jueves, 7 de julio de 2011

Teologia de lo Cotidiano: La Alegría y el Placer.




La Alegría:

No, yo no quiero placer ! Lo que yo quiero es alegría! Era eso lo que decía una de las amantes de Tomás, el medico de la novela "La insoportable levedad del Ser". Y Tomás se quedaba medio perdido al escuchar esas palabras de Teresa, porque "placer" él sabia dar, eso es cosa de receta de cocina fácil, mora en el cuerpo. Pero en cambio la alegría es cosa más sutil, mora en el alma, en el lugar de la fantasía y la nostalgia.

Hay una forma fácil de saber si lo que se siente es placer o alegría. Sólo es necesario prestar atención en el cuerpo. Si él se va quedando cada vez más pesado, es placer. Pero si él se va quedando más liviano, es alegría.

Todo el mundo ya experimentó eso alguna vez en la vida. Por ejemplo, si en su casa deciden hacer un asado un churrasco o de preparar una bandeja paisa ( se entiende por un plato típico de la región de Antioquia (Colombia) que contiene, arroz, fríjoles, plátano frito, aguacate, carne molida, chicharrón (que se obtiene de la piel de cerdo), huevo frito, arepa de maíz blanco= típico de la región de Antioquia), la comida es deliciosa, agrada al paladar y se siente en la nariz un olor apetitoso, los dientes trabajan incansablemente, otra cervecita por aquí (... Bavaria por favor), una gaseosita por allá ...Coca-Cola no, Colombiana, se repite un pedacito de chorizo, un poco más de carne, más aguacate, boca en constante movimiento, y poco a poco la gente va quedando desanimada, acalorada, cansada y hastiada de la comida que ya no aguanta más.  Es una lástima que aquella costumbre de la época del imperio Romano de tener un vomitório (un lugar que sirve para eso, para vomitar) en cada salón de los comensales, haya sido olvidado; quien sabe si un arquitecto por ahí bien ingenioso pueda convencer a un dueño de restaurante y construir tal progreso innovador en su establecimiento.

El placer es siempre así, al final el cuerpo dice: Basta ! No aguanto más! Y eso también es verdad para las cosas del amor carnal. En el Transmilenio (sistema de transporte público masivo que existe en Colombia) observaba a una jovencita que incansablemente se dedicaba a abrazar, acariciar, tocar, besar, mordisquear a su novio..., pobrecita, ella piensa que es así que los deseos de su enamorado serían  despertados incontrolablemente y que él nunca jamás la abandonaría. Me causó dolor al ver esa jovencita, por no entender de las cosas del placer, y con respecto a él, confieso que en absoluto no me gustaría estar en la piel de ese joven amante. El final, que no presencié, era inevitable: ella sería rechazada y noviazgo terminado. Y era justamente eso que Tomás hacía con todas sus amantes: no dejaba que ninguna de ellas se quedara en su casa durmiendo. Terminada la noche de placer con sus orgías de amor, trataba de llamar un taxi y las despachaba para sus casas, porque su maquinita del placer no era cual organillo que se queda tocando mientras se le dá un giro a la manivela. Hay manivelas que, después de algunas vueltas, ya no funcionan más, deja de girar porque se traban. Así es la máquina del amor, tanto en los hombres como en las mujeres.




Con la alegría es diferente. El cuerpo se va quedando cada vez más liviano; entre más come, más hambre le dá, nunca se sacia.

Bueno, usted me va a decir que eso no puede ser, que no existe una forma de comer sin quedar satisfecho o hasta saciarse. Pues yo le digo que si, todo tiene que ver con el hambre que se tiene y con la comida que se come.

Fue justamente eso que puse a mi organillo del pensamiento a funcionar. Y ese organillo, le puedo asegurar, no necesita de manivela para producir música, es de motor sin cuerda, movido por alegría, porque la alegría se encuentra en el pensamiento, del pensar viene la alegría, es jugar con las ideas, como si fuese un niño jugando: los niños no se cansan, sólo paran de jugar por la imposición de los adultos, pues los juguetes, además de dar placer, dan alegría también. Y es por eso, que cuando el cuerpo es obligado a detenerse de jugar, la cabeza desobedece y ella continúa jugando. Lo que no sucede con el placer, pues quien sería loco de continuar comiendo "bandeja paisa" o un churrasco en el pensamiento, ¿si el estómago no aguanta más?  Una barriga que se hastía comiendo al poco tiempo, lo que más le gustaría hacer en ese momento es, olvidar lo que se comió.

Otra diferencia con el placer para  que pueda suceder necesita que la cosa exista. El placer necesita del "churrasco" o de la "bandeja paisa", de la boca que dá el beso, de los brazos para agarrar el otro. La alegría para sentirla no necesita que la cosa exista. Lo que me hace pensar que ella debe ser más espiritual, más divina que el placer, pues es la misma idea de aquel personaje Riobaldo (*) que decía: "Dios es aquel que es, aún cuando no exista".




La alegría es cosa de niño. Pues el niño se alegra con cualquier cosa, con una bolita de cristal (canicas), con un trompo de madera, elevando una cometa de papel, jugar saltando, con una pelota de fútbol, torre de dominó o con las ollas de hacer comidita, carrito de empujar, cosas que se entra en aquel universo de : "haga de cuenta". Percibí que yo también soy así. Claro está que mi pensamiento sabe trabajar las cosas importantes. Pero cuando él está libre y no le doy alguna tarea para realizar, él se queda cual vagabundo andando por el mundo sin ningún rumbo como un niño, jugando con las ideas sin importancia, cuando está en su mundo, lo vemos cazando libélulas, subiéndose a los árboles para robarse las frutas del vecino, atravesar el río Magdalena, todo inmenso, majestuoso, bravo; o se propone a buscar otros niños  para cantar una ronda infantil, dar el primer beso y enamorarse de aquella chica flaca y mechuda que nos hacía suspirar, jugar lazo, jugar el fútbol, bailar el trompo de madera, jugar a las escondidas, jugar cinco huecos, las bolitas de cristal y elevar cometas... observar el juego de las mariposas, el danzar de las flores , el vuelo de las hojas, el viaje de las nubes, (¿Alguien por ahí quiere hacer esto también?, por favor llámame...!). Aún cuando no estoy allá, sólo en la imaginación, que es el lugar donde la alegría viene, me transformo en un niño y comienzo a volar como Peter Pan.

Oigan bien lo que les digo !. Para los que no saben, es bueno prestar atención. Con el amor funciona así de la misma manera. Desafortunadamente, para algunos, la aludida persona amada es sólo un objeto de placer, como un churrasco o bandeja paisa, comió, gustó, quedó lleno y se hastió, no quiere más... Para otros la persona amada es alegría del pensamiento tenue y delicado, que juega con ella igual estando lejos. Ese tipo de personas siempre estarán con hambre.

!Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. (Cantar de los Cantares 1:2).


"Decidme dónde se engendra la pasión: ¿En el corazón o en la cabeza? ¿De qué forma es engendrada, de qué forma alimentada? Se engendra en los ojos, con miradas fugaces y muere la pasión, en la cuna donde yace toquemos todos a difunto por la pasión...Comenzaré yo: ding dong." El mercader de Venecia, William Shakespeare

El Placer:

Quien lee lo que escribí sobre la Alegría, tal vez piense que yo estaba diciendo que la alegría y el placer no se llevan bien, o no combinan y por eso no se encuentran nunca; cuando el placer entra por una puerta, la alegría sale por la otra, como si el placer estuviese condenado a ser siempre dulce al comienzo y amargo en el final...

Me enojo cuando me atribuyen  semejante acusación tan perversa, pues quien me conoce saben muy bien lo que yo creo sobre el placer. Para mi el placer es una dádiva divina. Si Dios no nos hubiese creado para el placer o el deleite, Él no nos hubiera dado tantos juguetes para el cuerpo, como los gustos, los sonidos, los colores, las formas y sus curvas, las caricias, y no hubiera dotado el cuerpo de tantos órganos eróticos.

Los desentendidos piensan que los órganos eróticos únicamente se refieren a los genitales, no perciben cuan erótica es la boca, como en aquella escena maravillosa de la película Nueve Semanas y Media, la más erótica que jamás haya visto, el amante un apuesto hombre dedicado a los negocios John (Mickey Rourke), en la cocina, le hacía a su bella joven estudiante de arte Elizabeth (Kim Basinger) de quien se enamora perdidamente de él, los juegos eróticos más seductores; ella, de ojos cerrados, le hacía morder y probar cositas de comer. No es por casualidad que comer tenga los dos sentidos, nada más vulgar reducir lo erótico a los genitales y a la cama, que después viene la rutina que cansa, que trabajo, que mano de obra,  cuanto movimiento tan mecanizado, pero es necesario resaltar ese punto en perspectiva, porque así se demuestra mi punto de vista, experimentar sólo el placer igual acaba siendo aburrido, y no se dan cuenta cuan eróticos son los oídos cuando escuchamos sonidos que seducen el amor. Ahhh!! quien no cree que la voz es como una copa llena de néctar de los dioses, y  otras veces llena de una mezcla de palabras como ungüento que se derrama entre las doncellas. Erótico e Infernal es la nariz, quien lo diría, de cuyas potencias nos resta muy poco, que fuimos como   castrados del sentido del olfato, tan diferentes de los perros que, si fuesen hombres, no pintarían cuadros con colores, pintarían cuadros con olores, ¿ya imaginaron eso?, ¿un museo lleno de cuadros pintados al olor? Eróticos son los ojos, boca cósmica, por medio de ellos devoramos el universo entero, montañas, árboles, ríos, mares, la luna y las estrellas, las nubes, todo es comida, todo entra a través de los ojos.

Como decía Pablo Neruda, soy un omnívoro de sentimientos, de seres, de libros, de acontecimientos y luchas. Me comería toda la tierra. Bebería todo el mar. Nuestra infelicidad se debe a eso, que no podemos comer con la boca todo lo que nos comemos con los ojos. Y la boca de nuevo es doblemente erótica, primero porque dentro de ella viven los sabores, y ahora porque es el lugar supremo del tacto, de la caricia, el toque húmedo de los labios, la lengua, el morder, el beso... !Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. (Cantar de los Cantares 1:2).

Dicen los teólogos, pastores y sacerdotes, que Dios hizo todas las cosas. Dicen aún más que, si Dios lo hizo, es  muy bueno. Por supuesto que si, completamente de acuerdo. Sería una herejía imaginar que Dios hubiera hecho las cosas  horribles y prohibidas. De lo anterior, tenemos dos conclusiones:

Primera conclusión: Fue Dios quien hizo este festival de posibilidades del placer.

Segunda conclusión:  Si Dios creó tantas formas de tener placer, es porque Él nos destina al placer. Confieso que estoy horrorizado por el hecho de que nunca, jamás, he visto a un sacerdote o pastor predicar sobre el imperativo divino de tener placer en la vida. Por el contrario, están siempre advirtiendo, graves y solemnes advertencias, sobre los peligros del placer, como si el placer fuese cosa del Diablo. Me contaron una vez ( le aseguro que me fue imposible de creer, por el absurdo de la cosa, pero me juraron que es verdad), que en un curso de casados para siempre, se aconsejaba que los novios, cada vez que tuvieran una relación sexual (después de casados, ¿es obvio no? ) que se agarraran de las manos y rezaran juntos un Padre Nuestro. Ahí si pregunté ¿quien fue?, porque si yo fuese Dios fulminaría a un religioso de esos con un rayo! Pues eso sería más o menos como si yo le diera una muñeca para mi nieta y le dijera: Escucha, Sarita, todas las veces que tú quieras jugar con tu muñeca que te regalé, por favor llámame por el celular para pedir permiso, ¿bueno?

Por el conocimiento que tengo sobre los doctores en las "cosas divinas", de cuya compañía me alejé por largos años, ellos tienen ideas diferentes sobre Dios. Lo pintan siempre de ceño fruncido, no hay un registro siquiera de que Él jamás haya dado una buena carcajada, lo que nos obliga a concluir que Dios no tiene el buen sentido del humor, porque él siempre está con su enorme ojo abierto sin párpados ( y sin párpados para no cerrarlos nunca sin poder pestañear, para no dejar pasar nada por alto, siempre sério y de mal genio, vigilante, nada se le escapa: Dios te ve, tengan mucho cuidado a los lugares que vayas, o al lugar donde pongas las manos. Me han dicho que por ahí, a la hora de dormir, en los colegios de monjas, las niñas tienen que acostarsen con las manos encima de las cobijas para estar visibles de las monjas celadoras).

Es interesante observar en ellos que, en sus bibliotecas sólo tienen libros de ética, de ordenanzas, credos y sus dogmas, amenazas sobre el pecado y advertencias sobre el infierno; pero ningún libro de estética, o erótica, o ficción, a pesar de que el propio Señor Jesucristo nos dijo que si no nos volvemos y nos hacemos como niños, no entraremos en el reino de los cielos. Increíble! en el reino de Dios sólo entran niños, lo que nos obligaría a concluir que Dios también es como un niño, como lo hizo el poeta de portugal Alberto Caeiro, confieso que nunca leí un tratado sobre los juguetes de Dios... Y yo que me pregunto: ¿Cómo es posible creer en un Dios así !!?.


Concluyendo, estoy convencido que el placer es una cosa divina. Fue para el placer que fuimos hechos. El amor, el humor, la comida, la música, los juguetes, el caminar por las calles, el viajar a todos los lugares, la vagancia, la pereza, la cama, bañarnos bajo la cascada de una quebrada, el jardin, pintar, hacer poesia, escribir cosas como yo lo hago, reírnos, contar chistes, rascarnos, ... para todas esas cosas fuimos hechos, fuimos creados para el placer y sus delicias. Para eso trabajamos y luchamos: para que el mundo sea un lugar de paradisíacos placeres. Pues ese, solamente ese, es el sentido del Paraíso, el lugar donde el cuerpo experimenta el delicioso y maravilloso placer. 

Bendiciones

REV. RUBEN DARIO DAZA B.

Notas:
La foto pertenece a una persona muy querida, Camilo Orjuela Quintero, quien posó para la foto.
(*) Alberto Caeiro: Poeta de Portugal: Accese a este link para leer el poema: O Menino Jesus (El Niño Jesus)
http://pensador.uol.com.br/frase/NjM5OTg1/

3 comentarios:

  1. Bárbaro que bueno, me pareció una reflexión interesante. La visión sobre la alegría me pareció relacionada como un fruto del don del Espiritu Santo, aunque no lo mencionas pero lo dejó entredicho implícitamente. Sobre el placer, jajajaja, totalmente de acuerdo! Felicitaciones! Esta vez sacó 10.

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  2. Hola Hermano ! que inspiración, excelente texto, creo que le distes un golpe bajo a eso cristianitos religiosos que andan repartiendo miedo por ahi en las iglesias evangélicas. Lo del tema del Placer me pareció genial- Saludos

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  3. Cómo me encanta la manera de describir lo que algunos sentimos! A veces no encontramos la esencia del placer y terminamos odiando lo que alguna vez nos causó tanta satisfaccion. He tomado "prestadas" algunas reflexiones que comparto totalmente:

    "...Tu solo tú, con la complicidad de los otros y de las cosas, limitas tu libertad. Si quieres ser libre has de luchar contra ti, has de conquistar tu libertad."
    ..."En lo humano, uno no puede ser plenamente feliz. “Solo Dios puede llenarte”. En Dios solo hay alegría, puesto que en el solo hay entrega. Dios es alegría , si te entregas al Padre, te entregas a la Alegría. "
    "::o serás libre mientras estés aún atado a una sola cosa o a una sola persona, con un lazo incontrolado. No son las cosas las que se atan a ti… si no tú quien te atas a las cosas. Te entregas a ellas como esclavo."
    MI PROPIA REFLEXION: El placer físico es tan efímero, que disfruto y conservo el placer intangible de la imaginación y la percepcion. Un abrazo

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