No olvidarse, recordar y agradecer
Puede parecer un juego de palabras y hasta un chiste pero para recordar uno no tiene que olvidarse. Esas dos acciones (recordar y olvidarse) las más de las veces son voluntarias. El tema de estudio en esta ocasión es conocer el profundo vínculo que existe entre recordar y agradecer. Existe un dicho popular que dice: el que se quema con leche cuando ve una vaca llora. Gracioso como podría parecer, contiene una verdad bastante lógica si pensamos en ello. Cuando el recuerdo es vívido uno no puede sino actuar en consecuencia. Lo mismo ocurre con las cosas de Dios. Cuando uno recuerda lo que Dios hizo en uno y por uno no puede sino agradecer.
Tomando un diccionario[1] de uso corriente en la palabra agradecer dice: Sentir gratitud. Mostrar gratitud o dar gracias. Dicho de una cosa: Corresponder al trabajo empleado en conservarla o mejorarla. Otro diccionario[2] dice: Corresponder con gratitud a un favor, dar las gracias, corresponder una cosa al trabajo empleado en conservarlo: la tierra agradece sus cuidados.
Por el otro lado recordar[3] quiere decir: (Del lat. recordāri). tr. Traer a la memoria algo. Hacer presente a alguien algo de que se hizo cargo o que tomó a su cuidado. Básicamente recordar algo es equivalente a no olvidarse de ese algo, es traer al presente ese algo. Otro diccionario[4] dice: hacer que alguien tenga presente o no olvide algo. Un diccionario[5] de antónimos y sinónimos da dos antónimos para agradecer: desagradecer y olvidar.
Comenzando en Deuteronomio veremos el interés de Dios en que Su gente no olvide Sus beneficios.
Deuteronomio 4:5-9:
5 Mirad, yo [Moisés] os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella.
Aquí Moisés deja aclarado que los estatutos y decretos que el les enseñó son los que Dios le había mandado con un propósito definido: para que hagáis… eran para hacer. Esos estatutos –como toda la Palabra de Dios- tenían un sentido eminentemente práctico.
Versículo 6:
Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.
A esta acción por parte de la gente de Dios de poner aquellos estatutos y decretos por obra; Dios lo consideraba sabio e inteligente ante los ojos de los pueblos. Singular manera que tiene Dios de apreciar el “qué dirán” de los otros: ... y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta… En los siguientes versículos explica por qué:
7 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? 8 Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?
El versículo ocho es una interrogación retórica, es decir que quien pregunta no busca una respuesta. ¡Es tan obvio! La respuesta es que no hay nación grande que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley…
Si el pueblo de Israel en aquella época podía reconocer que eran nación grande con un Dios cercano como Jehová con estatutos y juicios justos… ¿Cuánto mas reconocimiento podría haber en el hijo de Dios hoy día habiendo recibido tanto de parte de su Padre Celestial a través del señor Jesucristo? ¿¡Mas cerca que Dios en Cristo en uno[6]?!...
Versículo 9:
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides [¡ no te olvides !] de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien [en contraste a olvidarse y que se aparten del corazón], las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Dios tiene un inmenso interés que no ha cambiado[7] con los siglos: que Su gente recuerde lo que El hizo por ellos y es también Su deseo que se transmita de generación en generación. En el versículo dice guárdate, y guarda tu alma con diligencia… Dios a través de Moisés les insta a una acción directa de su voluntad: no olvidarse. Dios no expresaba meramente un deseo auspicioso, les decía, les indicaba: no se olviden.
Todo beneficio proveniente de Dios es digno de ser recordado y vale la pena el esfuerzo de la propia voluntad del individuo de traerlo a la memoria, de no olvidarlo y cuando lo hace, puede estar agradecido por aquellos beneficios recibidos y por quien le otorgó los mismos.
Una de las palabras hebreas que en el Antiguo Testamento es traducida agradecer o dar gracias, alabar, exaltar, etc. es la palabra YADAH[8] . El reconocimiento de los beneficios recibidos es seguido naturalmente por agradecimiento y alabanza.
Ahora bien; una de las palabras hebreas que se traduce recordar en el Antiguo Testamento es la palabra ZAKAR[9] que quiere decir hacer que se recuerde, traer a la memoria, recordar. Recordemos que el Diccionario dice que recordar es traer a la memoria algo, hacer presente algo.
Deuteronomio 5:15:
Acuérdate [ZAKAR] que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.
Cada vez que ellos recordasen que habían sido siervos en Egipto y que fue Jehová su Dios quien los sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido ellos podían estar agradecidos por ese tremendo beneficio y hasta podrían considerar que siendo que Dios no cambia sigue teniendo mano fuerte y brazo extendido para liberar a Su gente. Para eso estaba el día de reposo. Para recordar. Qué importante debe ser para Dios que SU gente recuerde lo que El hizo por ellos que destinó un día por semana dedicado al recuerdo.
Deuteronomio 8:11:
Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy.
Cuídate de no olvidarte… Y dice además para cumplir…. No tan sólo oír sino cumplir, hacerlos. Nuevamente el aspecto práctico de la Palabra de Dios. Existe una diferencia entre el oidor olvidadizo y el oidor que hace.
Santiago 1:21-25:
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. 22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Conveniente beneficio para el hacedor de la obra: será bienaventurado en lo que hace.
Deuteronomio 8:12-14:
12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
Muy súper, hiper humano. En el momento de la presión el individuo se deshace en oración y súplica a Dios para que lo ayude, que lo saque del pozo. Luego, una vez venida la liberación, la saciedad, la abundancia, la prosperidad; la persona olvida el antiguo malestar y atribuye su bienestar presente a sí mismo. Aquí entonces entran el orgullo de la mano del olvido. Voluntariamente, (por propia decisión) uno puede no olvidarse. Continúa el relato dando detalles precisos de los muchos beneficios de Israel al caminar por el desierto en su alejamiento de la esclavitud de Egipto a la tierra prometida por Dios. Es hermoso leer todo el relato pero por una mejor administración del espacio veremos solamente algunos versículos mas.
Versículos 15-18:
que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; 16 que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien; 17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. 19 Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis.
He aquí la importancia de recordar adecuadamente que Jehová les dio el poder para hacer las riquezas. ¡Qué importancia que tiene para Dios que Su pueblo no olvide los beneficios recibidos y que no olvide que los recibió de El.
A continuación en Primera de Crónicas 16 veremos el uso de estas dos palabras hebreas ZAKAR y YADAH pero primero pongámonos en contexto histórico. Según los registros de 1 Samuel cuatro Israel se enfrentó con los filisteos en batalla en un lugar llamado Eben-ezer y llevaron al campo de batalla el arca del pacto. Los filisteos derrotaron a los de Israel y se quedaron con el arca por siete meses (1 Samuel 6). Luego, el arca fue transportada hasta un lugar llamado Quiriat-Jearim y permaneció allì por veinte años según los registros de 1Samuel 7. Después de un tiempo, el rey David trasladó el arca desde lo de Abinadab a la casa de un tal Obed-edom, donde permaneció otros tres meses.
Ahora bien, David fue y finalmente -después de transcurridos mas de veinte años- regresó el arca a Jerusalén. Esto era motivo de gran alegría y júbilo entre el pueblo. El rey mismo puso manos a la obra y trajo junto con el pueblo el arca.
Así trajeron el arca de Dios, y la pusieron en medio de la tienda que David había levantado para ella; y ofrecieron holocaustos y sacrificios de paz delante de Dios.
¡Qué gobernante el rey David! Su respeto por Dios se manifestó en esa gran alegría que tenía por ver que el arca regresaba a Israel después de tanto tiempo. La entrada del arca a la ciudad no sorprendió al rey. El estaba preparado de antemano.
2 Y cuando David acabó de ofrecer el holocausto y los sacrificios de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová. 3 Y repartió a todo Israel, así a hombres como a mujeres, a cada uno una torta de pan, una pieza de carne, y una torta de pasas. 4 Y puso delante del arca de Jehová ministros de los levitas, para que recordasen [ZAKAR] y confesasen y loasen [YADAH] a Jehová Dios de Israel:
El registro muestra que el pueblo estaba alegre, con júbilo por el regreso del arca. Cualquiera podría pensar que la gente de un pueblo con esa actitud hacia Dios podría ocuparse responsablemente del arca, sin embargo el rey puso a ministros de los levitas… ¡Qué respeto por Dios, que reconocimiento!
5 Asaf el primero; el segundo después de él, Zacarías; Jeiel, Semiramot, Jehiel, Matatías, Eliab, Benaía, Obed-edom y Jeiel, con sus instrumentos de salterios y arpas; pero Asaf sonaba los címbalos. 6 También los sacerdotes Benaía y Jahaziel sonaban continuamente las trompetas delante del arca del pacto de Dios. 7 Entonces, en aquel día, David comenzó a aclamar [YADAH] a Jehová por mano de Asaf y de sus hermanos: 8 Alabad [YADAH] a Jehová, invocad su nombre, Dad a conocer en los pueblos sus obras.
Para que una persona dé a conocer las obras primero que nada tiene que conocer ella misma tales obras y luego tiene que recordarlas, es decir las tiene que traer al presente.
9 Cantad a él, cantadle salmos; Hablad de todas sus maravillas.
Nuevamente. Para hablar de Sus maravillas hay que hacer el esfuerzo conciente de recordarlas.
10 Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová. 11 Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro continuamente. 12 Haced memoria [ZAKAR] de las maravillas que ha hecho, De sus prodigios, y de los juicios de su boca,
1 Crónicas 16: 34 y 35:
34 Aclamad [YADAH] a Jehová, porque él es bueno; Porque su misericordia es eterna. 35 Y decid: Sálvanos, oh Dios, salvación nuestra; Recógenos, y líbranos de las naciones, Para que confesemos [YADAH] tu santo nombre, Y nos gloriemos en tus alabanzas.
1 Crónicas 16:41:
y con ellos a Hemán, a Jedutún y a los otros escogidos declarados por sus nombres, para glorificar a Jehová, porque es eterna su misericordia.
Nehemías 12:24:
Los principales de los levitas: Hasabías, Serebías, Jesúa hijo de Cadmiel, y sus hermanos delante de ellos, para alabar y dar gracias, conforme al estatuto de David varón de Dios, guardando su turno.
Salmos 6:5:
5 Porque en la muerte no hay memoria [ZAKAR] de ti; En el Seol, ¿quién te alabará [YADAH]?
El SEOL bíblicamente hablando es el lugar donde van los muertos, donde no hay conciencia. Al no haber conciencia no hay memoria o recuerdo entonces no hay agradecimiento.
Isaías 38:18 y 19:
18 Porque el Seol no te exaltará [YADAH], ni te alabará la muerte; ni los que descienden al sepulcro esperarán tu verdad. 19 El que vive, el que vive, éste te dará alabanza [YADAH], como yo hoy; el padre hará notoria tu verdad a los hijos.
Salmos 30:4:
4 Cantad a Jehová, vosotros sus santos, Y celebrad [YADAH] la memoria [ZAKAR] de su santidad.
Salmos 45:17:
17 Haré perpetua la memoria [ZAKAR] de tu nombre en todas las generaciones, Por lo cual te alabarán [YADAH] los pueblos eternamente y para siempre.
Salmos 97:12:
12 Alegraos, justos, en Jehová, Y alabad [YADAH] la memoria [ZAKAR] de su santidad.
Jonás 2:6-9:
6 Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío. 7 Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé [ZAKAR] de Jehová, Y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo. 8 Los que siguen vanidades ilusorias, Su misericordia abandonan. 9 Mas yo con voz de alabanza [TOWDAH vocablo pariente de YADAH] te ofreceré sacrificios; Pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová.
Éste hombre recordó y agradeció.
Salmos 9:1:
1 Te alabaré [YADAH], oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas.
Véase la gratitud, el reconocimiento en este hombre ¿Cómo podría un hombre contar maravillas que no tuviera presentes en su memoria?
Salmos 118:21:
Te alabaré [YADAH] porque me has oído, Y me fuiste por salvación.
Isaías 25:1:
Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré [YADAH] tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza.
El tiempo verbal usado en éste versículo es el pasado (has hecho). Éste hombre tuvo que haber recordado lo que hizo Dios entonces naturalmente dice: te exaltaré, alabaré tu nombre… También dice: tus consejos antiguos. Para que un consejo antiguo figure en el presente tiene que ser recordado.
Salmos 139:14:
Te alabaré [YADAH]; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.
¡Mi alma lo sabe muy bien!... Y como ciertamente nuestra alma también lo sabe muy bien vamos a cerrar con la lectura de un hermoso salmo que muestra el corazón de un hombre agradecido que le habla a su alma:
Salmos 103:1- 22:
1 Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. 2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4 El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias; 5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila. 6 Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia. 7 Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras. 8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. 9 No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. 10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. 11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. 12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. 13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. 14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda [ZAKAR] de que somos polvo. 15 El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, 16 Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más. 17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos; 18 Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan [ZAKAR] de sus mandamientos para ponerlos por obra. 19 Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos. 20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto. 21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, Ministros suyos, que hacéis su voluntad. 22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, En todos los lugares de su señorío.
Bendice, alma mía, a Jehová.
Nota del Autor (N de A)
Toda la Escritura utilizada en este artículo es de la Versión Reina Valera 1960[10] a menos que se especifique algo en contrario.
Toda vez que se utilice una palabra de origen Griego será escrita en minúscula cursiva (Ej.: aitema). Y si se usara una palabra hebrea o aramea será escrita en mayúscula cursiva (Ej.: YADAH).
Debido a que los paréntesis se utilizan en el texto Bíblico; cada vez que exista una nota del autor estará colocada entre corchetes para diferenciarla.
Todas las citas de fuentes externas se notarán en esta otra tipografía para diferenciarlas del resto. Asimismo cuando la cita de la fuente sea de mayor longitud que la presentada en este artículo; se resumirá usando “...” indicando que hay mas información disponible de consulta en dicha fuente.
Las notas al final son una parte integral y necesaria del Estudio. Tienen el propósito de documentar, ampliar, aclarar, o reforzar. Nunca un estudio puede pretender contener todo acerca del tema que trate. Siempre hay mas para estudiar y cada estudio puede motivar el deseo del estudiante de indagar mas acerca del tema bajo escrutinio[11].
[1] Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation.
[2] Diccionario Enciclopédico Larousse, Planeta Internacional, 1992, Página 41
[3] Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation.
[4] Diccionario Enciclopédico Larousse, Planeta Internacional, 1992, Página 2027
[5] En la página de internet “El mundo.es DICCIONARIOS” (http://www.elmundo.es/diccionarios/) menciona como antónimo de agradecer a desagradecer y olvidar
[6] Colosenses 1:27: a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria
[7] Malaquías 3:6: Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
[8] Literalmente usar la mano , físicamente arrojar una piedra o una flecha, especialmente reverenciar o adorar (con las manos extendidas) intensamente plañir o lamentar (mediante movimientos de las manos) E-sword Versión 7.7.0. Asimismo el Nuevo Diccionario Bíblico dice: En el Antiguo Testamento los términos comúnmente utilizados para alabanza son HALAL cuya raíz significa hacer ruido; YADAH que originariamente estaba relacionada con las acciones y gestos corporales que acompañan la alabanza y ZAMAR…. (J. D. Douglas, Ediciones Certeza, 1991, Página 29)
[9] La raíz primitiva es apropiadamente marcar (como para ser reconocido) eso es recordar por inferencia o alusión, recordar, hacer que se recuerde, traer a la memoria, poner en memoria. E-sword Versión 7.7.0
[10] La Santa Biblia Antiguo y Nuevo Testamentos, Antigua Versión de Casiodoro de Reina (1569) Revisada por Cipriano de Valera (1602) Revisión de 1960. Sociedades Bíblicas Unidas, 1993
[11] Hechos 17:11 Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así
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