Cristo Nuestra Pascua
Parte 2
La cruz y el triunfo
1 Corintios 5:7:
Limpiaos,
pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois;
porque nuestra pascua, que es Cristo,
ya fue sacrificada por nosotros.
C
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omenzaremos con el relato del terrible
momento de la historia donde el señor Jesucristo se ve obligado a confrontar a
Pilatos en el Pretorio.
Mateo 27:27-32:
27
Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron
alrededor de él a toda la compañía; 28 y desnudándole, le echaron encima un
manto de escarlata, 29 y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas,
y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le
escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! 30 Y escupiéndole, tomaban la
caña y le golpeaban en la cabeza. 31 Después de haberle escarnecido, le
quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.
32
Cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste
obligaron a que llevase la cruz.
Según salían del pretorio ahí en seguida obligaron a un señor Simón de Cirene -que hasta ese entonces era un personaje
anónimo- a que ingresara a la historia de la humanidad llevando la cruz de
madera que había sido preparada para crucificar a Jesucristo. Hasta aquí no hay
nada en este evangelio que indique -o de donde pueda inferirse- que el señor
Jesucristo haya tocado la cruz de madera.
Marcos 15:16-21:
16
Entonces los soldados le llevaron dentro del atrio, esto es, al pretorio, y
convocaron a toda la compañía. 17 Y le vistieron de púrpura, y poniéndole una
corona tejida de espinas, 18 comenzaron luego a saludarle: ¡Salve, Rey de los
judíos! 19 Y le golpeaban en la cabeza con una caña, y le escupían, y puestos
de rodillas le hacían reverencias. 20 Después de haberle escarnecido, le
desnudaron la púrpura, y le pusieron sus propios vestidos, y le sacaron para
crucificarle. 21 Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de
Alejandro y de Rufo, que venía del campo, a que le llevase la cruz.
Simple tal y cual lo leemos.
Jesucristo no tocó el madero.
Lucas 23:20-26:
20 Les
habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús; 21 pero ellos volvieron a dar
voces, diciendo: ¡Crucifícale, crucifícale! 22 El les dijo por tercera vez:
¿Pues qué mal ha hecho éste? Ningún delito digno de muerte he hallado en él; le
castigaré, pues, y le soltaré. 23 Mas ellos instaban a grandes voces, pidiendo
que fuese crucificado. Y las voces de ellos y de los principales sacerdotes
prevalecieron. 24 Entonces Pilato sentenció que se hiciese lo que ellos pedían;
25 y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y
homicidio, a quien habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos. 26
Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le
pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús.
Simón llevó la cruz de madera no el
señor Jesucristo. El versículo 26 dice “tras” porque Jesucristo iba adelante y
Simón atrás.
Juan
19:13-17:
13
Entonces Pilato, oyendo esto, llevó fuera a Jesús, y se sentó en el tribunal en
el lugar llamado el Enlosado, y en hebreo Gabata. 14 Era la preparación de la
pascua, y como la hora sexta. Entonces dijo a los judíos: ¡He aquí vuestro Rey!
15 Pero ellos gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícale! Pilato les dijo: ¿A vuestro
Rey he de crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más
rey que César. 16 Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese
crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y le llevaron. 17 Y él, cargando su cruz, salió
al lugar llamado de la
Calavera , y en hebreo, Gólgota
En el versículo 17 dice “Y él cargando
su cruz.” No dice cargando la cruz
sino su cruz. Si se tratara de la
cruz de madera este relato estaría en conflicto con los otros tres relatos que
acabamos de estudiar. Su cruz era la cruz espiritual no la de madera. Estaba
compuesta por nuestros pecados y transgresiones.
Colosenses 2:13-15:
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y
en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos
todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra
nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la
cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió
públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Isaías 53:6:
Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros
Todo lo que nos era contrario, todos
los pecados de nosotros, la enfermedad, los dolores… Dios lo hizo parte de su
cruz.
Pesada y todo como sería la cruz de
madera no podía compararse con la cruz que Jesucristo llevaba. Además el
salvador estuvo siendo torturado durante algo así como dos días seguidos. Fue
detenido en Getsemaní gracias a la traición de uno de los suyos, fue llevado
frente a Annás y luego a Caifás, enfrentó al Sanhedrín, soportó las seis veces
que Pedro lo negó antes que el gallo cantara dos veces, fue presentado ante
Pilatos, cambiado por un homicida y luego sentenciado a morir en la cruz, llevado de aquí para allá sin dormir,
golpeado, flagelado, lastimado, herido, humillado, insultado, escupido… así que
físicamente no le sería posible llevar peso físico alguno.
De no haber sido Simón de Cirene,
cualquier otro pudo haber sido escogido para el transporte del madero…. PERO ¿y
la otra cruz?... ¿Cuántos pudieron haberla cargado?
2 Corintios 5:19 y 21:
19 que
Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a
los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la
reconciliación.
21 Al
que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él.
Gálatas
5:1:
Estad,
pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra
vez sujetos al yugo de esclavitud.
Esta libertad fue lograda por Cristo
para nosotros en su cruz. Esto hizo Dios en Cristo por nosotros.
16 Y
cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó
fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; 17 para que se cumpliese lo
dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades,
y llevó nuestras dolencias.
¿Dónde tomó nuestras enfermedades y
llevó nuestras dolencias? Lo hizo en la cruz que el llevó: la espiritual no la
de madera. De otra manera ¿cómo se colgaría
una enfermedad o una dolencia a una madera con martillo y clavo?
Isaías 53:3-5:
3
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en
quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo
estimamos. 4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros
dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas
él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo
de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados
Ésta es la cruz que el señor
Jesucristo llevó la de nuestras enfermedades, dolores, rebeliones, pecados,
esclavitud. La cruz de madera por sí sola, no hubiese logrado esta liberación
para el pueblo de Dios.
1
Corintios 1:17 y 18:
17 Pues
no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría
de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo. 18 Porque la palabra
de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a
nosotros, es poder de Dios.
Ésta cruz no pudo haber sido de
madera. Evidentemente queda bien documentado por Dios en Su Palabra que aquella
cruz de madera había sido trasladada por Simón de Cirene y la otra mas pesada
por Su hijo, nuestro hermano, nuestra
pascua, el señor Jesucristo.
Todos los que estaban reunidos en el
sitio de la crucifixión querían[1] o debían[2] estar allí pero éste hombre, aquel Simón del
que poco se sabe, capaz que ni quería y seguramente no tenía la obligación de
estar y sin embargo de todos modos entró
en la historia de un plumazo, y de repente sus planes de regresar tranquilo a casa después del trabajo fueron abruptamente
cambiados por la intervención de Cristo en su vida.
A través de las falsas imágenes se ha
intentado desvirtuar la otra cruz que en verdad llevó el señor Jesucristo. No
intento yo ahora menospreciar de manera alguna el trozo de madera sobre el cual
fue ganada nuestra redención sino que intento ponerlas en la perspectiva correcta.
El salvador sufrió ambas cruces pero llevó o trasladó sólo una, la mas pesada,
aquella cruz en cuyo traslado no podía ser reemplazado por nadie.
Así fue que Simón llegó al Gólgota con
la cruz de madera y Jesucristo con nuestra mas pesada carga al lugar donde querían
dar la estocada final al salvador de la humanidad al hombre que no hizo otra
cosa que no sea el bien; a quien voluntariamente se ofreció por nosotros.
Una vez clavado al instrumento de
muerte de aquellos días las últimas palabras del señor Jesucristo fueron
dirigidas a su padre.
Cerca de
la hora novena [como las tres de la tarde], Jesús clamó a gran voz, diciendo:
Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
desamparado?
¿Cómo podría padre alguno abandonar a
su hijo en momentos de tanto dolor y desesperación? Y si así lo hiciera ¿Qué
clase de padre sería? Más aún sabiendo que estaba ahí colgado por obediencia a
El. Por muchos años la gente de Dios bien intencionada ha sido guiada a creer
que el Padre Celestial abandonó a Su hijo en su momento de mayor sufrimiento.
Aún aquellos que erróneamente creen que Jesucristo es Dios… ¿Cómo pueden
explicar lo inexplicable? ¿Cómo alguien puede creer semejante idea como que
Dios abandonó a Su hijo en su hora mas oscura? Sin embargo lo hacen diciendo
que Dios no puede tolerar el pecado y por que Jesucristo se hizo pecado por
nosotros Dios como que tuvo que irse. Esto contradice todo otro versículo
pertinente en la Palabra
de Dios.
Juan 16:32:
He aquí
la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y
me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Se refiere al momento en que sería
crucificado y justamente dice que todos lo van a abandonar excepto el Padre.
¿Entonces por qué dice la traducción: por qué me has abandonado?...
Juan 10:30:
Yo y el
Padre uno somos.
2 Corintios 5:19:
que Dios
estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los
hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
Colosenses 2:9:
Porque
en él [en Cristo] habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad
¿Cómo alguien podría forzar a puro
martillazo que la Biblia
diga que Dios lo había abandonado al señor Jesucristo si el mismo señor
Jesucristo dijo que el y su Padre eran uno, que todos lo iban a abandonar pero
que el Padre iba a estar con el? Mas aún la Biblia dice que Dios estaba en Cristo
reconciliando consigo al mundo, y que en Jesucristo habitaba toda la plenitud
de Dios.
Mateo 26:53:
¿Acaso
piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce
legiones de ángeles?
Jesucristo podría haberse ido
tranquilamente de la escena de lo que estaba por ocurrirle durante las
siguientes 48 horas después de decir esto. Pero decidió quedarse. El siempre
hizo la voluntad de su Padre. Por eso decir que Dios lo había abandonado es
incongruente con todo lo que sabemos que fue la relación entre Dios y
Jesucristo.
El problema radica en que las palabras
lama sabactani no son griegas sino
arameas. Jesucristo hablaba arameo. No obstante no existe palabra lama alguna en arameo pero si existe LMANA[3]
que quiere decir “con este propósito” o “por esta razón”. La palabra raíz de SABACHTHANI es SHBK o SHBQ que significa
reservar, guardar.
Romanos 11:4:
Pero
¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado [SHBK] siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de
Baal.
2 Reyes 10:11:
Mató
entonces Jehú a todos los que habían quedado de la casa de Acab en Jezreel, a
todos sus príncipes, a todos sus familiares, y a sus sacerdotes, hasta que no
quedó [SHBK] ninguno.
Deuteronomio
3:3:
Y Jehová
nuestro Dios entregó también en nuestra mano a Og rey de Basán, y a todo su
pueblo, al cual derrotamos hasta acabar con todos [SHBK hasta que no quedara ninguno reservado].
Josué
10:33:
Entonces
Horam rey de Gezer subió en ayuda de Laquis; mas a él y a su pueblo destruyó
Josué, hasta no dejar a ninguno [SHBK]
de ellos.
Hay una versión de la Biblia[4] que tradujo a la última
parte de Mateo 27:46 de la siguiente manera: Mi Dios, mi
Dios, para esto yo fui guardado. En este mismo punto
hace una nota al final de la página donde añade: Este era mi
destino.
Desde lo profundo de su ser el señor
Jesucristo en la tremenda agonía de su dolor exclama: Dios mío, Dios mío con
este propósito he sido guardado.
Dice que exclamó a gran voz…¡¿Cuán
grande pudo haber sido su voz después de dos días de no dormir y sufrir tortura
y estar clavado sobre una madera?!... Aún así dice a gran voz. Regresemos al
momento previo a su captura.
Lucas[5]
22:39-44:
39 Y
saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también
le siguieron. 40 Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en
tentación. 41 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y
puesto de rodillas oró, 42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa;
pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. 43 Y se le apareció un ángel del
cielo para fortalecerle. 44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era
su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
No puedo medir -en mi humana
fragilidad de ser humano- lo que pudo haber estado pasando por el alma del
señor Jesucristo. El supo acerca de lo que iba a pasarle ya en Getsemaní antes
de ser aprendido por los malvados y luego pasó esos dos horribles días de
espantosas torturas y aun así en esas circunstancias de sus últimos momentos de
vida, el que hallara un segundo mas para juntar sus pensamientos y ordenarlos y
con su hálito exclamar a gran voz que el le reconocía a su Padre (y el nuestro)
que el había sido guardado para esto… él, que días atrás había pedido a su
Padre no padecer justamente esto que estaba padeciendo es simplemente
conmovedor. Este maravilloso equipo que
formaron nuestro Padre Celestial y nuestro hermano y redentor Jesucristo es
digno de admiración.
Finalmente; segundos antes de morir
sus últimas palabras quedaron registradas por Juan:
Juan
19:30:
Cuando
Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la
cabeza, entregó el espíritu.
¿Qué es lo que
estaba consumado? Nuestra redención. El había pagado el precio, justamente él
que no había conocido el pecado en sí mismo, por nosotros se hizo pecado para
que seamos la justicia de Dios en el. La última parte de este versículo dice
que el entregó el espíritu, nadie quitó su vida el la entregó por su propia
voluntad. El pudo haber dejado la cruz en cualquier momento, pudo haber sido
asistido por doce legiones de ángeles pero allí permaneció hasta lograr nuestra
redención por que nos amó y dio su vida por nosotros.
Estos tiempos cercanos a la
celebración de la pascua son momentos de tremenda importancia para hacer un
alto en nuestras vidas y hacer un balance, una cuenta, un “debe y un haber” y
detenernos de verdad y pensar, de reconocer lo que ha sido hecho por nosotros y
en muchos casos muy a pesar de nosotros. Es momento de reflexión, de seria y
concienzuda consideración del hecho que Dios tomara tanto interés en Su Palabra
de hacernos entender aun las cosas que nos parecen tan sin importancia para que
el total del significado de la pascua nos quede bien en claro sin lugar a la
mas mínima duda en lo que respecta a qué es lo que fue logrado por nosotros.
Jesucristo
siempre hizo la voluntad de su Padre. Dios estuvo con Su hijo hasta último
momento mientras juntos lograban todos los beneficios que hoy día gozamos
gracias a su sacrificio voluntario por nosotros.
Éste
Jesucristo es nuestra pascua.
1 Corintios 5:7:
Limpiaos,
pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois;
porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.
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Nota
del Autor
Toda la
Escritura utilizada en este artículo es de la Versión Reina Valera 1960[6]
a menos que se especifique algo en contrario.
Esta enseñanza forma parte de una serie de
enseñanzas relativas a Jesucristo nuestro cordero pascual. Se recomienda el
estudio conjunto de dichas enseñanzas junto con esta.
Toda
vez que se utilice una palabra de origen Griego será escrita en minúscula
cursiva (Ej.: aitema). Y si se usara una palabra hebrea o aramea será
escrita en mayúscula cursiva (Ej.: LMANA).
Debido
a que los paréntesis se utilizan en el texto Bíblico; cada vez que exista una
nota del autor estará colocada entre corchetes para diferenciarla.
Todas
las citas de fuentes externas se notarán en esta otra tipografía para
diferenciarlas del resto. Asimismo cuando la cita de la fuente sea
de mayor longitud que la presentada en este artículo; se resumirá usando “...”
indicando que hay mas información disponible de consulta en dicha fuente.
Las notas al final
son una parte integral y necesaria del Estudio. Tienen el propósito de
documentar, respaldar, ampliar, aclarar, o reforzar el tema que se trate.
[1] Los que querían estar eran los discípulos que lo siguieron a su
maestro, también los curiosos y morbosos de turno, los sacerdotes y seguidores
de éstos malvados…
[2] Los que debían estar ahí aunque no quisieran eran los soldados y los
condenados.
[3] Según The Concordance to the Peshitta version of the Aramaic New
Testament, American Christian Press, 1986, Página 208, Columna 2; LMANA quiere decir porque en el sentido
de la razón o el motivo y SABACHTANI
quiere decir reservar, dejar (idem, Página 352 Columna 1). En el Lexicon to the
Syriac New Testament (Peshitta) por William Jennings, American Christian Press,
1979, Página 112 LMANA quiere decir
porqué (en el sentido del motivo o razón), la causa… En la página web: http://www.peshitta.org/ existe una versión
interlineal de Mateo 27:46 y del inglés
traducido al castellano diría: …mi Dios, mi Dios, por que me has
reservado o guardado…
[4] The Holy Bible from Ancient Eastern Manuscripts,
George M. Lamsa, A. J. Holman Company,1967, Página 986.
[5] Ver también Mateo 26:36-46 y Marcos 14:32-36
[6] La Santa Biblia Antiguo
y Nuevo Testamentos, Antigua Versión de Casiodoro de Reina (1569) Revisada por
Cipriano de Valera (1602) Revisión de 1960. Sociedades Bíblicas Unidas, 1993
Autor: ©Eduardo Di Noto
Editor y Revisor de texto: Rev. Ruben Dario Daza B.
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