuerpo de Cristo.
Todo el que se une al Señor forma un solo espíritu con él.
Utilicen su cuerpo para la gloria de Dios.
Que Jesús, el Señor, esté siempre con ustedes.

Introducción:

1.- Vengan y Vean

 Nosotros, los cristianos, ¿hemos encontrado realmente al Señor? Desde luego que sí; creemos en él, le pedimos, oímos su mensaje proclamado domingo tras domingo, y quizás hemos leído en privado los Evangelios, pero nuestro encuentro con el Señor en persona debería afectarnos mucho más profundamente. Solamente así puede nacer y desarrollarse una profunda comprensión, una relación afectuosa e íntima con él y un sentido real de nuestra misión en la vida. Vengan ustedes, aceptemos su invitación a "ir y ver" lo que él nos ofrece y también lo que nos pide. Él está aquí con nosotros en la Eucaristía. Pidámosle que nos muestre dónde vive, quién es, y qué espera de nosotros.
 
2. Nosotros También Somos Llamados

 Aun antes de que pudiéramos conocerle, Dios nos llamó por nuestro nombre, al ser bautizados. Nos llamó a ser sus hijos e hijas y nos dio a cada uno de nosotros una tarea en la Iglesia. La vocación no se restringe sólo a los líderes, ancianos, diáconos y pastores, sino que hay un llamado dirigido a todos nosotros. Este llamado nos llegó no sólo una vez, cuando nos hicimos hijos de Dios en el bautismo. Dios sigue llamándonos día tras día a vivir como hijos suyos y a trabajar por su reino. --- Las lecturas que escucharemos en esta celebración eucarística son palabra de Dios y llamado para nosotros hoy. El sacrificio que ofrecemos con Jesús nuestro Señor nos compromete a responder generosamente al llamado de amor de Dios.
 
  1. ORACIÓN DE PERDÓN.
  2. ¡Si hubiéramos prestado mayor atención a la Palabra y al llamado del Señor…!
    Le pedimos ahora perdón.

  • Señor Jesús, tú nos hablas cuando dejas que tu Espíritu nos mueva a hacer lo que es bueno y justo para los hermanos. Danos la gracia de escuchar tu voz. Señor, ten piedad de nosotros.
  • Señor Jesucristo, tú nos hablas cuando nuestros pastores y profetas nos recuerdan cómo podemos servirte a ti y a nuestro prójimo. Danos la gracia de escuchar tu voz.
  • Señor Jesús, tú nos hablas cuando la gente apela a nuestro sentido de justicia, misericordia o compasión. Danos la gracia de escuchar tu voz.
Perdónanos, Señor, de haber prestado oídos sordos cuando nos has hablado.
Haz que estemos dispuestos a escucharte y llévanos a la vida eterna.




Primera Lectura (1 Sam 3,3b-10. 19): Habla, Señor, Que Tu Siervo Escucha
El joven Samuel responde a la misteriosa llamada de Dios para entregarse enteramente a su servicio.

Segunda Lectura (1 Cor 6,13b-15a. 17-20): El Cuerpo de Ustedes Es el Templo del Espíritu
A los discípulos de Corinto, que viven en una ciudad portuaria con marcada inmoralidad sexual, San Pablo les dice: El cuerpo de ustedes es sagrado para Dios, ya que es templo del Espíritu Santo.

Evangelio (Jn 1,35-42): Vengan y Vean.
Dos discípulos de Juan se encuentran con Jesús y él les llama a quedarse con él. En cuanto le conozcan mejor, le seguirán.

Oración de la Iglesia


 En el bautismo Dios nuestro Padre nos ha llamado para no pertenecer ya a nosotros mismos, sino para vivir para Dios y para los hermanos. Pidamos a nuestro Padre del cielo que sepamos responder siempre a su llamado en las circunstancias concretas de nuestra vida, y digamos:


¡Habla, Señor, que tus siervos y siervas escuchan!

  • Por los que han sido llamados en la Iglesia a dirigir al pueblo de Dios, para que tengan el valor de difundir el evangelio de Jesucristo hasta los confines de la tierra, sin componendas y sin temor, roguemos al Señor.
  • Por los que buscan sinceramente a Dios, para que el Señor ilumine sus mentes y mueva sus corazones a aceptarle y amarle, inspirados por la vida de otros cristianos entregados a la causa de Jesús.
  • Por los que tienen responsabilidad sobre otros a través de sus puestos de liderazgo, para que promuevan la justicia y el amor entre sus encomendados y para que sean abiertos y accesibles al pueblo en sus necesidades reales, roguemos al Señor.
  • Por todos nosotros, para que reconozcamos la voz de Cristo en los que nos suplican en su pobreza y en sus dificultades, siendo perseguidos por predicar tu palabra .
  • Por esta nuestra comunidad reunida en torno a la palabra y a la mesa eucarística del Señor, para que sepamos escuchar su voz como un llamado comprometedor y encontremos fuerza en la Cena del Señor para ayudarnos unos a otros en nuestro caminar hacia Dios, roguemos al Señor.
Oh Padre del cielo, te pedimos que, cuando nos llamas en los acontecimientos de la vida diaria, tu Santo Espíritu nos dé la actitud interior y la fortaleza para decir: "Señor, aquí estoy. Estoy dispuesto a hacer tu voluntad", unidos a Jesucristo nuestro Señor.

 Líbranos, Señor:

Líbranos, Señor, de todos los males,
y danos tu paz, tan necesaria en nuestros días.
Haz que estemos atentos a cada llamado
que venga de ti o de cualquier hermano que nos suplique.
Líbranos de todo pecado,
ya que destruye nuestra dignidad
de ser tus hijos y tu viva imagen.
Sé nuestra fuerza en las pruebas y tentaciones
y llévanos con esperanza y alegría
a la venida gloriosa
de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
 
Primera lectura
Lectura del primer libro de Samuel (3,3b-10. 19):


Samuel estaba acostado en el Templo del Señor, donde se encontraba el Arca de Dios. El Señor llamó a Samuel, y él respondió: «Aquí estoy». Samuel fue corriendo adonde estaba Elí y le dijo: «Aquí estoy, porque me has llamado». Pero Elí le dijo: «Yo no te llamé; vuelve a acostarte». Y él se fue a acostar.

El Señor llamó a Samuel una vez más. Él se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: «Aquí estoy, porque me has llamado». Elí le respondió: «Yo no te llamé, hijo mío; vuelve a acostarte». Samuel aún no conocía al Señor, y la palabra del Señor todavía no le había sido revelada. El Señor llamó a Samuel por tercera vez. Él se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: «Aquí estoy, porque me has llamado». Entonces Elí comprendió que era el Señor el que llamaba al joven, y dijo a Samuel: «Ve a acostarte, y si alguien te llama, tú dirás: Habla, Señor, porque tu servidor escucha». Y Samuel fue a acostarse en su sitio.

Entonces vino el Señor, se detuvo, y llamó como las otras veces: «¡Samuel, Samuel!» Él respondió: «Habla, porque tu servidor escucha».

Samuel creció; el Señor estaba con él, y no dejó que cayera por tierra ninguna de sus palabras.

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Salmo
Sal 39,2.4ab.7.8-9.10


Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito;
me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio.

Entonces yo digo: «Aquí estoy
–como está escrito en mi libro–
para hacer tu voluntad.»
Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas.

He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios;
Señor, tú lo sabes.

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Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (6,13c-15a.17-20):

El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor, para el cuerpo. Dios, con su poder, resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? El que se une al Señor es un espíritu con él. Huid de la fornicación. Cualquier pecado que cometa el hombre queda fuera de su cuerpo. Pero el que fornica peca en su propio cuerpo. ¿O es que no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en vosotros porque lo habéis recibido de Dios. No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros. Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!

Palabra de Dios
 

Evangelio del domingo

Evangelio según san Juan (1,35-42), del domingo, 18 de enero de 2015
 
Lectura del santo evangelio según san Juan
(1,35-42):

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Éste es el Cordero de Dios.»
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús.
Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?»
Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?»
Él les dijo: «Venid y lo veréis.»
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).»
Y lo llevó a Jesús.
Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro).»

Palabra del Señor

Comentario del Domingo 2º del Tiempo Ordinario - Ciclo B



                                 

Meditación

* En el primer capítulo de su Evangelio, Juan nos conduce a través de una especie de viaje temporal, en una semana, con tres repeticiones de la expresión “al día siguiente” (vv. 29, 35 y 43). Nuestro pasaje nos ubica en el segundo de estos momentos, el central, y por lo tanto el más importante, caracterizado por el itinerario físico y espiritual que hacen los primeros discípulos de Juan hacia Jesús. Es el “día siguiente” del encuentro, de la elección, del seguimiento.

* Nuestra escena está  atravesada de manera muy viva por el intercambio intenso de miradas: de Juan hacia Jesús (v. 35); de Jesús a los dos discípulos (v. 38); de los discípulos a Jesús (vv. 38-39); y finalmente es Jesús el que dirige nuevamente su mirada a nosotros, en la persona de Pedro (v. 42).

El evangelista utiliza verbos diferentes, pero todos cargados de distintos matices, de intensidad; no se trata de miradas superficiales, distraídas, fugaces, sino más bien de contactos profundos, intensos, que parten del corazón, del alma. Es así que Jesús, el Señor, mira a sus discípulos y nos mira a nosotros; es así también que nosotros deberíamos aprender a mirarlo a Él. De manera especial es bello el verbo que abre y cierra el pasaje: “fijar la mirada”, que significa literalmente “mirar dentro”.

* Jesús está  caminando por el mar, por las orillas de nuestra vida; es así que Juan lo retrata, lo fija, usando el verbo en el participio para decirnos que, en el fondo, Jesús aún hoy está pasando a nuestro lado, como en aquel día. También Él puede visitar y atravesarse en nuestras vidas; nuestra tierra puede acoger las huellas de sus pasos.

* Talvez el centro del pasaje se encuentra precisamente en el movimiento de Jesús; primero Él camina, luego se vuelve y se detiene, con la mirada, con el corazón, en la vida de los dos discípulos. Jesús “se vuelve”, es decir, cambia, se adapta, deja su condición de antes y asume otra. Jesús aquí se nos revela como Dios encarnado, Dios que ha descendido en medio de nosotros, hecho hombre. Se ha vuelto del seno del Padre y se ha dirigido a nosotros.

* Es bello ver cómo el Señor nos hace participar en sus movimientos, en su propia vida; Él, de hecho, invita a los dos discípulos a “venir a ver”. No se puede estar detenido cuando se ha encontrado al Señor; su presencia nos pone en movimiento, nos hace levantar de nuestras viejas posiciones y nos hace correr. Tratemos de recoger todos los verbos que hacen referencia a los discípulos en este pasaje: “siguieron” (v. 37); “le seguían” (v. 38); “fueron… vieron… se quedaron con Él” (v. 39).

* La primera parte del pasaje se cierra con la experiencia bellísima de los primeros dos discípulos que se quedaron con Jesús; lo han seguido, han entrado en su casa y se han quedado allí con Él. Es el viaje de la salvación, de la verdadera felicidad, que se ofrece también a nosotros. Basta solamente con aceptar quedarse, con ser firmes, decididos, estar enamorados, sin ir de acá para allá, hacia uno u otro maestro del momento, uno u otro nuevo amor de la vida. Porque cuando está Jesús, el Señor, cuando hemos sido invitados por Él, realmente no hace falta nada.

Algunas preguntas


* El relato temporal de esta parte del Evangelio, con sus “al día siguiente” nos hace entender que el Señor no es una realidad abstracta y distante, sino que Él entra en nuestros días, en nuestros años que pasan, en nuestra existencia concreta. ¿Me siento dispuesto a abrir a Él mi tiempo, a compartir con él mi vida? ¿Estoy listo a entregar en sus manos mi presente, mi futuro, para que sea Él quien guíe cada “día siguiente” de mi vida?

* Los discípulos realizan un bellísimo camino espiritual, evidenciado por los verbos “oyeron, siguieron, vieron, se quedaron”. ¿No deseo, yo también, comenzar esta bella aventura con Jesús? ¿Tengo los oídos abiertos para oír, para escuchar con profundidad y así yo también poder dar la misma respuesta positiva al Amor del Padre que desea llegar a mí? ¿Siento nacer en mí el gozo de poder comenzar un camino nuevo, caminando detrás de Jesús? ¿Tengo los ojos del corazón totalmente abiertos como para comenzar a ver lo que realmente sucede dentro de mí y a mi alrededor, y para reconocer en cada acontecimiento la presencia del Señor?

* Pedro recibe un nombre nuevo por parte de Jesús; su vida se ve completamente transformada. ¿Me atrevo, hoy, a entregar al Padre mi nombre, mi vida, mi persona toda, así como es, para que Él pueda generarme de nuevo como hijo, como hija, llamándome con el nombre que él, en su infinito Amor, ha pensado para mí?
 

Reflexionemos

La de Samuel debería ser nuestra actitud. Es bueno que sea un joven el que nos muestra el camino. Como serán otros jóvenes los que en el N T nos estimulen con su ejemplo en la misma dirección: la joven María de Nazaret contestando al ángel «hágase en mi según tu palabra» Dios nos sigue hablando: tendríamos que saber escuchar su voz en lo interior, o en los ejemplos y consejos de las personas, o en los acontecimientos de nuestra vida, o en las consignas de la Iglesia. No siempre son claras estas voces: Samuel reconoció a Dios a la tercera. Tendríamos que saber aconsejar a los demás cuando lo necesitan. Nunca sabemos cuándo puede ser eficaz nuestra palabra o nuestro ejemplo. Elí supo recomendar a Samuel el camino bueno. Confianza en el futuro de la Iglesia. Dios sigue llamando. En aquellas circunstancias, mil años antes de Cristo, se podía pensar que no habla futuro. Pero Dios llamó a Samuel. No tenemos que perder nunca la esperanza. Lo que nosotros tenemos que hacer es saber escuchar esa voz y ayudar a que sea oída por otros.

Oración final
El Señor es mi pastor, nada me falta;
en verdes praderas me hace reposar, y me conduce hacia aguas frescas.
Conforta mi alma, me guía por el camino justo
por amor de su nombre.
Aunque camine por valles oscuros,
no temo ningún mal, porque Tú estás conmigo.
                                    (del Salmo 23)



SOLI DEO GLORIA

viernes, 2 de enero de 2015




A ALMA SOB CONTROLE - a mente.

Nesta lição vamos focalizar A ALMA e como colocá-la sob o controle do Espírito.

Vamos considerar em primeiro lugar o caso da nossa MENTE; é nela que Satanás costuma ganhar muito terreno, fazendo sempre pressão sobre o nosso modo de pensar. Como ele leva vantagem sobre nós nessa área!

Como você já sabe, a nossa mente - nosso intelecto e raciocínio - faz parte da nossa alma. A vida de Deus não é “raciocínio lógico”, ainda que ela não seja de nenhuma maneira irracional. Mas temos de tomar providências para que Satanás não controle o nosso modo de pensar.

É o pensamento do homem que Satanás ataca primeiro. Observe que quando se aproximou de Eva no Jardim do Éden, ele logo lançou dúvidas na mente dela:

"Ora, a serpente era o mais astuto de todos os animais do campo, que o Senhor Deus tinha feito. E esta disse à mulher: É assim que Deus disse: Não comereis de toda árvore do jardim?" (Gênesis 3:1)


É IMPORTANTE ENTENDER A SISTEMÁTICA DE SATANÁS


Primeiro ele lança em nossa mente uma sugestão que geralmente, é uma dúvida em relação a Deus. Se não rechaçarmos ou rejeitarmos tal sugestão (essa foi a falha de Eva), Satanás a reforça com outra dúvida ou sugestão e assim ele vai fazendo, sucessivamente, até que consegue o que pretende.

O apóstolo Pedro nos diz como devemos proceder:


“Sede sóbrios e vigilantes. O diabo, o vosso adversário, anda em derredor, como leão que ruge procurando alguém para devorar; RESISTI-LHE firme na fé ...” (1 Pedro 5:8-9)


E o apóstolo Tiago afirma: “... RESISTI ao diabo, e ele FUGIRÁ de vós.” (Tiago 4:7)


QUANDO VOCÊ RESISTE AO DIABO, ELE NÃO TEM OPÇÃO, ELE TEM DE FUGIR


E Satanás só ganha muito terreno na área da enfermidade simplesmente porque não rejeitamos a sua sugestão. Ele faz você pensar numa enfermidade qualquer, e se você não rejeitar a sugestão, ele a reforça com dores e sintomas a ponto de você SE CONVENCER de que está enfermo.

A enfermidade é uma MENTIRA de Satanás na qual a pessoa acredita.

Ouça o apóstolo Paulo: “... o pecado (e isso inclui a enfermidade, que veio ao mundo por causa do pecado) NÃO TERÁ DOMÍNIO sobre vós; pois não estais debaixo da lei, e sim, da graça.” (Romanos 6:14)


“... não deis lugar ao diabo.” (Efésios 4:27) 


Temos de reconhecer, no entanto, que Satanás ataca sutilmente, e de tal modo que chegamos a considerar perfeitamente razoáveis as suas sugestões maliciosas. Temos de ter muito cuidado nesse sentido, como nos adverte o apóstolo Paulo em 2 Coríntios cap 11 versos 3 e 14:

"Mas temo que, assim como a serpente enganou a Eva com a sua astúcia, assim também sejam de alguma sorte corrompidos os vossos entendimentos e se apartem da simplicidade e da pureza que há em Cristo... E não é de admirar, porquanto o próprio Satanás se disfarça em anjo de luz."

Veja, por exemplo, uma maneira que Satanás muito usa contra nós - A ansiedade, a qual muitas vezes parece ser algo “razoável”. Pedro nos exorta a respeito em 1 Pedro cap 5 verso 7:

"Lançando sobre ele toda a vossa ansiedade, porque ele tem cuidado de vós."

A palavra “ansiedade” no texto original quer dizer: “distração”, e isso expressa com muita propriedade toda a ação de Satanás na área da nossa mente, pois o que ele procura sempre é “destruir-nos” ou tirar o nosso pensamento da Verdade de Deus.

O Salmista nos faz uma exortação similar: “Confia (dá) os teus cuidados ao Senhor e Ele te susterá.”(Salmos 55:22)

E isso nos faz lembrar das palavras do Senhor Jesus: “Vinde a mim todos os que estais cansados e sobrecarregados, e eu vos aliviarei. Tomais sobre vós o meu jugo, e aprendei de mim, porque sou manso e humilde de coração, e achareis DESCANSO PARA AS VOSSAS ALMAS.” (Mateus 11:28-29) -Isso é descarregar-se.

Observe as palavras “ansiedade”, “cuidados”, “sobrecarregados”, mas conscientize-se mais na frase:“descanso para as vossas almas”.

Em virtude das contínuas e insistentes pressões que Satanás exerce sobre a nossa mente para “tirar-nos da Verdade de Deus”, e a nossa alma fica “cansada e sobrecarregada” de cuidados e ansiedade de toda natureza. Essa é uma estratégia de Satanás que visa roubar de nós o “descanso” que o Senhor Jesus veio nos dar. 

Na parábola do Semeador, o Senhor Jesus mostrou como Satanás opera nesse sentido:

"Outros ainda são aqueles que foram semeados entre os espinhos; estes são os que ouvem a palavra; mas os cuidados do mundo, a sedução das riquezas e a cobiça doutras coisas, entrando, sufocam a palavra, e ela fica infrutífera." (Marcos 4:18-19)

Por essa citação, dá para você entender por que Satanás procura controlar a nossa mente com ansiedades (distrações) etc.; é simplesmente para impedir que a Verdade de Deus se enraíze em nossos corações. Quando Satanás ataca você na mente, ele projeta dúvidas sobre a Verdade revelada pelo Espírito Santo, pois ele não quer que a Palavra dê fruto em sua vida.

Quando a Palavra de Deus dá fruto em sua vida, ela muda as suas atitudes e comportamento, para que Deus seja glorificado.


O Profeta Isaías disse, com muita precisão, como Deus quer manter a nossa mente livre da preocupação e no “descanso” da fé:


“Tu, Senhor, conservarás em perfeita paz aquele cuja MENTE (propósito) é firme; porque ele confia em Ti.” (Isaías 26:3)


Certamente a “perfeita paz” (paz em todas as áreas da vida) é algo que todos nós desejamos. E isso é uma possibilidade concreta, se não dermos atenção aos pensamentos errados. Quando falta a paz, há algo errado em nosso modo de pensar. 


A VOZ DO ESPÍRITO, OU SUGESTÃO DE SATANÁS? 


Há pessoas que não distinguem entre as sugestões maliciosas de Satanás e a voz do Espírito no coração. Pode-se observar que a voz do espírito vem como uma suave convicção que tende a persistir e a se confirmar cada vez mais, SEM NENHUM DESVIO DE TEOR. Deus é muito coerente, não muda de uma posição para outra. As sugestões de Satanás, no entanto vem como idéias e pensamentos soltos, geralmente bastante sem nexo e sem definição objetiva.

Satanás fomenta confusão e dúvida, mas a voz de Deus dá tranqüilidade e é sempre bastante clara, ainda que “suave”, sem tom ameaçador.

Temos observado que quando nos dispomos a atentar para a voz do Espírito em nosso íntimo, Satanás imediatamente nos ataca com pensamentos (na mente) contraditórios e confusos.

Mas como “firmar” a nossa mente no Senhor? 


"Ora, este é o pacto que farei com a casa de Israel, depois daqueles dias, diz o Senhor; porei as minhas leis no seu entendimento, e em seu coração as escreverei; eu serei o seu Deus, e eles serão o meu povo; e não ensinará cada um ao seu concidadão, nem cada um ao seu irmão, dizendo: Conhece ao Senhor; porque todos me conhecerão, desde o menor deles até o maior." (Hebreus 8:10-11)

Uma das atividades importantes do Espírito Santo em nossas vidas é fazer-nos lembrar de tudo o que o Senhor Jesus diz:


"Mas o Ajudador, o Espírito Santo a quem o Pai enviará em meu nome, esse vos ensinará todas as coisas, e vos fará lembrar de tudo quanto eu vos tenho dito." (João 14:26)

Ele procura “imprimir” a Verdade em nossas mentes. Para quê? Para fazer com que CONHEÇAMOS a Deus. 

Talvez você esteja pensando por que falamos tanto em meditar na Palavra de Deus e em confessá-la. É porque necessitamos dar a Deus todas as oportunidades para encher a nossa mente com a Verdade. Como você pode ver no versículo citado acima, Deus deseja IMPRIMIR a sua Palavra (chamada “lei” porque estabelece os princípios da Vida em Deus) em nossa MENTE.

É exatamente através da meditação na Palavra revelada pelo Espírito Santo aos nossos corações que damos oportunidade a Deus para “imprimir” a Verdade em nossa mente. Para recebermos os benefícios da obra redentora do Senhor Jesus em nossa vida quotidiana, necessitamos PENSAR direito, ou seja, PENSAR COMO DEUS PENSA.

"Pensai nas coisas que são de cima, e não nas que são da terra; porque morrestes, e a vossa vida está escondida com Cristo em Deus." (Colossenses 3:2-3)

"Pois os que são segundo a carne inclinam-se para as coisas da carne; mas os que são segundo o Espírito para as coisas do Espírito." (Romanos 8:5)

Então, você pode “inclinar-se” para a carne (satisfazer os desejos do corpo), ou você pode “inclinar-se para o Espírito (submeter-se à Verdade de Deus).

E COMO FUNCIONA ESSA "INCLINAÇÃO" OU "TENDÊNCIA"?

Nós “cogitamos” algo, isto é, pensamos em fazer determinada coisa. Aquele que “cogita” das coisas da carne pensa como o mundo pensa, mas aquele que “cogita” das coisas do Espírito pensa como Deus pensa, meditando na Palavra e refletindo sobre as coisas do Espírito.

Precisamos “considerar atentamente” as coisas de Deus:

"Lembrai-vos dos presos, como se estivésseis presos com eles, e dos maltratados, como sendo-o vós mesmos também no corpo." (Hebreus 13:3)

CUIDADO CONTÍNUO COM O QUE PENSA

Aquele que nasce de novo do Espírito e da Palavra tem de “vigiar” muito o seu modo de pensar. A vida no Espírito não se desenvolve segundo os modos de pensar da sociedade, nem segundo as “variadas doutrinas” e práticas formais de religiosidade:

"E não vos conformeis a este mundo, mas transformai-vos pela renovação da vossa mente, para que experimenteis qual seja a boa, agradável, e perfeita vontade de Deus." (Romanos 12:2)

É tarefa do Espírito Santo (que habita em nós) fazer com que entendamos a Verdade de Deus “Renovando a nossa mente”. Foi isso que o Senhor Jesus disse:

"Mas o Ajudador, o Espírito Santo a quem o Pai enviará em meu nome, esse vos ensinará todas as coisas, e vos fará lembrar de tudo quanto eu vos tenho dito." (João 14:26)

Em nossa sociedade e cultura: “O deus deste mundo tem nos cegado o entendimento." (1 Coríntios 4:4)

Não há nada em nossa cultura e religião formal que nos leve a uma vida vitoriosa em Cristo Jesus. Necessitamos de nos transformar pela RENOVAÇÃO da nossa MENTE e isso se faz através da Palavra de Deus. Observe o que diz Paulo:

“Os que se inclinam para a carne COGITAM das coisas da carne: mas os que se inclinam para o Espírito, das coisas do Espírito... o PENDOR da carne dá para a morte, mas o do Espírito para a vida e paz. Por isso o PENDOR da carne é inimizade contra Deus, pois não está sujeito à lei de Deus...”(Romanos 8:5-7)

Observe bem as palavras COGITAR e PENDOR. Você TENDE (o seu “pendor” é) a proceder e viver de acordo com aquilo que você PENSA (cogita). Quando você pensa e reflete sobre um procedimento carnal, você se inclina para aquilo e fatalmente nele cairá. Por outro lado, se você meditar, refletir e pensar nas coisas do Espírito, você viverá “segundo o Espírito” - na vitória do Cristo ressurrecto.

É simples assim mesmo. Por isso Deus nos enviou o Espírito Santo, para “Fazer com que lembremos tudo que o Senhor Jesus Cristo diz”.

É DE SUMA IMPORTÂNCIA QUE VIGIEMOS E CUIDEMOS DO NOSSO MODO DE PENSAR

"Derribando raciocínios e todo baluarte que se ergue contra o conhecimento de Deus, e levando cativo todo pensamento à obediência a Cristo." (2 Coríntios 10:5)

De que maneira? Ouça o que diz Hebreus cap 4 versos 11 e 12:

"Ora, à vista disso, procuremos diligentemente entrar naquele descanso, para que ninguém caia no mesmo exemplo de desobediência. Porque a palavra de Deus é viva e eficaz, e mais cortante do que qualquer espada de dois gumes, e penetra até a divisão de alma e espírito, e de juntas e medulas, e é apta para discernir os pensamentos e intenções do coração."

Para mantermos a nossa alma sob o controle do Espírito, temos de meditar e pôr em prática a Palavra de Deus.

Quando falamos da MENTE (parte da nossa alma onde Satanás muito ataca e ganha terreno), temos de fazer com que o nosso pensar permaneça realmente sob o controle da Verdade revelada em nosso CORAÇÃO, como vimos nos versículos acima. Por isso é muito importante a oração em línguas, pois através dela damos oportunidade ao Espírito Santo para “sondar - examinar” o nosso íntimo, para que possamos conhecer os “Pensamentos e propósitos do nosso próprio coração”.

Quem é você na realidade?

Como pensa você?

LEVIANAMENTE ou com a SERIEDADE DE CORAÇÃO?

Há um versículo interessante em Provérbios cap 23 versos 6 e 7:

"Não comas o pão do avarento, nem cobices os seus manjares gostosos. Porque, como ele pensa consigo mesmo, assim é; ele te diz: Come e bebe; mas o seu coração não está contigo."

Se você se mantiver atento, poderá ver que muitas vezes há “conflito” entre as “imaginações da alma” e os “intentos do coração”. É isso que o irmão Dave Roberson chama de homem real e o homem de fachada.

Como Satanás é perito em arrumar “fachadas” - aparências em nossa vida!

"Porque pela graça que me foi dada, digo a cada um dentre vós que não tenha de si mesmo mais alto conceito do que convém; mas que pense de si sobriamente, conforme a medida da fé que Deus, repartiu a cada um." (Romanos 12:3)

O Espírito Santo revela e expõe os “enfeites” que cobrem nossos “reais motivos e interesses”, para que a Palavra de Deus possa nos manter no equilíbrio “conveniente”. Muitas vezes essas “revelações” do nosso íntimo são tão “chocantes” que não temos coragem de enfrentá-las e acabar com elas.

Como vimos no início, a operação de Satanás em nossa mente é tão sutil e enganosa que necessitamos ter muito cuidado para que ele não nos encha de incredulidade e de doutrinas falsas com o objetivo de nos “distrair” da Verdade de Deus.

Por essa razão a oração em línguas e a meditação o tanto quanto possível na Palavra de Deus são importantes.

Em 1 Coríntios cap 2 verso 16, o apóstolo Paulo diz: “Nós temos a MENTE de Cristo"

"Ora pois, já que Cristo padeceu na carne, armai-vos também vós deste mesmo pensamento; porque aquele que padeceu na carne já cessou do pecado." (1 Pedro 4:1)

"Porque para isso fostes chamados, porquanto também Cristo padeceu por vós, deixando-vos exemplo, para que sigais as suas pisadas. Ele não cometeu pecado, nem na sua boca se achou engano; sendo injuriado, não injuriava, e quando padecia não ameaçava, mas entregava-se àquele que julga justamente." (1 Pedro 2:21-23)

E por que Jesus teve condições para sofrer “sem revidar” e “sem fazer ameaças”? Porque Ele manteve em mente um fato muitíssimo importante: quem julga é Deus, e isso quer dizer que Deus tem tudo SOB CONTROLE. Está entendendo por que razão o apóstolo Pedro nos exorta:

"ARMAI-VOS DO MESMO PENSAMENTO?"

Quando você se encontrar em dificuldades e tribulações, se você se lembrar de que o seu Deus tem tudo sob controle e que Ele jamais “deixará você, nem o abandonará”, então você pode “descansar” na plena vitória, entregando-se totalmente aos cuidados de Seu Pai Celestial.

"Seja a vossa vida isenta de ganância, contentando-vos com o que tendes; porque ele mesmo disse: Não te deixarei, nem te desampararei." (Hebreus 13:4)

É assim que se vive na Verdade de Deus. Mas para realmente viver na vitória, é preciso que você permita que o Espírito Santo renove a sua mente com a Verdade. Esteja sempre pronto a ouvir e a submeter-se à Palavra.

Lembre-se das palavras do profeta Isaías:

“Tu, Senhor, conservará em perfeita paz aquele cuja mente (propósito) é firme; porque ele confia em Ti.” (Isaías 26:3)

Vencemos Satanás mantendo a nossa mente sob o controle do Espírito e da Palavra de Deus.



A ALMA SOB CONTROLE - as Emoções -

Já vimos como Satanás nos ataca na MENTE; e agora vamos ver como ele procura nos tirar da Verdade de Deus e de uma Vida no Espírito através das EMOÇÕES e do ENTUSIASMO. Como as pessoas entram por caminhos errados, mesmo na igreja, por causa disso!

Aquele que é ESPIRITUAL tem de conhecer o “ouvido interior” e manter-se ligado a ele.

É simplesmente assustador o número de pessoas que confundem entusiasmo com espiritualidade. Isso acontece porque Satanás opera fortemente sobre nossa alma manipulando quase que à vontade as nossas emoções. Deixar-se levar pelo que se sente e pelo que se vê leva a muita frustração e desânimo. Para que você possa entender a força das investidas de Satanás contra nós nessa área da nossa alma, vamos considerar primeiramente o caso do profeta Elias:

"Então Jezabel mandou um mensageiro a Elias, a dizer-lhe: Assim me façam os deuses, e outro tanto, se até amanhã a estas horas eu não fizer a tua vida como a de um deles. Quando ele viu isto, levantou-se e, para escapar com vida, se foi. E chegando a Berseba, que pertence a Judá, deixou ali o seu moço. Ele, porém, entrou pelo deserto caminho de um dia, e foi sentar-se debaixo de um zimbro; e pediu para si a morte, dizendo: Já basta, ó Senhor; toma agora a minha vida, pois não sou melhor do que meus pais." (1 Reis 19:2-4)

Seria esse o mesmo Elias que chamou “FOGO DO CÉU” no monte Carmelo? (1 Reis 18:20-40)

Seria esse o mesmo Elias que “OROU POR CHUVA?”

"Então disse Elias a Acabe: Sobe, come e bebe, porque há ruído de abundante chuva. Acabe, pois, subiu para comer e beber; mas Elias subiu ao cume do Carmelo e, inclinando-se por terra, meteu o rosto entre os joelhos. E disse ao seu moço: Sobe agora, e olha para a banda do mar. E ele subiu, olhou, e disse: Não há nada. Então disse Elias: Volta lá sete vezes. Sucedeu que, à sétima vez, disse: Eis que se levanta do mar uma nuvem, do tamanho da mão dum homem: Então disse Elias: Sobe, e dize a Acabe: Aparelha o teu carro, e desce, para que a chuva não te impeça. E sucedeu que em pouco tempo o céu se enegreceu de nuvens e vento, e caiu uma grande chuva. Acabe, subindo ao carro, foi para Jizreel: E a mão do Senhor estava sobre Elias, o qual cingiu os lombos, e veio correndo perante Acabe, até a entrada de Jizreel." (1 Reis 18:41-46)

Sim, é o mesmo homem de fé e oração. Então, o que aconteceu com ele? Temos a resposta no mesmo capítulo, 1 Reis 19:10, que narra a conversa com Deus.

"Respondeu ele: Tenho sido muito zeloso pelo Senhor Deus dos exércitos; porque os filhos de Israel deixaram o teu pacto, derrubaram os teus altares, e mataram os teus profetas à espada; e eu, somente eu, fiquei, e buscam a minha vida para ma tirarem."

Pelo que se vê Elias não era um servo “relaxado”, ao contrário era muito zeloso e mesmo diligente. Então, o que aconteceu com ele? Satanás venceu Elias quando fez com que Elias olhasse para si mesmo, para seu grande zelo - só eu sou fiel...

Como Satanás é sutil!

Aquele que começa a trilhar esse caminho está destinado à derrota e à frustração. Mas vejamos o que Deus fez com o profeta, depois de lhe mostrar o seu poder e magnificência nos elementos da natureza (VENTO, TERREMOTO, FOGO):

"Então o Senhor lhe disse: Vai, volta pelo teu caminho para o deserto de Damasco; quando lá chegares, ungirás a Hazael para ser rei sobre a Síria. E a Jeú, filho de Ninsi, ungirás para ser rei sobre Israel; bem como a Eliseu, filho de Safate de Abel-Meolá, ungirás para ser profeta em teu lugar." (1 Reis 19:15-16)

"Todavia deixarei em Israel sete mil: todos os joelhos que não se dobraram a Baal, e toda boca que não o beijou." (1 Reis 19:18)

Satanás agiu rapidamente contra Elias depois do grande triunfo no monte Carmelo porque Elias começara a ameaçar o esquema de trevas que o diabo organizara contra Israel, e Satanás tinha de removê-lo.

Como acabar com Elias? Os passos dados por Satanás são muito significativos:

1) Satanás fez com que Elias valorizasse sobremaneira seu próprio zelo, sua própria importância;

2) Satanás fez com que Elias se sentisse só, e o único fiel;

3) Satanás ameaçou-o através de Jezabel, levando-o a sentir medo (“Temendo Elias”);

4) Satanás pressionou-o no sentido de providenciar, ele mesmo, sua própria “salvação” (o que Deus chamou no versículo 15 de “teu caminho”), ou seja, a fuga;

5) Satanás induziu-o a “eliminar-se” a si mesmo, “pediu para si a morte”.

Recapitulemos:
Orgulho
Solidão
Medo
Direção própria
Morte - desânimo fatal.

Este é realmente um triste quadro, que culminou com a substituição de Elias por Eliseu. Mas devemos observar ainda o que Deus fez em relação a todo esse processo. Será que Deus deixou Elias lutar sozinho contra os ataques malignos? Não! claro que não!

Observe como Deus tudo fez para fortalecer o profeta e para reconduzi-lo ao lugar de bênção e obediência:

"E deitando-se debaixo do zimbro, dormiu; e eis que um anjo o tocou, e lhe disse: Levanta-te e come. Ele olhou, e eis que à sua cabeceira estava um pão cozido sobre as brasas, e uma botija de água. Tendo comido e bebido, tornou a deitar-se. O anjo do Senhor veio segunda vez, tocou-o, e lhe disse: Levanta-te e come, porque demasiado longa te será a viagem." (1 Reis 19:5-7)

Quando Satanás ataca alguém assim tão fortemente, saiba, os anjos do Senhor estão sempre a ministrar a esse pessoa, como aconteceu com Jesus, depois das tentações:

"Então o Diabo o levou à cidade santa, colocou-o sobre o pináculo do templo, e disse-lhe: Se tu és Filho de Deus, lança-te daqui abaixo; porque está escrito: Aos seus anjos dará ordens a teu respeito; e: eles te susterão nas mãos, para que nunca tropeces em alguma pedra. Replicou-lhe Jesus: Também está escrito: Não tentarás o Senhor teu Deus. Novamente o Diabo o levou a um monte muito alto; e mostrou-lhe todos os reinos do mundo, e a glória deles; e disse-lhe: Tudo isto te darei, se, prostrado, me adorares. Então ordenou-lhe Jesus: Vai-te, Satanás; porque está escrito: Ao Senhor teu Deus adorarás, e só a ele servirás. Então o Diabo o deixou; e eis que vieram os anjos e o serviram." (Mateus 4:11)

Deus estava atento a tudo o que se passava com Elias, mas Deus não podia obrigá-lo a “continuar na batalha”. Certamente, se o apóstolo Judas tivesse estado com ele, tê-lo-ia exortado a:

“BATALHAR diligentemente pela fé que uma vez por todas foi entregue aos santos.” (Judas 3)

E foi para isso que Deus enviou o anjo, para ministrar a Elias:

"Levantou-se, pois, e comeu e bebeu; e com a força desse alimento caminhou quarenta dias e quarenta noites até Horebe, o monte de Deus." (1 Reis 19:8)

Ao chegar ali, Elias entrou numa caverna, e Deus lhe mostrou que ele estava no caminho errado. Elias sofrera fortemente no campo emocional, pois mesmo recebendo a ministração de anjos e ouvindo novamente a voz de Deus, ele continuou “chorando sua solidão”:

"Respondeu ele: Tenho sido muito zeloso pelo Senhor Deus dos exércitos; porque os filhos de Israel deixaram o teu pacto, derrubaram os teus altares, e mataram os teus profetas ã espada; e eu, somente eu, fiquei, e buscam a minha vida para ma tirarem." (1 Reis 19:10) - resultado de seu orgulho.

Houve então aquele tremenda manifestação dos elementos - "FOGO, VENTO, TERREMOTO" - e ainda o “CICLO TRANQUILO E SUAVE”, mas Elias continuou o mesmo:

"Respondeu ele: Tenho sido muito zeloso pelo Senhor Deus dos exércitos; porque os filhos de Israel deixaram o teu pacto, derrubaram os teus altares, e mataram os teus profetas à espada; e eu, somente eu, fiquei, e buscam a minha vida para ma tirarem." (1 Reis 19:14)

E DEUS NÃO TEVE OUTRO RECURSO SENÃO "SUBSTITUÍ-LO"

Elias entrou no “SEU PRÓPRIO CAMINHO”:

"Então o Senhor lhe disse: Vai, volta pelo teu caminho para o deserto de Damasco; quando lá chegares, ungirás a Hazael para ser rei sobre a Síria." (1 Reis 19:15)

E ainda que continuasse com a capacidade de “ouvir a voz de Deus” e de receber todos os cuidados de Deus, o seu ministério ACABARA. Triste fim para um ministério tão glorioso? Sim, foi realmente um final decepcionaste em termos da “utilidade” de Elias como profeta, mas não da vida dele, pois, depois que Elias ungiu Eliseu em seu lugar, Deus o levou para Si num carro de fogo.

SATANÁS O DERRUBARÁ SE VOCÊ NÃO VIGIAR NA ÁREA EMOCIONAL

A tática que Satanás usou para por fim ao poderoso ministério de Elias está sendo usada contra a igreja (e você) ainda hoje. Quantas pessoas me telefonam dizendo: Irmão, não sei o que está acontecendo comigo. Tenho feito tudo em oração e meditação, e tenho que testemunhar, de verdade, que Deus me fez grandes mudanças, mas agora...

E então as pessoas relatam as lutas por que passam e a minha resposta é sempre a mesma:

Você acha que Satanás fica satisfeito quando você procura andar na Verdade?

Você está ameaçando o seu reino, assim ele tem de fazer tudo para neutralizar você. Quando falamos em manter a alma sob controle, é disso que estamos falando. Por isso o apóstolo Paulo nos exorta em Efésios cap 5 versos do 15 ao 18:

"Portanto, vede diligentemente como andais, não como néscios, mas como sábios, usando bem cada oportunidade, porquanto os dias são maus. Por isso, não sejais insensatos, mas entendei qual seja a vontade do Senhor. E não vos embriagueis com vinho, no qual há devassidão, mas enchei-vos do Espírito."

Você se enche do Espírito, orando no Espírito Santo, lembrando ainda o que diz o apóstolo Paulo: “Digo a cada um dentre vós que não PENSE DE SI MESMO além do que convém, antes, pense com MODERAÇÃO, segundo a medida da fé que Deus repartiu a cada um.” (Romanos 12:3)

Ao considerar o que se deu com Elias e como Deus tudo fez para dele cuidar e para fortelecê-lo no sentido de fazer com que o profeta “pensasse direito” - como “moderação”, talvez seja razoável afirmar que há maior perigo no sucesso do que na derrota, pois a derrota pode nos fazer voltar a buscar a Deus.

O SUCESSO EMBRIAGA:

"Aquele, pois, que pensa estar em pé, olhe não caia. Não vos sobreveio nenhuma tentação, senão humana; mas fiel é Deus, o qual não deixará que sejais tentados acima do que podeis resistir, antes com a tentação dará também o meio de saída, para que a possais suportar." (1 Coríntios 10:12-13)

É interessante observar que nesses versículos Paulo continua falando da “comunhão”. O maior problema de Elias foi que ele SE ISOLOU dos demais - e de Deus - e por isso Satanás conseguiu espaço no seu íntimo para derrubá-lo. Quando Deus enviou o anjo para “preparar a mesa do Senhor” para Elias no deserto, Deus estava mostrando a ele que ele não estava só, que Deus não deixara de cuidar dele um momento sequer.

INFELIZMENTE ELIAS PERMANECEU NA MESMA ILUSÃO E ENGANO

Pense nisso com relação a 1 Coríntios cap 10 verso 6 ao 17, quando você toma a Ceia do Senhor; então, Deus, Ele mesmo, ministra a você e comunga com você, como fez o anjo com Elias:

"Ora, estas coisas nos foram feitas para exemplo, a fim de que não cobicemos as coisas más, como eles cobiçaram. Não vos torneis, pois, idólatras, como alguns deles, conforme está escrito: O povo assentou-se a comer e a beber, e levantou-se para folgar.

Nem nos prostituamos, como alguns deles fizeram; e caíram num só dia vinte e três mil. E não tentemos o Senhor, como alguns deles o tentaram, e pereceram pelas serpentes. E não murmureis, como alguns deles murmuraram, e pereceram pelo destruidor. Ora, tudo isto lhes acontecia como exemplo, e foi escrito para aviso nosso, para quem já são chegados os fins dos séculos.

Aquele, pois, que pensa estar em pé, olhe não caia. Não vos sobreveio nenhuma tentação, senão humana; mas fiel é Deus, o qual não deixará que sejais tentados acima do que podeis resistir, antes com a tentação dará também o meio de saída, para que a possais suportar.

Portanto, meus amados, fugi da idolatria. Falo como a entendidos; julgai vós mesmos o que digo. Porventura o cálice de bênção que abençoamos, não é a comunhão do sangue de Cristo? O pão que partimos, não é porventura a comunhão do corpo de Cristo? Pois nós, embora muitos, somos um só pão, um só corpo; porque todos participamos de um mesmo pão."

Vemos então o perigo de darmos atenção às nossas emoções - ÀQUILO QUE SENTIMOS E VEMOS.

O PERIGO DO SUCESSO ESTÁ SEMPRE PRESENTE

Mas há outro ponto que temos de considerar aqui: o ENTUSIASMO. Temos alertado muito sobre esse mal que aflige a igreja e leva as pessoas a andar em seus próprios caminhos ao invés de na vontade de Deus.

"Há um caminho que ao homem parece direito, mas o fim dele conduz à morte." (Provérbios 14:12)

ANDAR COM DEUS

Viver no Reino tem de ser segundo "A VONTADE DE DEUS” (da maneira que Ele lhe mostrar).

Você jamais conseguirá fazer isso a seu próprio modo. Para servir a Deus, temos de “andar” e “fazer” como Ele diz. E a vontade do Pai se expressa através da direção do Espírito Santo e jamais por nossos próprios desígnios. Os apóstolos descobriram isso ao empreenderem as viagens missionárias segundo seus próprios planos:

"Atravessaram a região frígio-gálata, tendo sido impedidos pelo Espírito Santo de anunciar a palavra na Ásia; e tendo chegado diante da Mísia, tentavam ir para Bitínia, mas o Espírito de Jesus não lho permitiu." (Atos 16:6-7)

Aprenda uma coisa: mesmo que o que se propõe fazer seja algo bastante “plausível” e “razoável”, pode não ser o que Deus quer para você naquele momento.

E é nesse sentido que falamos em “entusiasmo! na obra de Deus.

Quem dirige a igreja é Jesus - Ele é o cabeça, e quem instrui a Igreja na Verdade e no Plano de Deus é o Espírito Santo, por isso somente há “sucesso garantido” quando verdadeiramente nos submetemos à direção do Espírito e da Palavra. Você pode se entusiasmar na obra de Deus, mas isso não quer dizer, necessariamente, que você está sendo “obediente ao Espírito”.

A única maneira de andar em Deus é abrir espaços em seu íntimo para que o Espírito Santo lhe revele a Vontade do Senhor.

Temos de nos lembrar sempre de que há um tempo certo para tudo - tempo de Deus. E que Deus nunca enviou alguém para a batalha sem primeiro adestrá-lo e prepará-lo.

"Quem jamais vai à guerra à sua própria custa? Quem planta uma vinha e não come do seu fruto? Ou quem apascenta um rebanho e não se alimenta do leite do rebanho?" (1 Coríntios 9:7)

Todo aquele que trabalha na obra de Deus tem de saber “depender” inteiramente de Deus e tem de ter a própria experiência. O que temos de entender agora é: “O Senhor firma (ordena) os passos do homem bom...” (Salmos 37:23)

E por essa razão devemos sempre dizer:

“Firma os meus passos na Tua Palavra ...” (Salmos 119:133)

Aquele que ora no Espírito Santo e medita na Palavra de Deus é “guiado a toda a Verdade” e não se deixará levar pelos enganos do inimigo.

Há um “toque” do Espírito Santo no íntimo do homem de Deus. Fazer as coisas de Deus “por hábito”, sem a convicção do Espírito no íntimo - levado por impulsos de entusiasmo - somente leva à frustração e vergonha. Foi isso que Simão Pedro descobriu, quando respondeu “por sua própria conta” aos cobradores de impostos:

"Tendo eles chegado a Cafarnaum, aproximaram-se de Pedro os que cobravam as didracmas, e lhe perguntaram: O vosso mestre não paga as didracmas? Disse ele: Sim. Ao entrar Pedro em casa, Jesus se lhe antecipou, perguntando: Que te parece, Simão? De quem cobram os reis da terra imposto ou tributo? dos seus filhos, ou dos alheios?" (Mateus 17:24-25)

No seu entusiasmo pelo Mestre, Pedro deu uma resposta “precipitada”.

Quando o rei Davi colocou a “arca do Senhor” no carro novo, ele foi levado por seu entusiasmo:

"Levaram a arca de Deus sobre um carro novo, tirando-a da casa de Abinadabe; e Uzá e Aiô guiavam o carro. Davi e todo o Israel alegravam-se perante Deus com todas as suas forças, cantando e tocando harpas, alaúdes, tamboris, címbalos e trombetas. Quando chegaram a eira de Quidom, Uzá estendeu a mão para segurar a arca, porque os bois tropeçavam. Então se acendeu a ira do Senhor contra Uzá, e o Senhor o feriu por ter estendido a mão à arca; e ele morreu ali perante Deus." (1 Crônicas 13:7-10)

Não é necessário entrarmos em maiores detalhes sobre esse caso no momento; basta entendermos que se Davi não tivesse se deixado levar cegamente por seu entusiasmo, não teria acontecido aquele desastre.

Davi não esperou que Deus lhe falasse como se deveria transportar a arca da aliança.

Há muitos problemas criados no meio da obra de Deus simplesmente porque as pessoas “agem por conta própria”, levadas apenas pelo “entusiasmo”.

Você pode ver isso ao logo de toda a Bíblia.

A SUTILEZA DA SATANÁS É IMPRESSIONANTE 

Qual é o problema então?

O problema surge quando vivemos no âmbito da nossa alma, pois assim fazendo, damos a Satanás chances de nos enganar, levando-nos a agir por “nossa própria conta”. E pouco importa o método que Satanás utiliza, seja através de sucesso e do orgulho, como no caso de Elias, ou através do “entusiasmo” e o “raciocínio próprio” (planos e projetos pessoais).

O resultado é sempre o mesmo: FRUSTAÇÃO, FRACASSO e DERROTA.

Temos de manter viva em nosso espírito a nossa total dependência de Deus, e temos de saber agir e viver segundo o que Deus quer e estabelece. Talvez um dos mais tristes procedimentos “por conta própria” que mostra claramente os desígnios de Satanás na área da alma do homem seja o de Davi, no episódio do Censo de Israel:

"Então Satanás se levantou contra Israel, e incitou Davi a numerar Israel. E disse Davi a Joabe e aos príncipes de povo: Ide, contai a Israel desde Berseba até Dã; e trazei-me a conta, para que eu saiba o número deles. Então disse Joabe: O Senhor acrescente ao seu povo cem vezes tanto como ele é! Porventura, é rei meu senhor, não são teus os servos de meu senhor? Por que requer isto e meu senhor. Por que traria ele culpa sobre Israel? Todavia a palavra de rei prevaleceu contra Joabe. Pelo que saiu Joabe, e passou por todo o Israel; depois voltou para Jerusulém.

E Joabe deu a Davi o resultado da numeração do povo. E era todo o Israel um milhão e cem mil homens que arrancavam da espada; e de Judá quatrocentos e setenta mil homens que arrancavam da espada. Mas entre eles Joabe não contou os de Levi e Benjamim, porque a palavra do rei lhe foi abominável. E este negócio desagradou a Deus, pelo que feriu Israel. Então disse Davi a Deus: Gravemente pequei em fazer tal coisa; agora porém, peço-te, tira a iniqüidade de teu servo, porque procedi mui loucamente.

Falou o Senhor a Gade, o vidente de Davi, dizendo: Vai, e dize a Davi: Assim diz o Senhor: Três coisas te proponho; escolhe uma delas, para que eu ta faça. E Gade veio a Davi, e lhe disse: Assim diz o Senhor: Escolhe o que quiseres: ou três anos de fome; ou seres por três meses consumido diante de teus adversários, enquanto a espada de teus inimigos te alcance; ou que por três dias a espada do Senhor, isto é, a peste na terra, e o anjo do Senhor façam destruição por todos os termos de Israel.

Vê, pois, agora que resposta hei de levar a quem me enviou. Então disse Davi a Gade: Estou em grande angústia; caia eu, pois, nas mãos do Senhor, porque mui grandes são as suas misericórdias; mas que eu não caia nas mãos dos homens. Mandou, pois, o Senhor a peste a Israel; e caíram de Israel setenta mil homens ..." (1 Crônicas 21:1-27)

Observe: “Então Satanás... incitou Davi” (verso 1)

Satanás fez muita pressão na área do orgulho do rei Davi e ele cedeu ao estúpido impulso de rebeldia, mandando fazer algo que não agradou a Deus, pois a “conta’ que Deus fizera, desde a promessa a Abraão, foi “como as estrelas dos céus em multidão” (Deuteronômio 10:22 e 28:62).

Pela resposta de Joabe a respeito do propósito do rei (verso 3), é certo que Davi não somente entendia“o modo de Deus contar Israel”, mas também
sabia (no íntimo) que agindo de tal forma “traria culpa sobre Israel”.

Mesmo assim lemos:

“Porém, a palavra do rei prevaleceu contra Joabe...(v.erso 4) mesmo que “a ordem do rei foi abominável a Joabe” (v.erso 6).

É muito triste observarmos até que ponto o orgulho pode cegar o homem de Deus, tornando-o sem entendimento, e todos nós devemos estar sempre bem atentos e vigiar continuamente para que Satanás não faça algo semelhante contra nós.

Pode nos servir de “conforto” observar como o Espírito de Deus operou junto a Davi, na ocasião, para trazê-lo finalmente ao “arrependimento” (verso 8) do que ele mesmo designou como “proceder mui loucamente”.

Devemos entender que todos os nossos propósitos e ações acarretam um determinado resultado, e nenhum de nós, por mais fiel que seja, está isento dos sutis ataques do inimigo. Satanás sempre fará tudo que estiver ao seu alcance para confundir a nossa fé e obediência, operando, como vimos em todos os exemplos citados, através das nossas emoções.

Por essa razão, o apóstolo Paulo escreveu:

“O mesmo Deus da paz, vos SANTIFIQUE EM TUDO (conservar-vos para ele só, em tudo que você fizer), e o nosso ESPÍRITO, ALMA e CORPO, sejam conservados íntegros e irrepreensíveis na vinda de nosso Senhor Jesus Cristo” (1 Tessalonicenses 5:23)

A palavra “ÍNTEGRO” significa “REPLETO DE TODA GRAÇA”.

Que Deus nos conserve na Sua abundante graça de tal modo que não nos desgastemos em “lutas intermináveis da alma”, mas que possamos realmente “andar intimamente ligados (como por um jugo) ao Senhor Jesus”, e verdadeiramente desfrutar o “descanso para as nossas almas” que Ele nos oferece.


"Vinde a mim, todos os que estai cansados e oprimidos, e eu vos aliviarei. Tomai sobre vós o meu jugo, e aprendei de mim, que sou manso e humilde de coração; e achareis descanso para as vossas almas."(Mateus 11:28-29)

SOLI DEO GLORIA
REV. RUBEN DARIO DAZA