viernes, 12 de abril de 2019

RENOVANDO LA MENTE CAP. 22


Quinta Parte
El Poder en Cristo Jesús

CAPITULO 22
RENOVANDO LA MENTE

Con el nuevo nacimiento, un hombre durante la Administración de la Iglesia está en una posición mejor que la de Adán porque Adán tenía el espíritu de Dios bajo una condición. Para aquellos que recibimos el espíritu de Dios después de Pentecostés, el espíritu nos es dado sin condición. Adán, sin embargo, tenía una ventaja: él empezó la vida con una mente perfectamente renovada.

Ahora, bajo la Administración de la Iglesia, cuando una persona es renacida tiene la misma mente que tenía antes de su salvación. Dios obra con espíritu porque ese es Su plano; el hombre obra con la mente y la carne porque ese es su plano. Después de la salvación, la mente del hombre tiene que ser renovada por el propio hombre si va a liberar el poder espiritual que recibió de Dios.

¿Qué quiere decir “renovarse la mente”? Quiere decir “retener la Palabra en la mente y actuar de acuerdo con ella". La palabra griega para la mente renovada se traduce literalmente “transfigurado” o “transformado”, metamorphoō. Los creyentes han de obtener una forma nueva, una nueva figura en la mente. Romanos 12 nos da información básica sobre este tema.

Romanos 12:1,2:
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional [religioso].
No os conforméis a este siglo [mundo], sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento [vuestra mente], para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
¿Cómo va uno a comprobar cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta? Renovándose la mente.
Romanos 13:14:
Sino vestíos del Señor Jesucristo…
 “Vestíos del Señor Jesucristo.” Esto es obras. Esto no puede referirse a la salvación porque la salvación viene por gracia-“no por obras, para que nadie se gloríe”. ¿Dónde puede un hombre,vestirse de él? En la mente. Pablo dice: “Vestíos del Señor Jesucristo” en la mente.


Efesios 4:22,23:
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
Y renovaos en el espíritu [la vida] de vuestra mente.

¿Qué es el “viejo hombre”? El viejo hombre es una figura literaria que quiere decir los viejos hábitos que tenía una persona antes de ser renacida. El viejo hombre es tan viejo como la persona misma.
Efesios 4:24:
y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
El espíritu es el nuevo hombre. No es tan viejo como el hombre; una persona recibe esto solamente cuando es renacida.

Uno renueva la mente poniendo en su mente lo que Dios creó en justicia y luego viviéndolo. Cuando un individuo ha hecho esto, es posible para él andar por el poder de Dios porque ahora tiene una mente coordinada y en armonía con su espíritu.
Efesios 4:25:
Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
Efesios 4:27-30:
Ni deis lugar al diablo.
El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
¿Qué es “contristar al Espíritu Santo de Dios",? ¿Cuál es el contexto? Efesios está hablando sobre la mente renovada. Contristar al Espíritu Santo de Dios es que una persona no renueve su mente después de haber vuelto a nacer del Espíritu de Dios-que mantenga la misma mente vieja que tenía- que continúe robando, mintiendo, defraudando y hablando en una manera corrompida.
Efesios 4:31,32:
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
¿Por qué encontramos que nos es difícil perdonar algunas veces? Porque no nos damos cuenta de lo que Dios nos perdonó. Esto es parte de la mente renovada.

Todas las Epístolas de la Iglesia se refieren una y otra vez a la mente renovada.
Filipenses 2:5:
Haya, pues, en vosotros este sentir [esta mente]que hubo también en Cristo Jesús.
Esa es la mente renovada. Cristo siempre hizo la voluntad del Padre. Siempre llevó a cabo Su Palabra perfectamente. Cuando dejemos que la mente que hubo en Cristo Jesús esté en nosotros, tendremos una mente perfectamente renovada.
Colosenses 3:5-11:
Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos [lujuria] y avaricia, que es idolatría;
cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira [Dejad de enfureceros.], enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,
y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,
donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
El poder de Dios en Cristo también está en una persona que recibe Su espíritu, el nuevo nacimiento. Pero para propósitos prácticos en la tierra, el poder que uno tiene se queda latente hasta ser activado por la renovación de la mente y el actuar con la mente renovada. Entonces el poder llega a ser manifestado en el mundo de los sentidos.
Colosenses 3:12-17:
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Y sobre todas estas cosas vestíos de amor [el amor de Dios en la mente renovada], que es el vínculo perfecto.
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un sólo cuerpo; y sed agradecidos.
La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros [en vuestra mente], enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús; dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Para renovar su mente, una persona tiene que empezar en el principio. Primero, uno tiene que confesar al Señor Jesucristo y creer que Dios le levantó de los muertos. Luego uno tiene que poner los pensamientos de Dios en la mente como Dios mismo lo ha expresado en Su Palabra. ¿Cómo va una persona a aprender a andar con la grandeza del poder de Dios, a menos que empiece a poner la Palabra de Dios en su mente e intente vivir según ella? Uno aprende a vivir esta Palabra simplemente andando según la Palabra.

Una persona tiene que estudiar la Palabra de Dios, no lo que dice la gente alrededor de la Palabra o sobre la Palabra. ¿Qué dice Dios? Como le digo a muchas de las personas en mis clases: Ponga a un lado sus otros materiales de lectura por un tiempo y lea la Palabra de Dios. Si, por los próximos tres meses, usted dedica su vida principalmente a leer y estudiar las Epístolas que son escritas directamente a usted y entonces aplica esos principios, renovando su mente, dentro de tres meses usted no se reconocerá. Usted será una persona muy dinámica. Va a estar manifestando la mente renovada y recibiendo respuestas a sus oraciones. Verá señales, milagros y maravillas.

Viva usted la Palabra. Ponerla en la mente no basta; usted tiene que actuar según ella; tiene que hacer un esfuerzo para vivirla. Este proceso de cultivar o desarrollar a Cristo en su mente es un proceso deliberado que usted tiene que hacer por su libre albedrío. Usted determina que va a mandar la información de la Palabra de Dios a su mente y que va a vivirla. Vivir por creencia significa andar día a día y momento a momento por la Palabra revelada de Dios. La decisión queda con usted: si va andar por los sentidos o por la Palabra revelada de Dios. Si usted anda por la Palabra revelada de Dios, va a manifestar la grandeza del poder de Dios.

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