Nuestro Dios es Portentoso
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"Dios no está limitado por probabilidades, nuestra responsabilidad
es creerle a El"
Dios no está limitado por probabilidades. Nuestra responsabilidad es creerle a El. La mayoría de las veces ante una circunstancia adversa nos inclinamos a pensar que no es posible resolverla. No obstante no debemos dudar en ningún momento, no debemos dejarnos intimidar por ninguna situación, debemos tener esa plena y total confianza en El y en Su Palabra. Lo que está cuestionado en todo caso es nuestra creencia. Debemos despertarnos, actuar, ponernos en acción, ya que tenemos a un gran Dios, que nos respalda en todo lo que está de acuerdo a Su voluntad.
En Su Palabra podemos ver algunos relatos de muchos hombres que no dudaron en poner en El la confianza, y como DIOS es fiel, en ningún momento los dejó solos, nunca se hizo el sordo o los hizo a un lado.
Cuando Moisés iba a morir, Dios –como es Su costumbre- no dejó solo a Su pueblo, El enseguida le dice que Josué sería el que lo reemplazaría. Veamos el siguiente relato de la derrota de los amorreos:
Josué 10:1-14:
1 Cuando Adonisedec rey de Jerusalén oyó que Josué había tomado a Hai, y que la había asolado (como había hecho a Jericó y a su rey, así hizo a Hai y a su rey), y que los moradores de Gabaón habían hecho paz con los israelitas, y que estaban entre ellos, 2 tuvo gran temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus hombres eran fuertes.
Veremos como el temor puede hacer perder muchas batallas, porque este hombre tuvo temor.
3 Por lo cual Adonisedec rey de Jerusalén envió a Hoham rey de Hebrón, a Piream rey de Jarmut, a Jafía rey de Laquis y a Debir rey de Eglón, diciendo: 4 Subid a mí y ayudadme, y combatamos a Gabaón; porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel. 5 Y cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y acamparon cerca de Gabaón, y pelearon contra ella.
¿Se puede imaginar usted cuántos eran todos los hombres de esos cinco ejércitos?
6 Entonces los moradores de Gabaón enviaron a decir a Josué al campamento en Gilgal: No niegues ayuda a tus siervos; sube prontamente a nosotros para defendernos y ayudarnos; porque todos los reyes de los amorreos que habitan en las montañas se han unido contra nosotros. 7 Y subió Josué de Gilgal, él y todo el pueblo de guerra con él, y todos los hombres valientes. 8 Y Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevalecerá delante de ti. 9 Y Josué vino a ellos de repente, habiendo subido toda la noche desde Gilgal.
Aquí se pudo ver claramente que este gran hombre, no dudó en ningún momento que Dios lo respaldaría, que El escucharía su voz, él tomó acción y se levantó inmediatamente, no se puso a pensar que era de noche, que iría al día siguiente o en la madrugada… No; él salió de noche, lo dice claramente el relato, subió toda la noche, ¡qué confianza tenía este hombre en Dios, y que respaldo de parte de Dios a esa gran confianza!
10 Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda. 11 Y mientras iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y fueron más los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada. 12 Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón. 13 Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero. 14 Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel.
Dios percibió la voz de Josué, porque Josué no tenía duda en su corazón que tenía Su respaldo, no se dejó intimidar, no dudó, no tenía temor, tenía esa plena confianza en Dios, porque sabía que tenía ese respaldo y que El pelearía la batalla, por muy numerosos que fueran los opositores.
¡Que gran creencia y que gran confianza la de este maravilloso hombre de Dios, detener el sol y parar la luna!, eso solo se logra teniendo la plena confianza en Dios, y la revelación de Dios.
§ Otro relato de confianza en Dios y en Su poder de liberar independientemente de las circunstancias:
1 Samuel 14:6:
Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos.
Estos hombres reconocían que para Dios no es difícil salvar con muchos o con pocos. Veamos otros registros en la Biblia , en los que no hay cosa difícil para Dios:
Josué 6:20:
Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron.
Cuando uno le cree a Dios y se encuentra detenido frente al muro de la adversidad, el muro se derrumba y uno va hacia delante y toma la promesa de liberación para sí.
§ La caída de los egipcios en el mar rojo.
Éxodo 14:16, 21, 28:
16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.
21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.
28 Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.
“No quedó ni uno”. Como cuando usted le echa toda ansiedad a Dios[1] porque El toma cuidado de usted, no queda ni una.
§ La derrota de los madianitas:
Jueces 7: 1- 22:
1 Levantándose, pues, de mañana Jerobaal, el cual es Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, acamparon junto a la fuente de Harod; y tenía el campamento de los madianitas al norte, más allá del collado de More, en el valle. 2 Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. 3 Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil. 4 Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí te los probaré; y del que yo te diga: Vaya éste contigo, irá contigo; mas de cualquiera que yo te diga: Este no vaya contigo, el tal no irá. 5 Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquél pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber. 6 Y fue el número de los que lamieron llevando el agua con la mano a su boca, trescientos hombres; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas.
Trescientos lamieron el agua con sus manos y el resto se arrodilló como cuando se arrodillaban como idólatras a adorar dioses ajenos; o sea que esa gente en particular había desarrollado hábitos de idolatría, adoraban a Baal, y su forma de adoración era postrarse sobre sus rodillas y besar el suelo. Estos del pueblo que se arrodillaron fueron rechazados por Dios.
Gedeón no se guió por su lógica, sino por lo que Dios le estaba revelando. El decidió creer y confiar en Dios. Para Dios no es cuestión de chance, o probabilidades, si son buenas o malas, si son muchos o pocos. Hay que creer en El y creerle a El.
7 Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar. 8 Y habiendo tomado provisiones para el pueblo, y sus trompetas, envió a todos los israelitas cada uno a su tienda, y retuvo a aquellos trescientos hombres; y tenía el campamento de Madián abajo en el valle. 9 Aconteció que aquella noche Jehová le dijo: Levántate, y desciende al campamento; porque yo lo he entregado en tus manos. 10 Y si tienes temor de descender, baja tú con Fura tu criado al campamento, 11 y oirás lo que hablan; y entonces tus manos se esforzarán, y descenderás al campamento. Y él descendió con Fura su criado hasta los puestos avanzados de la gente armada que estaba en el campamento. 12 Y los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente estaban tendidos en el valle como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables como la arena que está a la ribera del mar en multitud. 13 Cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando a su compañero un sueño, diciendo: He aquí yo soñé un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó a la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó, y la trastornó de arriba abajo, y la tienda cayó. 14 Y su compañero respondió y dijo: Esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joás, varón de Israel. Dios ha entregado en sus manos a los madianitas con todo el campamento. 15 Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, adoró; y vuelto al campamento de Israel, dijo: Levantaos, porque Jehová ha entregado el campamento de Madián en vuestras manos.
Cuando Gedeón oyó la interpretación del sueño, adoró, y esto fue suficiente para él actuar. La cuestión es actuar, cuando se tiene la certeza y la confianza en Dios, no nos permitimos a nosotros mismos ni la más mínima sombra de duda. Actuamos.
Porque no decir cuando tenemos pocas probabilidades en la vida ante cualquier situación: ¡La Palabra de Dios es Su voluntad! Dios es especialista en cosas imposibles. Para Dios no es difícil cuestiones grandes o cuestiones chicas. Dios no se mide por probabilidades grandes o pequeñas, la cuestión siempre es nuestra creencia, nuestra confianza en El y Su Palabra.
16 Y repartiendo los trescientos hombres en tres escuadrones, dio a todos ellos trompetas en sus manos, y cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros. 17 Y les dijo: Miradme a mí, y haced como hago yo; he aquí que cuando yo llegue al extremo del campamento, haréis vosotros como hago yo. 18 Yo tocaré la trompeta, y todos los que estarán conmigo; y vosotros tocaréis entonces las trompetas alrededor de todo el campamento, y diréis: ¡Por Jehová y por Gedeón! 19 Llegaron, pues, Gedeón y los cien hombres que llevaba consigo, al extremo del campamento, al principio de la guardia de la medianoche, cuando acababan de renovar los centinelas; y tocaron las trompetas, y quebraron los cántaros que llevaban en sus manos. 20 Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: ¡Por la espada de Jehová y de Gedeón! 21 Y se estuvieron firmes cada uno en su puesto en derredor del campamento; entonces todo el ejército echó a correr dando gritos y huyendo. 22 Y los trescientos tocaban las trompetas; y Jehová puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el campamento. Y el ejército huyó hasta Bet-sita, en dirección de Zerera, y hasta la frontera de Abel-mehola en Tabat.
Dios los llevó a la victoria con trescientos hombres, la salvación, la victoria, viene de Dios no de los números.
Salmos 20:7:
Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.
Salmos 33:17-20:
17 Vano para salvarse es el caballo; La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar. 18 He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia, 19 Para librar sus almas de la muerte, Y para darles vida en tiempo de hambre. 20 Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
Salmos 147:10 y 11:
10 No se deleita en la fuerza del caballo, Ni se complace en la agilidad del hombre. 11 Se complace Jehová en los que le temen, Y en los que esperan en su misericordia.
Proverbios 21:31:
El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria.
Ellos fueron siervos, ellos fueron llamados en Jacob; nosotros somos hijos de Dios, tenemos Su simiente, es Cristo en nosotros, ellos iban a la tierra prometida, nosotros estamos sentados en los lugares celestiales en Cristo. Tenemos el GRAN privilegio de ser hijos de Dios, y con orgullo decirlo: hijos de Dios, a través de los logros obtenidos por intermedio de Su Hijo Jesucristo. Porque tenemos ese gran privilegio debemos pararnos firmes, con la autoridad que nos da ser Sus hijos y dar a conocer Su Palabra que es Su voluntad.
Efesios 2:6:
y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.
§ También podemos ver como Dios pelea batallas por Sus HIJOS:
Hechos 12:4-11:
4 Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua. 5 Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él. 6 Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. 7 Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos. 8 Le dijo el ángel: Cíñete, y átate las sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme. 9 Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión. 10 Habiendo pasado la primera y la segunda guardia [¡pasaron dos puestos de guardia sin ser vistos!...], llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salidos, pasaron una calle, y luego el ángel se apartó de él. 11 Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba.
Pedro fue obediente, tomó acción, tan pronto el ángel le dijo levántate, él no dudó, no se dejó intimidar, hizo tal cual se le ordenó, pero miren que sólo se dio cuenta que estaba libre cuando salió, que maravilla ver como Dios libró esa batalla, porque Pedro era fiel y ver cómo por medio de la oración sin cesar del pueblo que lo respaldaba constantemente, se da este respaldo.
Romanos 8:28 al 32
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. 31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
Dios está dispuesto, está ávido de darnos liberación, nosotros somos los que limitamos esa liberación con nuestra falta de confianza, porque si tenemos esa confianza viva y despierta, se nos darán todas las cosas conforme a Su voluntad.
Romanos 8:35 – 37
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Somos más que vencedores, esa es la victoria que tenemos en Cristo, porque mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo. DIOS está dispuesto, El quiere darnos liberación, nosotros somos los que limitamos esa liberación con nuestra falta de confianza, porque si tenemos esa confianza viva y despierta, se nos darán todas las cosas, de acuerdo a Su Voluntad.
2 Corintios 2:14:
Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.
Nuestro andar es; o mas bien debería ser un andar de victoria, día tras día, somos hijos de Dios, según el estándar de la Palabra de Dios deberíamos andar victoriosos, triunfadores.
Colosenses 1:13:
el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.
Dios ya nos libró y ya nos trasladó por medio de su Hijo, no tenemos que trabajar nuestra liberación. Lo que tenemos que hacer es mantener nuestra mente siempre puesta en los asuntos de Dios.
Filipenses 2:13:
porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Salmos 18:1 y 2:
1 Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. 2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Salmos 8:9:
¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
§Fin §
Nota del Editor
Toda la Escritura utilizada en este artículo es de la Versión Reina Valera 1960[2] a menos que se especifique algo en contrario.
Toda vez que se utilice una palabra de origen Griego será escrita en minúscula cursiva (Ej.: phobos). Y si se usara una palabra hebrea o aramea será escrita en mayúscula cursiva (Ej.: YARE). En ambos casos se puede utilizar la palabra raíz como cualquier otra forma gramatical de esa palabra en representación de la familia de palabras.
Debido a que los paréntesis se utilizan en el texto Bíblico; cada vez que exista una nota del autor estará colocada entre corchetes para diferenciarla.
Todas las citas de fuentes externas se notarán en esta otra tipografía para diferenciarlas del resto. Asimismo cuando la cita de la fuente sea de mayor longitud que la presentada en este artículo; se resumirá usando “...” indicando que hay mas información disponible para consulta en dicha fuente.
Cuando se haga referencia al texto griego o hebreo, ésta estará basada en dichos textos según sean presentados en ESword de Rick Meyer y/o de la Interlinear Scripture Analyzer de André de Mol.
Las notas al final son una parte integral y necesaria del Estudio. Tienen el propósito de documentar, respaldar, ampliar, aclarar, o reforzar el tema que se trate.
Esta enseñanza somete a consideración del lector el tema que trata. Es mas bien en algunos casos un punto de partida que propone, orienta y -desde ya- concluye con lo que el autor ha estudiado y debido a eso presentado de las Escrituras. No obstante, la Palabra de Dios es simplemente inagotable. El único que no necesita revisión es Dios mismo y Su Palabra según fue originalmente inspirada. Pero nuestro conocimiento y entendimiento de las distintas maravillas presentadas en la Palabra de Dios siempre pueden ser y debieran ser sometidas al escrutinio[3] del estudiante. Entonces, el presente trabajo es presentado al estudiante Bíblico como una ayuda, una fuente mas de consulta, de referencia y de estudio de la Palabra de Dios. La obra está lejos de pretender ser la única ni mucho menos la más sobresaliente obra de este tipo que exista. Ella no posee eminencia sobre ninguna otra ni es autoridad última sobre el tema. La autoría de la Palabra de Dios es la exclusividad del Padre Celestial y como tal es la fuente de conocimiento y autoridad única e inapelable.
SOLI DEO GLORIA !
REV. RUBEN DARIO DAZA
▪ NOTAS AL FINAL. BIBLIOGRAFIA UTILIZADA Y/O RECOMENDADA:
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