Mateo 27:46:Cerca de la hora novena [como las tres de la tarde], Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
Dicen los comentaristas y estudiosos que: Jesús pronunció en la cruz exactamente las mismas palabras que encontramos en el Salmo 22:1: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mr. 15:34). Estas palabras han acarreado a través del tiempo un enigma difícil de explicar para los cristianos.
La explicación tradicional que leemos en muchos comentarios, dice que en esta única ocasión hubo una separación entre las dos primeras personas de la Trinidad, el Padre y el Hijo. La interpretación dice que debido a que Jesús “se hizo pecado” (2 Co. 5:21) el Padre no pudo ni mirarlo, y por lo tanto “abandonó” al Hijo. Habacuc 1:13 sirve de apoyo para esta interpretación: “Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio”. Esta interpretación busca enfatizar el gran sacrificio al que estuvo dispuesto Jesús por amor a nosotros, aún llegando a sufrir la separación con el Padre.
Una vez clavado al instrumento de muerte de aquellos días las últimas palabras del señor Jesucristo fueron dirigidas a su padre.
Mateo 27:46:Cerca de la hora novena [como las tres de la tarde], Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
Ahora me pregunto: ¿Cómo podría padre alguno abandonar a su hijo en momentos de tanto dolor y desesperación? Y si así lo hiciera ¿Qué clase de padre sería? Más aún sabiendo que estaba ahí colgado por obediencia a Él. Por muchos años la gente de Dios bien intencionada ha sido guiada a creer que el Padre Celestial abandonó a Su hijo en su momento de mayor sufrimiento. ¿Cómo pueden explicar lo inexplicable? ¿Cómo alguien puede creer semejante idea como que Dios abandonó a Su hijo en su hora mas oscura? Sin embargo lo hacen diciendo que Dios no puede tolerar el pecado y por que Jesucristo se hizo pecado por nosotros Dios como que tuvo que irse.
Reconocemos que la explicación es bien intencionada y que ha originado a partir de ella grandes sermones durante la historia, pero francamente, pensamos que sus derivaciones pueden tener matices heréticos, ya que se abre la puerta para que alguien diga que es una negación de la creencia en un Dios eterno e indivisible (Mr. 12:29).
Primero que todo, la referencia a Habacuc 1:13 no se puede tomar literalmente como que Dios voltea su rostro cuando ve el pecado. Si eso fuera cierto Dios prácticamente viviría “de espaldas” a nosotros, ya que todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios (Ro. 3:23). El Salmo 90:8 dice: “Pusiste nuestras maldades delante de ti, nuestros yerros a la luz de tu rostro”. Génesis 6:5 dice que Dios vio que la maldad de los hombres era mucha sobre la tierra. En virtud de esto, podemos decir que Habacuc 1:13 simplemente establece que Dios no puede mirar el pecado con agrado, no significa que Dios no pueda posar su vista sobre él. Si el Padre no puede mirar el pecado, podríamos llevar esto hasta lo absurdo diciendo que Jesús es mucho más compasivo que el Padre, o tiene “mejor estómago” que el Padre, porque vino a vivir entre pecadores.
Segundo, la alusión a que Jesucristo “se hizo” pecado (2 Co. 5:21) no significa que literalmente se convirtió en pecado. De hecho, el pecado en su esencia es abstracto, nadie puede convertirse en pecado, de la misma forma que nadie puede ser convertido en amor, o en odio, o en luz. Cuando la Biblia dice que Jesús fue hecho pecado significa que la sentencia judicial del pecado del mundo recayó sobre él. Recordemos que otra razón por la que Cristo no pudo “ser pecado” en la cruz es que la Escritura dice que él fue “sin pecado” (He. 4:15). Pedro le llama “un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 P. 1:19). Jesucristo dijo en Juan 9:5: “En tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.”Suponer que Jesús fue “tinieblas” durante el tiempo que estuvo en la cruz no es bíblicamente correcto.
Tercero, no tiene ningún sentido y es contra la naturaleza de Dios el abandonar al Hijo, el cual fue obediente hasta la muerte (Fil. 2:8). ¿Podría el Padre pagar con abandono o rechazo al Hijo que siempre hace lo que a El le agrada? Isaías 42:1 registra las palabras de Dios refiriéndose a Jesús como aquel “en quien se agrada mi alma”. El concepto es repetido en Mateo 12:18. Además, Jesucristo mismo afirma que el Padre nunca le deja solo:“Porque el que me envió, conmigo está: no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada” (Jn. 8:29). ¿Sería lógico suponer que Jesucristo en la cruz no estaba haciendo lo que agrada al Padre? Además, las palabras de Cristo en Juan 16:32 también parecen oponerse categóricamente a la noción de que el Padre le abandonó en la cruz. Hablando precisamente en el contexto de su muerte cercana, Jesús dice: “He aquí viene la hora, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo”. Se refiere al momento en que sería crucificado y justamente dice que todos lo van a abandonar excepto el Padre. ¿Entonces por qué dice la traducción: por qué me has abandonado?...Porque Jesucristo fue siempre obediente e hizo siempre lo que agrada al Padre, es que Pablo, inspirado por el Espíritu Santo dice que Cristo cuando se entregó por nosotros, fue“ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante” (Ef. 5:2). Esto contradice todo otro versículo pertinente en la Palabra de Dios.
Juan 10:30:Yo y el Padre uno somos.
2 Corintios 5:19:que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
Colosenses 2:9:Porque en él [en Cristo] habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad
¿Cómo alguien podría forzar a puro martillazo que la Biblia diga que Dios lo había abandonado al señor Jesucristo si el mismo señor Jesucristo dijo que el y su Padre eran uno, que todos lo iban a abandonar pero que el Padre iba a estar con el? Mas aún la Biblia dice que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, y que en Jesucristo habitaba toda la plenitud de Dios.
Mateo 26:53:¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?
Jesucristo podría haberse ido tranquilamente de la escena de lo que estaba por ocurrirle durante las siguientes 48 horas después de decir esto. Pero decidió quedarse. El siempre hizo la voluntad de su Padre. Por eso decir que Dios lo había abandonado es incongruente con todo lo que sabemos que fue la relación entre Dios y Jesucristo.
Cuarto, Ahora veamos pasajes que presentan en forma más específica la obra de Jesús como Ofrendador y donde notamos que él fue también Ofrenda y Sacerdote:
Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. (Ef. 5:2)
Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo;porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. (Hebreos 7:26-27)
¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios (Hebreos 9:14)[Cristo es el Ofrendador y la Ofrenda – también una referencia a la sangre sacrificial]
… pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, (Hebreos 10:12) [Cristo actuando como Sacerdote]
De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan (Hebreos 9:26-28) [referencia bien explícita a Cristo como Sacerdote y Ofrenda sacrificial junto con una referencia clásica a la sustitución]Me ha sido necesario presentar todos estos pasajes para concluir, creo que con buena base, que Jesús fue en la cruz OFRENDA, OFRENDADOR Y SACERDOTE. Es particularmente en el último título y ministerio de Cristo que deseo ahora enfocarme. Sostengo que la teoría del “abandono del Padre” es una interpretación extremadamente forzada. Si Cristo en la cruz fue “cosa repulsiva” y “sufrió el desamparo de Dios” porque “cargaba” literalmente el pecado de todos nosotros (por “nosotros” entiendo los escogidos para salvación), ¿cómo pudo luego continuar con su ministerio de Sacerdote frente al Padre? ¿Cómo pudo ser sin pecado y con pecado al mismo tiempo? ¿En qué momento fueron “quitados los pecados de su cuerpo” (“descargados”) para poder presentarse en el Lugar Santísimo (el cielo)?
Siempre en la misma vena: ¿En qué momento el Sacerdote en la Cruz se convirtió en “cosa repulsiva”? ¿Es posible que luego de ser algo repulsivo el Sacerdote pueda presentarse en el Lugar Santísimo durante la misma ceremonia? No debemos olvidar que siguiendo el tipo del AT, la expiación de los pecados siempre requirió ciertas actividades sacerdotales posteriores al sacrificio. El verdadero perdón requería (basado en las imágenes del AT) que alguien llevara la sangre hasta el lugar Santísimo. El Lugar Santísimo donde Cristo se presentó fue el cielo (Hebreos 9:22-28).
22 Y casi todo es purificado según la ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. 23 Fué, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas con estas cosas; empero las mismas cosas celestiales con mejores sacrificios que éstos. 24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios. 25 Y no para ofrecerse muchas veces á sí mismo, como entra el pontífice en el santuario cada año con sangre ajena; 26 De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo: mas ahora una vez en la consumación de los siglos, para deshacimiento del pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo. 27 Y de la manera que está establecido á los hombres que mueran una vez, y después el juicio; 28 Así también Cristo fué ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos; y la segunda vez, sin pecado, será visto de los que le esperan para salud.El cielo fue el escenario donde realizó, de alguna forma, sus tareas sacerdotales post-mortem (Hebreos 8:1-5)
1 ASI que, la suma acerca de lo dicho es: Tenemos tal pontífice que se asentó á la diestra del trono de la Majestad en los cielos; 2 Ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que el Señor asentó, y no hombre. 3 Porque todo pontífice es puesto para ofrecer presentes y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tuviese algo que ofrecer. 4 Así que, si estuviese sobre la tierra, ni aun sería sacerdote, habiendo aún los sacerdotes que ofrecen los presentes según la ley; 5 Los cuales sirven de bosquejo y sombre de las cosas celestiales, como fué respondido á Moisés cuando había de acabar el tabernáculo: Mira, dice, haz todas las cosas conforme al dechado que te ha sido mostrado en el monte.O sea, la presentación del sacrificio a Dios por un mediador aceptable (recalco como lo hice en otro ensayo que nuestra redención, o el costo de nuestra redención fue logrado o pagado en la cruz). En su ascención (anterior a la que vieron los discípulos), Cristo entró a la presencia de su Padre en el verdadero (no terreno) Lugar Santísimo. No estoy diciendo que Jesús llevó a cabo un rociamiento literal de su sangre similar al que el sumo sacerdote hacía en el Día de la Expiación, sino que pudo haber sido simplemente el presentarse en la presencia de Dios por nosotros (Hebreos 9:24). Una vez que lo hubo hecho, sus tareas sacerdotales con respecto a su sacrificio finalizaron.
Pienso que puedo, fundado en la información bíblica expuesta, argumentar que Dios Padre en ningún momento dio vuelta su rostro, descargó su ira, consideró repulsiva la persona de Jesucristo, o cualquier otra expresión que acarree la idea de una separación entre el Padre y el Hijo durante su estancia en la cruz.
Jesús sabía muy bien que el Padre no lo rechazaría; el mismo Salmo 22, que es un salmo mesiánico, dice en el v. 22: “Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, ni de él escondió su rostro; sino que cuando clamó a él, le oyó”. Debemos observar también
Quinto, analizando el contexto de Mateo 27 vemos que las palabras de sus enemigos están cargadas de burlas e injurias desafiantes, sintetizadas en la expresión: “Si eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz” (Mt. 27:40; ver también Mt. 27:39, 42, 43, 44, 47, 48 y 49). Algunas de las actitudes y expresiones de sus enemigos son claramente similares a lo que describe el Salmo 22, tal es así que la mayoría de las Biblias hacen la correlación con el Salmo 22 al pie de algunos de los versículos anteriormente mencionados.
Es natural, para algunos comentaristas y pastores, que Jesucristo desde la cruz mencione las primeras palabras del Salmo a los efectos de responder a sus enemigos, señalando así que él era el Mesías. La exclamación de Jesús no fue una expresión de su estado emocional manifestando la angustia de una separación con el Padre tal como lo enseña la interpretación tradicional. La noción de que las palabras de Jesús no fueron un grito de angustia expresado en un momento de crisis de fe es apoyada, además, por los siguientes puntos:
a) Si examinamos todas las frases de Jesucristo desde la cruz registradas en los evangelios, vamos a encontrarnos con alguien que está en absoluto dominio de sus facultades así como de los hechos. Esto es confirmado por frases como “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc. 23:45), “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lc. 23:34), “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lc. 23:43) y “Consumado es” (Jn. 19:30). La única frase de Jesús que parece no estar a tono con las demás y en primera instancia nos da la impresión de estar frente a un Jesús al borde de la desesperación, es “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. La explicación tradicional, al decir que aquí hubo una separación entre Jesús y el Padre, falla en no tomar en cuenta que Jesucristo estuvo en plena facultad de sus sentidos en todo momento. Una vez más, podemos decir con confianza que Jesucristo, al citar las primeras líneas del Salmo 22, estaba señalando que en él se estaban cumpliendo las profecías del Salmo 22, de la misma forma que señaló a sus discípulos después de su resurrección que era necesario que se cumplieran las cosas escritas acerca de él en los Salmos (Lc. 24:44).
b) El hecho de que Jesucristo durante su ministerio nunca usó las palabras “Dios mío” para referirse al Padre, y lo hace por primera vez estando en la cruz, es más evidencia de que Jesús está citando el Salmo y no haciendo una pregunta relacionada con la experiencia que está teniendo.
c) El Salmo 22 fue escrito por David, probablemente durante la rebelión de su hijo Absalón. El autor expresa las circunstancias que le rodean y sus sentimientos con respecto a ellas. Obviamente, el Espíritu Santo guió la composición del Salmo y dio a David en el proceso la habilidad de profetizar con respecto al Mesías. Pero como en todos los Salmos mesiánicos, no todo el contenido hace referencia a Jesús o aplica directamente a su ministerio. Es la tarea del que interpreta el discernir y deducir a través de la hermenéutica y una buena exégesis sobre el texto, cuales referencias corresponden al Mesías venidero y cuales no. En nuestra opinión, el versículo 1 del Salmo 22 no aplica a Jesús.
Sexto, ahora expliquemos el texto para dar una solución: El problema radica en que las palabras lama sabactani no son griegas sino arameas. Jesucristo hablaba arameo. No obstante no existe palabra lama alguna en arameo pero si existe LMANA que quiere decir “con este propósito” o “por esta razón”. La palabra raíz de SABACHTHANI es SHBK o SHBQ que significa reservar, guardar. Veamos algunos ejemplos bíblicos...
Romanos 11:4:Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado [SHBK] siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal.
2 Reyes 10:11:Mató entonces Jehú a todos los que habían quedado de la casa de Acab en Jezreel, a todos sus príncipes, a todos sus familiares, y a sus sacerdotes, hasta que no quedó [SHBK] ninguno.
Deuteronomio 3:3:Y Jehová nuestro Dios entregó también en nuestra mano a Og rey de Basán, y a todo su pueblo, al cual derrotamos hasta acabar con todos [SHBK hasta que no quedara ninguno reservado].
Josué 10:33:Entonces Horam rey de Gezer subió en ayuda de Laquis; mas a él y a su pueblo destruyó Josué, hasta no dejar a ninguno [SHBK] de ellos.
Hay una versión de la Biblia[1] que tradujo a la última parte de Mateo 27:46 de la siguiente manera: Mi Dios, mi Dios, para esto yo fui guardado. En este mismo punto hace una nota al final de la página donde añade: Este era mi destino.
Desde lo profundo de su ser el señor Jesucristo en la tremenda agonía de su dolor exclama: Dios mío, Dios mío con este propósito he sido guardado.
Dice que exclamó a gran voz…¡¿Cuán grande pudo haber sido su voz después de dos días de no dormir y sufrir tortura y estar clavado sobre una madera?!... Aún así dice a gran voz. Regresemos al momento previo a su captura.
Lucas 22:39-44:39 Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. 40 Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. 41 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, 42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. 43 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. 44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
No puedo medir -en mi humana fragilidad de ser humano- lo que pudo haber estado pasando por el alma del señor Jesucristo. El supo acerca de lo que iba a pasarle ya en Getsemaní antes de ser aprendido por los malvados y luego pasó esos dos horribles días de espantosas torturas y aun así en esas circunstancias de sus últimos momentos de vida, el que hallara un segundo mas para juntar sus pensamientos y ordenarlos y con su hálito exclamar a gran voz que el le reconocía a su Padre (y el nuestro) que el había sido guardado para esto… él, que días atrás había pedido a su Padre no padecer justamente esto que estaba padeciendo es simplemente conmovedor. Este maravilloso equipo que formaron nuestro Padre Celestial y nuestro hermano, Señor y redentor Jesucristo es digno de admiración.
Séptimo, finalmente; segundos antes de morir sus últimas palabras quedaron registradas por Juan:
Juan 19:30:Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
¿Qué es lo que estaba consumado? Nuestra redención. El había pagado el precio, justamente él que no había conocido el pecado en sí mismo, por nosotros se hizo pecado para que seamos la justicia de Dios en el. La última parte de este versículo dice que el entregó el espíritu, nadie quitó su vida el la entregó por su propia voluntad. El pudo haber dejado la cruz en cualquier momento, pudo haber sido asistido por doce legiones de ángeles pero allí permaneció hasta lograr nuestra redención por que nos amó y dio su vida por nosotros.
Notas del traductor:
[1] Según The Concordance to the Peshitta version of the Aramaic New Testament, American Christian Press, 1986, Página 208, Columna 2; LMANA quiere decir porque en el sentido de la razón o el motivo y SABACHTANI quiere decir reservar, dejar (idem, Página 352 Columna 1). En el Lexicon to the Syriac New Testament (Peshitta) por William Jennings, American Christian Press, 1979, Página 112 LMANA quiere decir porqué (en el sentido del motivo o razón), la causa… En la página web: http://www.peshitta.org/ existe una versión interlineal de Mateo 27:46 y del inglés traducido al castellano diría: …mi Dios, mi Dios, por que me has reservado o guardado…
Toda la Escritura utilizada en este artículo es de la Versión Reina Valera 1960[6] a menos que se especifique algo en contrario.
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Debido a que los paréntesis se utilizan en el texto Bíblico; cada vez que exista una nota del autor estará colocada entre corchetes para diferenciarla.
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Rev. Ruben Dario Daza B.