sábado, 23 de febrero de 2013

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA




¿ESTÁ USTED LIMITANDO A DIOS?


      Jesucristo es el nombre más dulce que yo conozco, pues es en su nombre, y solo en su nombre, que veo el potencial ilimitado en el hombre.  Es en el nombre de Jesucristo que hombres y mujeres son salvos, renacidos, convertidos. Es en el nombre de Jesucristo que los enfermos son sanados para levantarse de nuevo y declarar la gloria del Señor. Es en el nombre de Jesucristo que los espíritus malos son echados fuera y la gente es liberada para siempre en cuerpo y mente. A menos que conozcamos ese nombre de Jesucristo como una realidad viviente y vital en nuestras vidas, estamos definitivamente limitando a Dios.

      El espíritu de Dios nace dentro de nosotros en el momento mismo en que aceptamos y creemos en el Señor Jesucristo y que Dios lo levantó de los muertos (Romanos 10:9). Este es un milagro sobrenatural de Dios. Como creyentes no tenemos nada que ver con este nuevo nacimiento. Dios es el hacedor de milagros. Es es el que crea un nuevo espíritu dentro de nosotros y nos hace Sus hijos. De hay en adelante, somo hijos de Dios, pertenecemos a la familia de Dios, somos niños de Dios, hijos de Dios y coherederos con Cristo Jesús ( Efesios 3: 5 y 6). Entonces ya no somos siervos que permanecen ignorantes en cuanto a su Amo; Sino que somos hijos, de Dios. Como hijos de Dios, Satanás ya no tiene derechos legales sobre nosotros a menos que le permitamos usurpar autoridad que él no posee legítimamente. Nosotros podemos limitar a Dios en nuestras vidas por no saber lo que es legalmente nuestro como hijos de Dios por Cristo Jesús.

     Cuando Cristo murió en el Calvario, fue nuestro completo substituto no sólo para el pecado si no también para las consecuencias del pecado ( Romanos 6:6-11). Nada fue dejado sin hacer en su substitución por nosotros. Cuando comenzamos a ver esta verdad y aceptamos la obra que Cristo llevó a cabo como una realidad finalizada, llegamos a ser hombres y mujeres llenos del espíritu muy deseosos de manifestar nuestros  derechos filiales. 

      Cuando esta gran transformación tenga lugar y no limitemos a Dios, entonces no hablaremos sobre preocupación, miedo, ansiedad, enfermedad y deseo (2 Timoteo 1:7). Olvidamos esos negativos pues somos hijos por medio de Jesucristo que los venció  Somos hombres y mujeres que rehusamos limitar el poder de Dios en nosotros porque deseamos traer al mundo el conocimiento del Cristo vivo. Cuando no limitemos a Dios estaremos viviendo en la palabra y la palabra estará viviendo en nosotros.

2 Corintios 9:8
Y poderoso es Dios para hacer 
que abunde en vosotros toda
 gracia, a fin de que, teniendo
  siempre en todas las cosas todo
 lo suficiente, abundéis para
 toda buena obra.


      ¿ Hemos estado limitando a Dios en nuestras vidas? Debemos estar haciéndolo si no tenemos todo lo suficiente en todo. Suficiencia es la voluntad de Dios para Sus hijos a fin de que Sus hijos puedan abundar para toda buena obra. Que tengamos suficiencia es la voluntad de Dios para nosotros; y sin embargo ¿ Cuántos de nosotros hemos limitado a Dios al  no permitirle llevar a cabo esta promesa en nuestras vidas? Cuán lentos hemos sido en darnos cuenta de que Dios es nuestra habilidad, que El es la vida de nuestras vidas, que El es la fuerza de nuestras fuerzas, que El es nuestra suficiencia.

      Frecuentemente limitamos a Dios en nosotros mismos por nuestra creencia equivocada. Nuestro propio razonamiento dice: "Simplemente no podemos tener todo lo suficiente. Eso no puede ser". Y así confesamos lo negativo, cuando todo el tiempo el Espíritu de Dios dentro de nosotros esta gritando: " Suficiencia en todo". Hemos sido de tal manera enseñados a respetar el conocimiento que nos viene por nuestros cinco sentidos que no logramos reconocer el conocimiento que viene a nosotros del reino superior, el espíritual, donde la Palabra de Dios, y no  la razón ocupa el primer lugar. Ambos reinos o mundos están aquí: el mundo natural es un hecho, el mundo espíritual es verdad.

    Hay cuatro reinos en este mundo, y uno se sobrepone al otro: el reino vegetal, el reino animal, el reino del hombre y el Reino de Dios. Los primeros tres componen el mundo natural; el Reino de Dios es el mundo sobrenatural o espíritual. El mundo natural y todas las cosas en él vienen a la mente a través o por medio de los sentidos naturales. Las verdades del mundo espíritual absolutamente no dependen de los sentidos, sino más bien del espíritu proveniente de Dios en hombre.

      No podemos saber nada del mundo espíritual por medio de los sentidos. Por eso es que Pablo dijo por inspiración divina en 1 Corintios 2:14: " Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para el son locura... porque [ los asuntos espirituales] se han de discernir espiritualmente".

      Las cosas espírituales del mundo espiritual pueden ser conocidas en este mundo únicamente por el Espíritu de Dios que mora en nosotros. Entonces, y sólo entonces, puede el Espíritu revelarnos verdades acerca del mundo espíritual y darlas a conocer a nuestros sentidos. Entonces, y sólo entonces, tenemos la habilidad dada por Dios dentro de nosotros, haciéndonos conocer cosas acerca del mundo espíritual.

       Una y otra vez, después de que he explicado la diferencia entre el mundo natural y el espiritual, cómo uno se sobrepone al otro y que dos conjuntos de leyes enteramente diferentes están en existencia, la gente me ha dicho que ellos de allí en adelante fueron capaces de de darle a Dios el lugar que El merecía. Entonces rehusaron limitar a Dios dentro de sí mismos y comenzaron a manifestar la suficiencia de Dios.

       Poca gente se da cuenta de la gran verdad espiritual de la substitución de Cristo y la justicia del creyente. Un hombre en quien la nueva creación vive es justo ante Dios, de acuerdo con la Palabra de Dios. El hombre renacido es justo, y ser justo quiere decir que podemos pararnos ante Dios en la justicia  con la cual El nos vistió por nuestra aceptación de Cristo como nuestro substituto por el pecado y las consecuencias del pecado.

       Permítame darle una definición de justicia que le ayudará a romper los poderes de las tinieblas en y sobre su vida. Justicia es su habilidad dada por Dios para estar en la presencia del Padre si un sentido de pecado, culpa o condenación. Esto quiere decir que usted como un  hijo de Dios puede pararse también en la presencia misma de Satanás sin miedo o derrota porque usted conoce sus derechos en Cristo y ha reclama la suficiencia que Dios de ha dado.

        Cuando reconocemos que Dios en Cristo vive en nosotros,  esa clase de creencia nos hace victoriosos sobre  Satanás en todos los aspectos. Entonces llegamos al punto en que confiamos en el poder o la habilidad de Dios en Cristo en nosotros.  Reconocemos nuestro lugar en la vida y trabajamos sabiendo que Dios en Cristo en nosotros nos asegura el éxito. De esta manera, podemos ir en nuestro trabajo con confianza natural sin miedo de perderlo, o entramos en nuestros hogares y saber que allí seremos bienvenidos y respetados, en nuestros negocios siendo prosperados, sabiendo que Dios en Cristo en nosotros nos hace suficientes y ganadores en toda situación. Cristo en nosotros la esperanza de gloria.

        Al señalar la abundancia que Dios  nos ha dado, quiero que note Efesios 3:20. Es mas, quiero que lo aprenda tan bien que será una realidad viviente en usted día a día pues entonces usted sabrá que el poder de Dios está actuando en su vida.

Efesios 3:20
Y aquel que es poderoso para
hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos
o entendemos, según el poder [o 
habilidad de Dios] que actúa en 
nosotros.

         ¿Cuanto le estamos permitiendo a Dios que actúe en nosotros? Esa es la pregunta principalísima. No es una cuestión de la habilidad o la voluntad de Dios. Simplemente es una cuestión de permitir que la grandeza ilimitada de Dios viva en nosotros y produzca en nosotros así el querer como el hacer, por Su buena voluntad. El hará todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, pero sólo al grado que manifestemos el poder potencial interno.
1 Juan 4:4
Hijos míos, vosotros de Dios y lo habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo

       Así pues, yo sé que la "vida mas abundante" de la cual se habla en Juan 10:10 está en mí. El no está más conmigo para condenarme por mi pecado y mis defectos; si no que El está en mí para para guiarme y llevarme a toda verdad y a una abundancia a un más allá de lo que yo me puedo imaginar.

      Quiero que Dios pueda implementar la grandeza de Su amor y suficiencia en su vida. Pero El no puede exceder el deseo o la libertad de voluntad que usted tiene. Usted tiene que aceptar, por creencia, las verdades de la abundancia positiva de su Palabra y echar de su mente los negativos de este mundo. Dios ha escrito Su voluntad (Su testamento) de vida abundante para usted, pero usted no puede recibir lo que El ha hecho disponible hasta que crea Su Palabra.

¿ Ha estado usted limitando a Dios?
¿Por qué no libera el poder de Dios el poder de Dios que está latente en usted, y creerle a Dios para la abundancia que El ha prometido?.

SOLI DEO GLORIA
 
REV. RUBEN DARIO DAZA
Autor: Victor Paul Wierwille
Libro: La Biblia me lo dice.

1 comentario:

  1. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA

    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente

    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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